Imagen del primer pleno que presidió el presidente interino del CGPJ, Rafael Mozo, tras la dimisión de Carlos Lesmes. En sus manos está decidir la convocatoria de un Pleno extraordinario para elegir a los 2 magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponden a este órgano constitucional. Foto: CGPJ.
El presidente interino del CGPJ resolverá mañana la petición del bloque conservador de celebrar un pleno extraordinario
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11/12/2022 06:50
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Actualizado: 11/12/2022 00:00
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Rafael Mozo, presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), resolverá el lunes la petición que le dirigió el grupo de vocales conservadores el pasado viernes con el fin de votar a los dos candidatos a magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que le corresponde nombrar al órgano de gobierno de los jueces.
Antes de que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), impulsada por los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos ,sea aprobada y entre en vigor.
Según ha podido saber Confilegal de fuentes bien informadas, el grupo progresista, del que forma parte Mozo, no ha tomado ninguna postura al respecto sobre esto, todavía.
Desde el Consejo recuerdan que, en el actual mandato –durante la Presidencia del dimitido Carlos Lesmes–, siempre que los vocales le requirieron convocar plenos extraordinarios estos se concedieron.
Por lo que es previsible que Mozo pueda convocarlo antes del ordinario, previsto para el 22 de diciembre próximo.
El bloque progresista eligió a su candidato a magistrado del Constitucional en la personal de José Manuel Bandrés, magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.
El bloque conservador no ve con buenos ojos a Bandrés e insiste en que los dos candidatos sean elegidos por acuerdo de todos los miembros del Pleno.
La reforma a la LOPJ que han planteado socialistas y podemitas, la cual se debatirá en el Pleno del próximo jueves y que podría ser aprobada la semana siguiente, reduce, por una parte, el número de votos necesarios en el Pleno para elegir a los dos magistrados del Constitucional.
Actualmente son necesarios 11 votos, tres quintos de los votos disponibles –18–; con esa reforma se rebajaría a mayoría simple, 10 votos.
El bloque progresista cuenta con 8 votos. Y podría disponer con los votos «disidentes» conservadores de Wenceslao Olea y Vicente Guilarte –leales al dimitido Lesmes–, con lo que, de no ser posible la elección ni en el Pleno extraordinario ni en el ordinario, una vez entre en vigor la reforma, la elección podría llevarse a cabo con toda facilidad.
El escollo del voto decimoprimero quedaría suprimido.
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