La sanidad madrileña indemniza con 8.000 euros a un paciente al que infiltraron sin consentimiento
Sobre estas líneas el Hospital de El Escorial, donde tuvo la intervención médica.

La sanidad madrileña indemniza con 8.000 euros a un paciente al que infiltraron sin consentimiento

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17/12/2023 06:31
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Actualizado: 18/12/2023 10:38
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Un hombre ha perdido gran parte de la movilidad de su mano derecha debido a una negligencia médica. 

Incapacidad que llegaba después de dos operaciones, y posterior rehabilitación, que se producían por una infiltración mal practicada. Un tratamiento clínico que ni siquiera contaba con el consentimiento informado del paciente.

Francisco (nombre ficticio del paciente afectado), acudía al Hospital de El Escorial, en la localidad del mismo nombre, situada a 58 km al noroeste de Madrid, el pasado mes de febrero de 2020.

Visita médica que se produjo por un fuerte dolor e inflamación en la mano derecha, después de que se le realizó una infiltración con corticoides la semana anterior para tratar el Síndrome de Dupuytren que sufre. Tratamiento que se producía aparentemente sin el consentimiento informado del paciente firmado.

Sin embargo, desde el hospital aseguraron que ese dolor era “una probable reacción secundaria” al tratamiento.

Cinco días después de la infiltración, Francisco acudió de nuevo al hospital, donde reiteraron el diagnóstico ante el dolor que sufría. 

Un día más tarde, ante el empeoramiento de la situación, el paciente acudió al Hospital Puerta del Hierro, donde le derivaron de urgencia al Hospital de El Escorial. 

Dos días más tarde, el hombre era intervenido quirúrgicamente debido a las consecuencias de esta infiltración.

Un proceso de quirófano que no fue suficiente, ya que, varios meses después, en octubre de 2020, el paciente tuvo que volver a ser intervenido. Y es que la rigidez que se le había producido en la mano le impedía hacer movimientos de flexión o extensión. Algo imprescindible para su profesión en reformas y pintura.

A pesar de las limitaciones de la mano intervenida, no fue hasta finales de octubre cuando se pautó la rehabilitación intensiva para el paciente.

Movilidad que el afectado no ha conseguido recuperar por completo. Algo que no impedía que la sanidad madrileña le diera el «alta con secuelas» en el mes de diciembre.

Acuerdo de 8.000 euros de indemnización por mala praxis sin consentimiento

«Resulta evidente la mala praxis en la intervención causante de este cuadro clínico, es decir, la infiltración con corticoides, además, sin consentimiento informado y firmado al efecto, en especial siendo un paciente diabético, por estar contraindicado al haber alto riesgo de infección y complicaciones, cosa que nunca se informó a mi cliente».

Con estas palabras se expresa el abogado Ignacio Palomar, del bufete Servilegal Abogados, en la demanda contra la sanidad pública.

Una demanda por negligencia médica hospitalaria en la que los daños para el paciente se valoran en 35.352 euros.

Así pues, no sólo se pone de manifiesto la negligencia al pautar la infiltración con corticoides, sino también por la mala praxis en la aplicación técnica, que tuvo dos intervenciones quirúrgicas y secuelas permanentes como consecuencias, y la falta de información al paciente.

Responsabilidad patrimonial de la Administración que, finalmente, tiene un valor de 8.000 euros para Francisco. Y aprobado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) en el auto nº100/23 contando con la presidencia de María del Camino Vázquez Castellanos, y conformado por los magistrados Francisca Rosas Carrión, Rafael Botella García-Lastra, Guillermina Yanguas Montero, y Benjamín Sánchez Fernández.

Así pues, a través de un acuerdo transaccional entre el afectado y la aseguradora Societe Hospitaliere Assurances Mutuelles, se ha acordado esta cantidad en calidad de indemnización al paciente afectado.

Una indemnización que supone, no sólo el reconocimiento de la mala praxis, sino también la falta de consentimiento del paciente al tratamiento. Algo que, sin embargo, no servirá para devolverle la movilidad de la mano al afectado.

Una movilidad crucial para su empleo habitual. Algo que, ahora, podría acabar provocándole la incapacidad temporal o permanente, debido a una mala gestión del Hospital del Escorial.

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