Consuelo Ordóñez: «En España urge un plan estratégico de prevención de la radicalización»
Destaca que el fanatismo y el odio que alimentaron a ETA durante 50 años no han desaparecido, y que España es "el país de Europa donde más radicación hay"
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30/1/2023 06:55
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Actualizado: 14/7/2023 12:53
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«En España urgen un plan estratégico de prevención de la radicalización, igual que existe desde hace bastantes años sobre el terrorismo yihadista, y también son necesarias políticas pedagógicas de deslegitimación del terrorismo, porque el fanatismo y el odio que alimentaron a ETA durante 50 años no han desaparecido». Así lo subraya Consuelo Ordóñez Fenollar, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) y hermana del concejal del PP vasco Gregorio Ordóñez asesinado por ETA el 23 de enero de 1995, en San Sebastián.
Ayer se celebró un responso en su memoria en el 28 aniversario de su asesinato, en el cementerio de Polloe, en San Sebastián, donde su hermana pronunció su tradicional discurso. En él, acusó a EH Bildu de buscar la impunidad de los presos de ETA a través de los terceros grados.
En esta entrevista en Confilegal, Consuelo Ordóñez aborda las razones y las consecuencias de la presencia «asfixiante» de los miembros de ETA y de sus reivindicaciones en el espacio público, bien en forma de pintadas, carteles, pancartas y manifestaciones con proclamas reclamando la puesta en libertad o de la impunidad de los etarras presos, o bien con homenajes explícitos a los etarras fallecidos.
Según ha informado Covite, en 2022, en su Observatorio de la Radicalización, registraron 226 pintadas y pancartas de ensalzamiento explícito a ETA y a sus presos; 174 manifestaciones en las que se reclamó la amnistía de los etarras presos; 47 fiestas populares celebradas específicamente para enaltecer a ETA u hostigar a la Guardia Civil, como el ‘Ospa eguna’ en Alsasua o el ‘Gudari eguna’; y 44 de homenajes públicos a etarras muertos, entre otros actos, como las cenas navideñas en la vía pública con fotos de etarras presos para simbolizar que no pueden cenar con sus familiares por estar en prisión.
Sin embargo, el número de homenajes a los presos etarras a su salida de la cárcel, conocidos como ‘ongi etorri’ (bienvenida en euskera), fue el más bajo registrado, con solo uno.
Consuelo Ordóñez, que es abogada y ha dedicado gran parte de su vida a la lucha contra ETA y su entorno, y a la defensa de los derechos de las víctimas del terrorismo (Memoria, Verdad, Dignidad y Justicia), lleva tiempo advirtiendo que «mientras se sigan defendiendo valores antidemocráticos en las instituciones y en las calles, nuestra libertad seguirá secuestrada».
A sus 36 años, Gregorio Ordóñez era ya presidente del Partido Popular en Guipúzcoa, parlamentario vasco y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián. Un ciudadano que eligió el camino más difícil y en el peor momentol, pero el único posible para él: desafiar al nacionalismo y a la organización terrorista ETA.
«Aquí hay tres posibilidades: vivir como un cobarde escondiéndote en las alcantarillas, marcharte si tienes dinero o quedarte con todas las consecuencias. Es lo que he hecho yo», decía Gregorio Ordóñez.
Fue asesinado por la espalda, le atravesaron la cabeza de un disparo, mientras almorzaba en una bar de la capital donostiarra (La Cepa) con varios compañeros del partido.
Su memoria sigue estando muy presente y lo que dijo sigue estando vigente.
Consuelo Ordóñez, que recogió su testigo en su lucha por los derechos más básicos, recuerda en este diario las políticas de su hermano. Y subraya que hace falta una transmisión de valores democráticos.
Hace hincapié en que el activismo ejercido contra quienes promueven la radicalización violenta y contra los que justifican el asesinato selectivo de seres humanos «no es una labor que atañe únicamente a los que han sufrido atentados en sus propias carnes».
