Visto para sentencia el juicio de los atentados en Cataluña en 2017: La Fiscalía pide entre 8 y 41 años de cárcel
Las defensas han cuestionado parte de la investigación, dudan que el imán Es Satty haya fallecido en la explosión de Alcanar. Foto: Carlos Berbell

Visto para sentencia el juicio de los atentados en Cataluña en 2017: La Fiscalía pide entre 8 y 41 años de cárcel

Parte de las acusaciones reclaman prisión permanente revisable para dos de ellos; mientras que las defensas, la absolución de los tres
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17/2/2021 15:36
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Actualizado: 18/2/2021 13:12
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El juicio en la Audiencia Nacional por los atentados en Cataluña en agosto de 2017, que dejaron 16 víctimas mortales y más de un centenar de heridos, ha quedado hoy visto para sentencia, a la espera de que el tribunal determine el grado de implicación de los tres acusados, Mohamed Houli Chemlal, Driss Oukabir y Said Ben Iazza, en los hechos juzgados.

La vista oral comenzó el pasado 10 de noviembre y se han celebrado 32 sesiones.

La Fiscalía pide penas que van entre ocho y 41 años de prisión. Considera que, aunque contribuyeron a los objetivos de la célula yihadista, ninguno de los acusados tuvieron una participación directa en los atentados. Por ello, no acusa del delito de asesinato terrorista.

Discrepan de ello muchas de las acusaciones, incluidas las populares, que piden prisión permanente revisable para Houli Chemlal y Oukabir.

Los acusados se han acogido a su derecho a la última palabra y han asegurado que no tenían nada que ver con la célula yihadista que atentó en Barcelona y Cambrils.

Houli Chemlal ha insistido en que actuó bajo amenazas de los miembros del grupo; Driss Oukabir ha dicho que desconocía que los miembros de la célula tuviesen intención de realizar un atentado, y que de haberlo sabido hubiera intentado evitarlo; y Ben Iazza ha manifestado que confía en que «las pruebas hablen por sí mismas».

Las defensas de los tres han cuestionado parte de la investigación. Dudan que el imán Es Satty haya fallecido en la explosión de Alcanar (Tarragona).

Los abogados Luis Álvarez Collado y Eva Papadopulos defienden a Driss Oukabir, el letrado Fernando Sánchez a Said Ben Iazza, y Carmen González a Mohamed Houli.

Los tres acusados de formar parte de la célula yihadista que atentó en Cataluña el 17 de agosto de 2017. Foto: EP

Luis Álvarez pone en duda la validez de las pruebas de AND. Considera que no se ha acreditado que los reactivos empleados en las pruebas de ADN no estuviesen caducados.

«También he puesto en duda y he acreditado que no existe prueba alguna que certifique que las conversaciones por Facebook que están en el sumario en relación a Driss Oukabir se hayan producido en realidad tal cual figuran en él, ya que muchas de ellas no se encuentran transcritas cronológicamente», según ha señalado a Confilegal.

Asimismo, ha cuestionado «la falta de cadena de custodia de los equipos informáticos y teléfonos intervenidos por los ‘mossos’, no así de los incautados por la Guardia Civil y la Policía Nacional, que junto con su instrucción remitieron la cadena de custodia de dichos objetos».

Las defensas de los tres acusados manifiestan que «esto es un juicio en el que más que hechos probados documentalmente se ha fundamentado en valoraciones hechas por los agentes que han instruido los diferentes atestados».

También duda de de que el imán haya fallecido en la explosión de Alcanar Francisco Javier Martínez, padre del niño de tres años que falleció tras ser atropellado por Younes Abouyaaqoub, que ejercita una de las acusaciones particulares,  representado por los abogados Agustí Carles y Jaume Alonso-Cuevillas -diputado y abogado del expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la Justicia-, que ejercita una de las acusaciones particulares.

