El abogado y ‘barrister’, Josep Gálvez, admitido como ‘Freeman’ de la ‘Worshipful Company of Arbitrators’ en la City de Londres
Sobre estas líneas, Josep Gálvez recibiendo del Master Simon Underwood el certificado que le acredita como miembro de esta institución que agrupa a los árbitros ingleses más reconocidos de Inglaterra; una élite muy exclusiva. Foto: Ben Fisher.

El abogado y ‘barrister’, Josep Gálvez, admitido como ‘Freeman’ de la ‘Worshipful Company of Arbitrators’ en la City de Londres

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21/11/2024 05:36
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Actualizado: 21/11/2024 07:48
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El pasado 24 de octubre, la City de Londres fue testigo de un momento significativo en el ámbito del arbitraje internacional. Josep Gálvez, destacado abogado español y ‘barrister’ inglés, fue admitido como ‘freeman’ en la Worshipful Company of Arbitrators, una institución que encarna la rica tradición de las llamadas ‘livery companies’ londinenses que impulsan la excelencia profesional.

Este nombramiento simboliza no solo un reconocimiento personal, sino también su consolidación como figura clave en el arbitraje en la ciudad del Támesis.

El acto tuvo lugar en la emblemática Grocers’ Hall, un lugar de gran relevancia histórica situado junto al Banco de Inglaterra. Bajo el esplendor de sus lámparas de araña y rodeado por colegas y figuras destacadas del sector del arbitraje británico, Gálvez intervino en una ceremonia que reflejó tanto el rigor de las tradiciones londinenses como la conexión de estas con el mundo contemporáneo.

La velada, cuidadosamente organizada, combinó solemnidad y camaradería en un ambiente que subrayó la importancia de las ‘livery companies’ como guardianas del profesionalismo y la ética en el Reino Unido.

El evento adquirió un carácter aún más especial al coincidir con la instalación de Nicola Cohen como nueva Master de la Worshipful Company of Arbitrators. Este nombramiento destacó la continuidad de liderazgo dentro de la institución británica y sirvió de marco para abordar los desafíos globales que enfrenta el arbitraje inglés en un mundo cada vez más interconectado.

Con su designación como ‘freeman’, Josep Gálvez no solo reafirma su posición como ‘barrister’ en Londres, sino que también refuerza su papel como puente entre el Reino Unido, la Unión Europea y América Latina, regiones clave en el ámbito del arbitraje internacional.

Sin duda, este reconocimiento destaca su capacidad para integrar tradiciones jurídicas distintas con las necesidades actuales de un sector en constante evolución.

De izquierda a derecha, el «Senior Warden» Matthew Molloy, el vicemariscal del Aire, Ranald Munro, la nueva «Master» Nicola Cohen y el «Junior Warden», Peter King. Foto: Ben Fisher.

UNA CEREMONIA QUE AUNÓ TRADICIÓN Y PRESTIGIO

La ceremonia en la Grocers’ Hall siguió un protocolo impecable según los cánones británicos, subrayando la solemnidad del evento. A las 18:15 horas, los invitados comenzaron a reunirse en el gran vestíbulo para el ‘Installation Court’, una sesión formal donde se llevaron a cabo las admisiones y nombramientos oficiales.

Los asistentes, vestidos en riguroso ‘black tie’ (esmoquin), incluyeron a líderes del arbitraje internacional, altos representantes de otras ‘livery companies’ y destacados miembros de la Worshipful Company of Arbitrators.

El acto fue abierto por Simon Underwood, el hasta entonces Master de la compañía, quien, acompañado por los ‘wardens’, Matt Molloy y Peter King, guio a los presentes a través de una ceremonia que combinó tradiciones centenarias con la relevancia moderna del arbitraje.

Josep Gálvez, acompañado de colegas y amigos del ámbito jurídico, prestó el tradicional juramento de lealtad a la City de Londres y a las costumbres de la Worshipful Company.

Este momento, cargado de simbolismo, marcó su ingreso formal como ‘freeman’, conectando a los nuevos miembros con siglos de historia, asegurando la continuidad de costumbres que se remontan al siglo XIV.

La entrega del certificado oficial, el Freedom of the City, fue el clímax del acto. Este documento, que acredita la incorporación de Gálvez a la ilustre comunidad de los ‘freemen’, simboliza tanto su reconocimiento como su compromiso con los valores de la institución británica.

La atmósfera, impregnada de respeto por la tradición, también reflejó la importancia del evento como una oportunidad de conexión entre profesionales del más alto nivel.