«La primera víctima del terrorismo es el Estado de Derecho. Nuestra lucha diaria es también la vuestra», sostiene.
Covite ha contabilizado 547 actos de apoyo a ETA en 2022. ¿Qué análisis hace?
La presencia de ETA en nuestras calles es constante, desde siempre, lo único que ha cambiado es que en septiembre de 2016 desde Covite empezamos a registrar todos los actos relacionados con la radicalización violenta en el ámbito del terrorismo de ETA.
Mi hermano, en su día, ya hacía declaraciones denunciando los ‘ongi etorri’.
Ahora, hemos conseguido un hito frente a ellos: hemos ganado una batalla importantísima, se han visto forzados a dejar de hacerlos por la presión.
Los ‘ongi etorri’ eran lo más despreciable, lo más humillante y doloroso para las víctimas, y sólo ocurría en este lugar pequeñito de Europa.
Aunque desde 2016 empezamos a denunciar todo esto, los medios de comunicación, salvo unos pocos que nos apoyáis desde el principio, no se hacían eco. El 29 de julio de 2019 algo cambió. El vídeo del homenaje a José Javier Zabaleta, ‘Baldo’, tras su salida de la cárcel fue un punto de inflexión, al salir en la tele.
Al día siguiente otro sanguinario asqueroso fue homenajeado a su salida de la cárcel, Xabier Ugarte Villar, en Oñate, y el acto también volvió a salir en televisión. A partir de ese momento, se empezaron a conocer estos eventos a nivel nacional y se empezaron a condenar.
Desde Covite hemos presentado cerca de una treintena de denuncias ante la Audiencia Nacional frente a estos homenajes, y la grandísima mayoría han quedado archivadas, porque los jueces no consideran que sean delito de enaltecimiento del terrorismo ni de humillación a las víctimas.
«Es fundamental que quienes formaron parte de ETA contribuyan, con sus discursos y sus actos, al descrédito político y social de la banda terrorista»
Con el trabajo del Observatorio logramos que aumentara la presión y el rechazo hacia estos homenajes, que se producían incluso en las calles de los pueblos y barrios donde a veces viven las víctimas. Estaba convencida de que esto se iba a acabar, Covite ha ganado la batalla de los hechos.
Sin embargo, fenómenos como las manifestaciones a favor de la amnistía de los presos de ETA han aumentado un 190% respecto al 2021, cuando se documentaron 60.
También han aumentado el resto de las categorías de actos de apoyo a ETA. En 2022 se registraron un 43% más de pintadas y pancartas que en 2021, cuando se registraron 164.
Lo más doloroso ahora es que siguen manteniendo los ‘ongi etorri’ a los etarras muertos. En 2022 se produjeron 44, un 76% más que en 2021, con 25.
¿Y cuál es la batalla ahora?
Combatir el constante culto al terrorista y a la violencia que invade nuestras calles. Es asfixiante.
«Hay que ejercer la misma presión que con los ‘ongi etorri’, para que la presencia de ETA desaparezca de nuestras calles»
Hay tareas pendientes y merecen el compromiso de todos. Hay que ejercer la misma presión que con los ‘ongi etorri’, para que la presencia de ETA desaparezca de nuestras calles.
Por ejemplo, esta misma semana hemos denunciado que en el barrio del Antiguo de San Sebastián, tienen tres carteles con los caretos de los cuatro etarras que tienen en la cárcel, entre ellos ‘Anboto’.
La izquierda abertzale ha pasado de reclamar el acercamiento a la excarcelación, pide la amnistía abiertamente…
Ahora se han quitado las caretas.
Durante unos años, la izquierda abertzale ha estado distrayendo vendiendo el tema de la dispersión, pura propaganda, porque lo que quieren es la excarcelación.