LA ESTRATEGIA DE DEFENSA DE LOS ACUSADOS

Mohamed Houli Chemlal, único superviviente en la explosión de la vivienda de Alcanar, donde se prepararon los explosivos para atentar, se acogió a su derecho a no declarar, aunque mostró arrepentimiento por lo sucedido e insistió en su colaboración con la Justicia.

Los otros dos acusados se limitaron a responder a sus abogados, desmarcándose de la tesis de la Fiscalía. Driss Oukabir aseguró que «jamás» había estado en Alcanar, que no es religioso y que se dedicaba a «salir de fiesta», «consumir drogas» e «ir con muchas amigas».

Además, trató de desmontar la principal línea de acusación señalando que alquiló una furgoneta días antes del atentado porque su hermano Moussa y los amigos de éste Mohamed Hichamy y Younes Abouyaaqoub -abatidos tras los atentados- le dijeron que querían hacer una mudanza.

Said Ben Iazza también negó los hechos que le imputan y dijo que no había tenido contactos ni con el imán de Ripoll (Gerona) Abdelbaki Es Satty, a quien se considera líder de la célula yihadista, ni con Alcanar.

La acusación contra él se centra en la supuesta ayuda que prestó a la célula al dejar la furgoneta con la que Younes Abouyaaqoub realizó el atropello masivo en La Rambla, así como su documentación personal para, según la Fiscalía, ocultar la verdadera identidad del comprador de los productos químicos.

El acusado afirma que prestó la furgoneta porque le comentaron que querían «transportar productos de limpieza».

DECLARACIONES DE LAS VÍCTIMAS

A lo largo de los tres meses de juicio han declarado ante el tribunal de la Sala de lo Penal (Sección Tercera), presidido por el magistrado Alfonso Guevara, varias víctimas de los atentados que revivieron lo ocurrido. «Mi vida cambió ese día y hasta el día de hoy no he pisado La Rambla», afirmó una de los testigos.

Todas las víctimas relataron las secuelas psicológicas que padecen desde entonces, como estrés postraumático, ansiedad o dificultad para conciliar el sueño.

También, los agentes de ‘Mossos d’Esquadr’a que abatieron a Younes Abouyaaqoub en Subirats (Barcelona) y a los cinco miembros de la célula que atentaron en Cambrils.

«Todos los sentimientos que tiene uno en la vida para luchar quedaron rotos en el suelo de La Rambla», manifestó Francisco Javier Martínez, padre del niño de tres años que falleció.

LOS TESTIMONIOS DE LOS ‘MOSSOS’ QUE DESARROLLARON LA INVESTIGACIÓN 

El jefe de la unidad antiterrorista de la policía autonómica en el momento de los hechos y el instructor de los atestados policiales destacaron que de las pesquisas practicadas se concluyó que la intención era atentar el 20 de agosto en el estadio de fútbol Camp Nou, la Sagrada Familia de Barcelona y la Torre Eiffel de París.

La noticia de que la vivienda de Alcanar había saltado por los aires fue lo que provocó un cambio de planes en la célula yihadista: Younes Abouyaaqoub modificó la ruta que había iniciado y se dirigió hacia Barcelona, donde murieron 14 personas, explicó el instructor de los atestados policiales y recogió en su informe el Ministerio Público. En su huida, robó el coche de Pau Pérez, quien también falleció tras recibir una puñalada.

Este agente indicó que horas después de lo ocurrido en La Rambla Mohamed Hichamy, su hermano Omar, Said Aalla, Moussa Oukabir y El Houssaine Abouyaaqoub fueron a Cambrils, en cuyo paseo marítimo quisieron «emular a Younes Abouyaaqoub», dejando otra víctima mortal y varios heridos antes de ser abatidos.

Sin embargo, para la mayoría de las acusaciones particulares y populares, la única intención que tenía la célula era «matar y dañar». Consideran que la explosión de Alcanar no alteró su objetivo. Por ello, sostienen que los acusados deben ser considerados responsables de los atentados porque participaron en los preparativos de atacar.

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