Tras la ceremonia, los invitados fueron conducidos al salón principal, donde un elegante cóctel permitió intercambiar impresiones y establecer vínculos profesionales. Este preludio a la cena oficial subrayó el carácter exclusivo del evento, ofreciendo un espacio donde tradición y modernidad convergieron para celebrar el papel de Londres como capital del arbitraje.

La nueva «Master», Nicola Cohen, hizo la entrada protocolaria acompañada de los «Wardens» de la Worshipful Company of Arbitrators. Foto: Ben Fisher.
Esta institución agrupa a una comunidad de profesionales muy heterogéneo que comprende a árbitros, jueces, «barristers», «solicitors» y académicos del sector del arbitraje. Foto: Ben Fisher.

LA WORSHIPFUL COMPANY OF ARBITRATORS: LIDERAZGO Y COMPROMISO

La Worshipful Company of Arbitrators es una de las «livery companies» más jóvenes de Londres, pero su impacto en el mundo del arbitraje ha sido notable. Como parte de una tradición que se remonta al siglo XIV, la compañía ha sabido adaptarse a las exigencias contemporáneas sin perder de vista los valores fundamentales de profesionalidad y excelencia.

En la actualidad, se posiciona como un referente global en la promoción de métodos alternativos de resolución de disputas.

La institución agrupa a una diversa comunidad de profesionales, incluyendo árbitros, jueces, ‘barristers’, ‘solicitors’ y académicos en el sector del arbitraje. Este crisol de expertos fomenta el intercambio de ideas y el desarrollo de enfoques innovadores para abordar los desafíos del arbitraje en un entorno global.

Además, la compañía organiza seminarios, publicaciones especializadas y actividades educativas que fortalecen los estándares éticos y técnicos en el sector.

Pero su labor no se limita al ámbito profesional ya que la Worshipful Company of Arbitrators desempeña un papel destacado en la filantropía, apoyando iniciativas que incluyen becas para estudiantes y programas de inclusión social.

Estas actividades reflejan su compromiso con un arbitraje accesible y ético, y demuestran su visión de una justicia que beneficie a las comunidades menos favorecidas.

Además, la compañía también tiene un impacto significativo en la promoción de Londres como indiscutible capital del arbitraje internacional, siendo la sede preferida por delante de París o Nueva York. A través de su trabajo, contribuye a posicionar a la City como un referente global, combinando tradición e innovación para afrontar los retos de un mundo cada vez más complejo.

El abogado español y «barrister», Josep Gálvez. Ser admitido como ‘freeman’ en el seno de la Worshipful Company of Arbitrators supone un reconocimiento público a su profesionalidad como árbitro. Foto: Ben Fisher.

¿QUÉ SIGNIFICA SER ADMITIDO COMO ‘FREEMAN’ EN LA CITY DE LONDRES?

El término ‘freeman’ evoca ecos de tiempos medievales, cuando las ciudades eran el centro neurálgico de la actividad comercial y los gremios ejercían un control férreo sobre los oficios.

En su origen, que se remonta al siglo XI,  ser admitido como ‘freeman’ significaba obtener el derecho a comerciar libremente dentro de la City de Londres, sin las restricciones y tributos que se imponían a los que no eran miembros. Este estatus confería no sólo privilegios económicos, sino también un reconocimiento como parte integral de la comunidad cívica.

En la actualidad, el significado de ‘freeman’ ha evolucionado, manteniendo su carácter ceremonial y simbólico de pertenencia. Ser admitido en este selecto círculo no implica tanto derechos económicos como un reconocimiento de excelencia profesional y contribución destacada en un campo específico.

Es una distinción que otorgan las ‘livery companies’, organizaciones históricas que representan diversos oficios y profesiones en la City, desde mercaderes y joyeros hasta especialistas en arbitraje, como es el caso de la Worshipful Company of Arbitrators.

Para Josep Gálvez, esta admisión no es solo un honor, sino un reconocimiento que refuerza su posición como figura clave en el arbitraje internacional desde Londres. Gálvez, con su capacidad para integrar las complejidades del derecho inglés y español, encarna los valores que la Worshipful Company of Arbitrators representa.

Su experiencia en arbitraje comercial y de inversiones, combinada con su habilidad para navegar entre diferentes culturas jurídicas, lo convierte en una figura esencial en el panorama global. Este logro no solo refuerza su reputación, sino que también subraya el papel de la Worshipful Company of Arbitrators como plataforma para profesionales que definen el futuro del arbitraje.

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