Sus lemas son «presoak etxera» (los presos a casa) y «Etxean eta aske nahi ditugu» («los queremos libres y en casa». Impunidad. Y no es posible reforzar la convivencia mientras se lanzan mensajes de impunidad hacia los terroristas.
«Es una provocación continua a las víctimas del terrorismo que llamen a los asesinos de nuestros familiares «presos políticos»
Es una provocación continua a las víctimas del terrorismo que llamen a los asesinos de nuestros familiares «presos políticos», es la provocación más grande que pueden hacernos.
A todas horas están en las calles llamándolos presos políticos y con exigencias. Hacen manifestaciones, actos culturales, presentaciones de libros de asesinos sanguinarios sin ningún arrepentimiento. Ahí quienes tienen responsabilidad total son los líderes de la izquierda abertzale, que son los que organizan todos estos actos.
En las manifestaciones y homenajes participan jóvenes y llevan a los niños…
Sí. El problema más importante que tenemos es la radicalización, que se transmite a los más jóvenes.
En España urgen un plan estratégico de prevención de la radicalización y políticas pedagógicas de deslegitimación del terrorismo, porque el fanatismo y el odio que alimentaron a ETA durante 50 años no han desaparecido.
«Es necesario que desde las instituciones se prepare un programa de justicia restaurativa que sea específico para los presos de ETA»
Es necesario que desde las instituciones se prepare un programa de justicia restaurativa que sea específico para los presos de ETA, puesto que los delitos que han cometido no son delitos privados.
Ese programa debe abordar las tres dimensiones del daño que ha generado el terrorismo de ETA: el daño personal a sus víctimas, el daño social a toda la sociedad y el daño político a nuestro Estado de Derecho.
Es fundamental que quienes formaron parte de ETA contribuyan, con sus discursos y sus actos, al descrédito político y social de la banda terrorista.
¿Y qué dice de la presencia de Bildu en las instituciones?
Los grandes responsables y blanqueadores de los brazos políticos de ETA, a partes iguales y con la misma responsabilidad, solo que uno mintiendo y el otro mintiendo y traicionando, son los grandes partidos de este país, que han negociado con ETA y han cumplido todas las exigencias de la banda asesina.
La primera era legalizar los brazos políticos «con vuestro juguetito, que se llama Tribunal Político Constitucional», que pusieron de acuerdo Zapatero y Rajoy.
Me parece un ejercicio de cinismo que el PP esté ahora todo el rato criticando que se ha pactado la reforma laboral con Bildu, cuando ha sido quien los ha puesto ahí.
No solo los ha puesto ahí, que era la primera exigencia, es que no han detenido a los etarras. Más aún, los han excarcelado con otra mentira y otra trampa grandísima al Estado de Derecho que fue lo de la doctrina Parot.
Por cierto, en España hay un plan de prevención de radicalización yihadista, desde tiempos del PP. Es otro ejercicio de cinismo de nuestros gobernantes. A partes iguales, de PP y PSOE.
Nunca les ha importado la radicalización del terrorismo de ETA. Por eso, no hay ningún plan ni nacionalista ni estatal de radicalización.
¿Dónde ocurre lo que está pasando en el País Vasco y en Navarra? ¿Acaso sucede esto en Europa? ¿En Francia vemos las caras de los terroristas por las calles o concentraciones y manifestaciones para reclamar la excarcelación, la impunidad de los yihadistas que cometieron atentados terroristas y mataron a franceses? ¿Lo vemos en algún sitio?
No, solo en el País Vasco francés, y es un tema que nos preocupa muchísimo, porque ahí campan a sus anchas.
Su hermano entró en política con 25 años y dos importantes razones: porque quería mucho a su tierra y “no quería verla bajo el yugo de ETA, y por la forma de actuar de un pistolero verbal, Arzalluz». Una de las prioridades de su hermano era el aislamiento de los violentos.
Sí. Él decía que el rechazo social era lo que iba a acabar con ETA.
