Se le ha atribuido un delito de agresión sexual en grado de tentativa con la concurrencia de la circunstancia agravante de reincidencia.
La Justicia condena a 4 años y medio de cárcel a un reincidente que intentó agredir sexualmente a una menor de 10
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02/1/2024 06:30
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Actualizado: 03/1/2024 08:26
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El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha confirmado la condena de 4 años y medio de prisión a un hombre reincidente que intentó agredir sexualmente a una niña de 10 en un portal en Santander.
Tampoco podrá comunicarse con ella durante 9 años y tendrá que indemnizarla con 3.150 euros por las lesiones y el daño moral causado.
Así ha quedado reflejado en la sentencia de 19 de octubre dictada por los magistrados José Luis López Del Moral Echevarría, María Rivas Díaz de Antoña y Paz Hidalgo Bermejo tras desestimar su recurso de apelación.
Se le ha atribuido un delito de agresión sexual en grado de tentativa con la concurrencia de la circunstancia agravante de reincidencia al haber sido condenado en otras ocasiones por unos hechos de la misma naturaleza.
El intento de agresión ocurrió en 2020
Los hechos ocurrieron en junio de 2020 cuando la menor, con una discapacidad física del 34%, salió de su casa para recoger una sartén que había encargado su abuela en un establecimiento cercano.
Como sabía que no iba a tardar en volver, la niña dejó la puerta del portal abierta y, al entrar, el nombre comenzó a perseguirla haciéndole preguntas sobre su nombre y edad. También le propuso subir juntos en el ascensor.
La menor se negó, gritó, y el agresor la agarró de las muñecas. Para zafarse de él, la niña le dio una patada en la entrepierna, momento en que él dio a la menor un puñetazo en la nariz y en la boca, tirándole las gafas al suelo. Posteriormente ella le dio varios golpes con la sartén que llevaba en la mano.golpe en la cabeza con la sartén que llevaba”, relata la sentencia.
La actuación de la menor “hizo que el procesado le diera una bofetada en la mejilla izquierda, dándole la niña nuevamente a él un golpe en la cabeza con la sartén, momento en que el procesado salió huyendo del lugar sin conseguir su propósito”, explica la sentencia.
Y aunque el acusado intentó convencer a los magistrados de que él no era la persona que estaban buscando porque en esos momentos estaba fuera de Santander, había pruebas de cargo suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia.
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