Segunda oportunidad: La Justicia perdona una deuda de 100.559 € a un constructor
Palacio de Justicia de Lleida/Lérida, donde tiene su sede el Juzgado de lo Mercantil 1, cuyo magistrado ha tomado esta decisión. Foto. EP.

Segunda oportunidad: La Justicia perdona una deuda de 100.559 € a un constructor

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31/12/2024 00:35
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Actualizado: 01/1/2025 02:57
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El magistrado Eduardo M. Enrech Larrea, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Lleida/Lérida, ha perdonado una deuda de 100.559,25 euros a un vecino de Ponts, una población de 2.710 habitantes, cuya situación de insolvencia y endeudamiento se originó con el cierre de su empresa, dedicada a la construcción, en el año 2011, y no poder hacer frente a los pagos pendientes tanto con bancos como con la Seguridad Social.

De este modo, el magistrado ha aplicado a este ciudadano la Ley de la Segunda Oportunidad y, por lo tanto, le ha exonerado del pasivo insatisfecho.

En cuanto a los hechos, cabe remontarse al 2010 cuando el hombre constituyó una empresa dedicada a la construcción y al movimiento de tierra con maquinaria pesada.

La crisis inmobiliaria de 2008 todavía le pasó factura. En 2011 se vio obligado a cerrar su empresa, lo que marcó una serie de circunstancias adversas que contribuyeron a su situación financiera precaria.

La crisis estaba presente, pero luchando y trabajando duro pensaba que podría hacer frente a ella, aunque no sucedió», lamenta.

Había adquirido obligaciones de pago avalando como administrador a sociedades. Tras ello, y viendo que no podría cumplir con ellas, además de sufrir una depresión, encontró a una persona que le aseguró que si le vendía las participaciones sociales se haría cargo de las deudas, pero no fue así, sino todo lo contrario.

De este modo, las citadas obligaciones de pago que su empresa tenía pendientes con la Tesorería General de la Seguridad Social se le derivaron a él como persona física en el año 2013.

Por esta razón, en ese momento no pudo solicitar el acogerse al procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad, puesto que tenía derivaciones, hasta recientemente, transcurrido el período de los 10 años desde la firmeza de la derivación hasta el momento de la solicitud de la exoneración del pasivo insatisfecho. «Fueron tiempos de mucho sufrimiento», recuerda.

ACOSO DE BANCOS

A esto hubo que sumar toda la presión que hacían las entidades bancarias mediante constantes llamadas telefónicas, mensajes y cartas.

«Me llamaban a todas horas des de diferentes números desconocidos y si no respondían me enviaban mensajes, además de también recibir numerosas cartas. Desde las 7.00 hasta las 22.00 horas el teléfono no paraba de sonar. Era una auténtica pesadilla», relata el vecino de Ponts.

Por su parte, la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Abogados, Marta Bergadà, comenta que «nuevamente nos encontramos ante un caso en el que las presiones ejercidas por las entidades bancarias, además de cruzar la línea ética, pasaron factura a la salud mental y bienestar del hombre».

Asimismo, cabe indicar que, pese a que la deuda con la Seguridad Social no era del todo exonerable, parte de ella sí, lo que le permitía cumplir con el pago de ésta al verse exonerado de otros pasivos.

Por ello, a principios de año empezó a buscar información sobre la Ley de la Segunda Oportunidad y, a través de las redes sociales, en abril dio con el Foro de Facebook de la Ley de la Segunda Oportunidad, que gestiona Bergadà Abogados y personalmente su CEO, Marta Bergadà.

«Empecé a leer y vi que todas las consultas eran respondidas con una gran profesionalidad y que, además, ya había ganado casos similares al mío, así que me puse en contacto con Bergadà Abogados. Dada la proximidad de Ponts con Agramunt, donde se encuentra el despacho, concerté una cita presencial en la que exponer mi caso», explica.

PARTE DE LAS DEUDAS NO SON EXONERABLES

Por su parte, Marta Bergadà comenta que «cuando nos explicó toda su situación, cómo se había originado la deuda y nos aportó la correspondiente documentación que el equipo de Bergadà Abogados le solicitamos vimos claramente que se trataba de un deudor de buena fe, honesto pero desafortunado, y, por lo tanto, se podía acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad. Además, como hacemos en todos los casos, estuvimos en todo momento al lado de nuestro cliente, ya que durante años tanto él como su familia lo habían pasado muy mal y necesitaba mucho apoyo moral».

La buena noticia llegó recientemente, cuando el magistrado perdonó al hombre la deuda de 100.559,25 euros. «Desde que se inició el procedimiento hasta que fui exonerado del pasivo insatisfecho pasé muchos nervios, ya que con el verano de por medio se alargó un poco más de lo esperado. Pero lo cierto es que cuando recibí la llamada de Bergadà Abogados diciéndome que se me perdonaban las deudas sentí una gran alegría, me puse muy feliz», explica.

«Ahora veo el futuro con otras expectativas, libre de miedos. Podré tener una vida mucho más tranquila y sin preocupaciones, algo que durante años no he tenido», señala.

Bergadà recuerda que el espíritu de la Ley de la Segunda Oportunidad es posibilitar que los emprendedores puedan reiniciar de nuevo emprendimientos y sean rehabilitados económicamente, para que generen riqueza. «Parte de las deudas no son exonerables, pues son deudas públicas, pero confiamos en que las normas de exoneración vayan mejorando y en un futuro no lejano puedan verse exoneradas también ese tipo de deudas que, en definitiva, son con las que más cuentan los empresarios y emprendedores», puntualiza.

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