Órdenes de alejamiento que acaban en el bar: la desinformación, clave para entender por qué
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28/9/2024 05:35
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Actualizado: 10/10/2024 17:27
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Una de las medidas de mayor protección para las víctimas de violencia son las órdenes de alejamiento. Sin embargo, no siempre esta medida parece ser comprendida por sus propios implicados. Tanto es así que abogados y jueces reconocen ante Confilegal que ya se ha convertido en «un clásico».
Violencia de género, acoso o amenazas. Éstas son algunas de las situaciones que se producen en el día a día de las víctimas, y que llevan a los jueces a dictar, como medida cautelar, una orden de alejamiento contra la persona que está llevando a cabo esas acciones. Una medida clave para evitar situaciones aún más violentas y desagradables, así como para garantizar la seguridad de la víctima. Especialmente, en casos de maltrato.
Órdenes de alejamiento que, en muchas ocasiones, vuelven a los juzgados por quebrantamiento de las mismas. Algo que , casi siempre, denuncian las propias víctimas.
Sin embargo, en otras ocasiones, y para sorpresa de jueces y abogados, víctima y culpable parecen no llegar a entender exactamente en qué consiste una orden de alejamiento. Tanto es así que, tras la imposición de esta medida cautelar, o después de un quebrantamiento de la misma, los letrados se han llegado a encontrar al víctima y acosador juntos en un bar. Riendo. Y, nuevamente, quebrantando la distancia mínima establecida.
«Mi experiencia es que hay un porcentaje de órdenes de alejamiento que no se cumplen porque la propia víctima se pone en contacto con el agresor, y reanuda la convivencia. Algo de lo que el juzgado se da cuenta cuando hay una nueva denuncia, porque la policía les ve juntos y salta la alarma del sistema viogen. O porque hay una nueva agresión», expone Carmen Gámiz, magistrada de los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer.
Quebrantamiento de las órdenes de alejamiento con fatídico final
Una realidad ante la que la magistrada destaca que no cree que estas órdenes de alejamiento se soliciten y quebranten «por capricho», sino por desinformación. «Yo creo que a veces es por falta de información de las víctimas sobre el alcance de las medidas, y lo que suponen», explica la magistrada.
Posición que comparte el abogado de familia Felipe F. Mateo.
«Mi mejor anécdota: tuve unos clientes a los que lleve varios temas. Y con el tiempo, habían tenido una bronca. Fruto de esa discusión, ella le había denunciado por violencia de género. Y se había acordado una medida de alejamiento. pero se reconciliaron. Ambos sabían que tenia que cumplir con esa medida de alejamiento. Pues me contaron que gracias a esa medida, habían revitalizado su vida de pareja y su vida sexual, porque ahora tenían sexo a escondidas, para que no les fueran a pillar», explica el abogado.
Profesionales de la abogacía y funcionarios de los juzgados que ven cómo, a pesar de la orden de alejamiento, los protagonistas «van juntos por los pasillos del juzgado». O acuden a un bar al lado de los juzgados a tomar algo, juntos nuevamente.
«Parejas teniendo sexo a escondidas para que no les pille la policía», recuerda el letrado.
Casos en los que, sin embargo, no siempre el resultado es una anécdota. «Hubo un caso en el que, existiendo una orden de protección, ella volvió con él a escondidas de su familia, que no quería que lo hiciera. Y la mató», lamenta Gámiz.
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