El Supremo confirma la pena de cárcel para cinco sargentos del Ejército de Tierra por acosar a otro suboficial
Se referían a él como "rata", "putita del brigada" o "chivato" de forma reiterada.

El Supremo confirma la pena de cárcel para cinco sargentos del Ejército de Tierra por acosar a otro suboficial

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26/5/2023 14:45
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Actualizado: 26/5/2023 14:45
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La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cárcel de entre 8 y 10 meses de prisión para cinco sargentos del Ejército de Tierra por acosar a otro suboficial en la Batería Mistral del Regimiento de Artillería de Campaña 93 de Tenerife. Estuvieron destinados allí de 2015 a 2017. 

Se referían a él como «rata», «putita del brigada» o «chivato» de forma reiterada.

Los magistrados Jacobo Barja de Quiroga, Fernando Pignatelli, Clara Martínez de Careaga, José Alberto Fernández y Ricardo Cuesta han desestimado los recursos de todos los condenados en la sentencia 45/2023 de 18 de mayo.

En concreto, han sido condenados por un delito consumado contra el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas de los militares tipificado en el artículo 50 del Código Penal Militar, en su modalidad de atentar gravemente contra la dignidad personal o en el trabajo de militares del mismo empleo en instalaciones de las FAS o afectas a ellas o con publicidad. 

Además, se ha condenado a todos ellos a indemnizar con 3000 euros al sargento víctima del delito por daños morales.

LOS HECHOS

Los hechos recogen que el soldado acosado, pese a no ser el más antiguo, fue colocado por el brigada de la Unidad en el simulador, un puesto apreciado en la Batería Mistral por ser muy especializado. 

Por este motivo sus compañeros comenzaron a llamarle “rata” sin que éste lo supiera por la buena relación que tenía con el brigada.

En septiembre de 2015, el brigada y el soldado acosado tuvieron que desplazarse con un grupo de efectivos de la Unidad a la Academia de Artillería de Segovia para realizar de lunes a viernes ejercicios de instrucción y de evaluación en el simulador. 

Pero los compañeros querían salir de fiesta y plantearon la posibilidad de adelantar la evaluación al jueves, algo a lo que se negó el sargento acosado al considerar que habían ido a Segovia a trabajar.

Cuando volvieron a Tenerife un militar le dijo que le parecía mal que desvelara ante el brigada que otro compañero sargento se había cogido el día libre porque tenía resaca, y a partir de entonces, se incrementó la presión contra él.

Durante todo el año 2016 y hasta que causó baja psiquiátrica estuvo desplazado del grupo de sargentos condenados y fue objeto de constantes insultos. Le llamaban “chivato”, “rata”, “comepollas del Brigada”, “putita del brigada” y era objeto de mofas soeces por su relación con él, como cuando le preguntaron si “se había hartado de pastel polla” después de ir al cumpleaños de aquel.

La sentencia explica que “cuando estas conductas se llevan a cabo de manera constante, sistemática y permanente, de forma que provoca en quien las padece una perturbación grave en su bienestar, causándole sentimientos de vejación, humillación y cosificación y un deterioro anímico, se produce el atentado grave a la dignidad previsto en el tipo aplicado”.

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