El exjefe de la contrainteligencia venezolana, Hugo "El Pollo" Carvajal, trata de evitar su entrega a Estados Unidos convirtiéndose en un testigo valioso para el magistrado instructor Manuel García Castellón. Foto: EP
El exjefe del servicio de contrainteligencia de Chávez y Maduro se juega su destino en su declaración del miércoles ante García-Castellón
SOLO SI ES CONVERTIDO EN TESTIGO PROTEGIDO PODRÍA EVITAR SU ENTREGA A LOS ESTADOS UNIDOS
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25/10/2021 06:47
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Actualizado: 25/10/2021 06:47
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Hugo «El Pollo» Carvajal, exjefe de la contrainteligencia militar de la Venezuela bolivariana, exhombre de la máxima confianza del desaparecido presidente, Hugo Chávez, y de su sucesor, Nicolás Maduro, se juega su futuro en el interrogatorio previsto ante Manuel García-Castellón, magistrado del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, para el miércoles.
En esta declaración voluntaria, que sigue a otra celebrada el pasado 20 de septiembre, Carvajal tratará de convencer al magistrado de su gran valor y lo declare testigo protegido, una condición que impediría su extradición a Estados Unidos, ya autorizada por el Gobierno y por la Audiencia Nacional.
Los estadounidenses lo reclaman por supuestos delitos de tráfico de drogas y armas.
La causa que investiga el magistrado fue iniciada por una denuncia basada en el conocido como ‘Informe PISA’, dirigida contra Podemos y su entonces líder, Pablo Iglesias, por la supuesta financiación ilegal del partido desde Irán y Venezuela.
Alejandro Abascal, magistrado de refuerzo en ese mismo Juzgado Central, la archivó en 2016 siguiendo el consejo del fiscal Miguel Ángel Carballo, para quien dicho informe era solo un «conjunto desordenado de reproducciones de noticias».
Sin embargo, García-Castellón estima que tras las aportaciones de Carvajal merece la pena seguir indagando la supuesta financiación ilegal de Podemos.
Carvajal ha entregado a García-Castellón documentos relativos a supuestos contratos del despacho del exjuez Baltasar Garzón, Ilocad, con la petrolera venezolana PDVSA; otros archivos que reflejarían pagos de los gobiernos de Chávez y Maduro a miembros del equipo fundacional de Podemos; así como un escrito donde apunta a envíos de dinero a la formación ‘morada’ a través de Cuba y Venezuela.
Un día antes, mañana martes, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo tiene previsto abordar el fondo del recurso formulado por Carvajal en mayo de 2020 contra la resolución del Gobierno, adoptada en marzo pasado, por la que acordó entregarlo a los estadounidenses.
NIEGA PERTENECER A UN CÁRTEL DEL NARCOTRÁFICO
Carvajal niega las imputaciones del Departamento de Justicia norteamericano, que le imputa su pertenencia al Cártel de los Soles, organización criminal supuestamente integrada por cargos «chavistas» que, con la ayuda de la guerrilla colombiana de las FARC y otros grupos armados, se dedicaría al tráfico de droga hacia Estados Unidos.
A raíz de este recurso en el Tribunal Supremo, el militar venezolano ha intentado detener su extradición hasta dos veces. La primera, solicitando unas medidas cautelares al presentarlo, y la segunda, solicitando unas medidas cautelarísimas el pasado mes de septiembre.
En ambos casos le han sido denegadas.
La entrega se ejecutará una vez que se resuelva el formalismo que el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dejó sin cumplimentar cuando autorizó la extradición de Carvajal, lo ocurrirá en unos días.
Por eso, la declaración voluntaria de Carvajal ante García-Castellón es la última bala que le queda para impedir su extradición a los Estados Unidos.
DETENIDO EL 9 DE SEPTIEMBRE EN MADRID
El ex jefe de la contrainteligencia venezolana fue detenido el pasado 9 de septiembre por la Policía Nacional, en un operativo conjunto con la Agencia Antidroga Estadounidense (DEA), que fue quien lo descubrió.
Carvajal se encontraba viviendo en un piso de Madrid, «totalmente enclaustrado, sin salir al exterior ni asomarse a la ventana, y siempre protegido por personas de confianza».
Su captura, después de estar casi dos años prófugo, reactivó el proceso de extradición.
Comenzó en abril de 2019 y se truncó en noviembre de ese año, cuando la Audiencia Nacional optó definitivamente por enviarlo a Washington y él huyó. Con Carvajal en paradero desconocido, el Gobierno ratificó la entrega a Estados Unidos y el proceso quedó dormido.
En septiembre, ‘El Pollo’ consiguió frenar su extradición recurriendo la decisión del Ministerio de Interior de no concederle el asilo que pidió en 2019.
La cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska confirmó la pasada semana que no es merecedor de la protección internacional, lo que ha vuelto a activar la maquinaria para su extradición.
A pesar de todo, la defensa de ‘El Pollo’ ha presentado recursos ante el Ministerio de Interior, esgrimiendo que la desestimación de su petición de asilo contiene numerosos errores, y otro ante la Audiencia Nacional donde reclama que su extradición se mantenga paralizada hasta que la cuestión del asilo quede resuelta.
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