Animaba muchísimo a esos movimientos incipientes que había entonces y que ya estaban manifestándose para ese rechazo, le parecían importantísimos.
Decía que los políticos tenían que ir siempre detrás de esa movilización ciudadana. Era el rechazo social y luego la eficacia policial y judicial, que el Estado de Derecho funcionara.
¿Qué echa de menos de la forma de hacer política de su hermano?
Todo. Siempre buscaba el pacto, el punto de unión con el diferente, no trataba al resto de políticos como sus enemigos, sino como sus adversarios, con los que tenía que lograr hacer pactos.
Mi hermano gobernó el Ayuntamiento de San Sebastián primero con el PNV, después con EA -también nacionalistas- y luego con el PSOE.
Si hubiera dado un salto a la política nacional, y lo hubieran dejado, estoy convencida de que él hubiera estado gobernando este país, por ejemplo, con la izquierda, sin ningún problema.
Si la persona tenía un rasgo de humanidad, mi hermano se llevaba bien con ella. Tenía una relación cordial con sus adversarios políticos y era exquisito en el trato con sus compañeros de diferentes partidos y con los ciudadanos, que eran su objetivo, su desvelo. Les abría las puertas a todos, nunca preguntaba de qué color político era el que venía a sentarse a él. No les preguntaba a quién votaban para solucionar sus problemas.
A las 6.30 salía de su casa porque a las 7.00 ya tenía gente en el despacho.
En el Parlamento, siempre hacía política de oposición con una sonrisa en la boca. Y si estaba hablando en público y había presentes miembros de otros partidos, siempre destacaba algo positivo de ellos.
Por ejemplo, decía: «quiero felicitar a Atutxa por la gran labor que está haciendo». Primero empezaba diciendo cosas positivas, y luego señalaba lo que no le gustaba que hacían, y se lo reclamaba con contundencia.
¿Qué se parece hoy de la política nacional a mi hermano? Nada.
¿Y qué llamamiento haría?
Yo ya no hago ningún llamamiento, no tengo ninguna esperanza con la clase política de este país. Están en las antípodas de lo que significó mi hermano.
Él estaba transformando esta sociedad.
Tenía muy claro que no quería trazar una línea nacionalista y no nacionalista. Él era transversal, buscaba políticas de consenso, buscaba solucionar los problemas de los ciudadanos.
«Apostaba por los acuerdos en las políticas universales que afectan a la mayoría de los ciudadanos; no por oponerse al adversario político y dinamitar todo lo que plantea, que es lo que se ve ahora en política»
Los partidos tendrían que tratar a los rivales como hacía mi hermano, como adversarios políticos, no como enemigos, y con el máximo respeto, sin insultos ni descalificaciones, y siempre pensando que con ellos pueden llegar a un pacto, que pueden llegar a tener cosas en común, a pactos para mejorar el bienestar de la mayoría de los ciudadanos.
Otras palabras que estoy recordando ahora suyas. Son: aquí la única independencia que hace falta es la de los ciudadanos para que estos puedan vivir honradamente y bien.
Apostaba por los acuerdos en las políticas universales que afectan a la mayoría de los ciudadanos, para mejorar; no por oponerse al adversario político y dinamitar todo lo que plantea, que es lo que se ve ahora en política, con el no por sistema a todos los planteamientos que salen de los partidos contrarios.
Sus compañeros siempre lo recuerdan por cómo lo mataron. Se acuerdan del día de su aniversario y le hacen un homenaje en Madrid. Precisamente, con sorpresa, me he enterado de que este fin de semana se está celebrando en San Sebastián la primera escuela de las juventudes del PP vasco, y esa escuela lleva el nombre de mi hermano, Gregorio Ordóñez.
Me ha alegrado mucho, porque tienen mucho que aprender las nuevas generaciones de él. Ojalá esto sea la esperanza para poder regenerar su propio partido.
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