¿Quién es el magistrado del juicio contra Luis Rubiales que corrige a testigos, abogados y fiscales?
El magistrado junto a la letrada de la Administración de Justicia, Isabel Rodríguez. De espaldas, el seleccionador nacional Luis de la Fuente. Foto: AN.

¿Quién es el magistrado del juicio contra Luis Rubiales que corrige a testigos, abogados y fiscales?

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06/2/2025 01:11
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Actualizado: 06/2/2025 07:33
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José Manuel Fernández-Prieto González, 70 años, titular del Juzgado Central de lo Penal Único de la Audiencia Nacional, con casi 41 años de ejercicio en la carrera judicial, está sorprendiendo a propios y extraños por cómo está conduciendo el juicio contra Luis Rubiales. Porque no tiene inconveniente en cortar, rectificar o llamar la atención a testigos, abogados y la fiscal si considera que la cosa no transcurre como debería.

Al seleccionador nacional, Luis de la Fuente, le «leyó la cartilla» cuando contestó a la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez Gil, que le había preguntado si había estado en la Asamblea Extraordinaria en la que Rubiales no dimitió, «Yo no vengo a hablar de ese tema».

A Fernández-Prieto le faltaron segundos para dejarle muy claro al hombre que consiguió la tercera Copa de Europa de selecciones de fútbol para España: «Usted viene a hablar de lo que se le pregunte. No elige de lo que va a hablar. Usted tiene que responder. Si lo sabe, lo sabe y si no lo sabe, no lo sabe. Si estaba, estaba. Y si no estaba no se estaba. Se se acuerda, se acuerda y si no se acuerda, no se acuerda. Tiene que contestar a lo que se le pregunte con obligación de decir la verdad. Continuamos».

Pero ahí acabó la cosa. Porque cuando la teniente fiscal Durántez le preguntó a continuación si se mostró favorable a la continuidad en el puesto de Rubiales, el juez volvió a salir al quite, interrumpiéndola. A lo que esta contestó «protesto, señoría». Y dejó de preguntar.

Previamente Fernández-Prieto le había dirigido una fuerte andanada a Durántez: «Lo que no se puede es que le pongamos un foco a este chico —en referencia a Luis de la Fuente— para que diga lo que usted quiere. Fiscal, queréllese contra este chico, pero continuemos el juicio».

El seleccionador Luis de la Fuente respondiendo a las preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez. Foto: AN.

ES EL JUICIO DE DURÁNTEZ, LA TENIENTE FISCAL

Para Durántez, que lleva sobre su espaldas el interrogatorio principal, este es «su caso». Porque ella fue la que firmó la querella contra Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, contra Jorge Vilda, seleccionador de la nacional femenina ganadora de la Copa Mundial, Rubén Ribera, director de marketing de RFEF, y Albert Luque, director deportivo de la Selección. Y también la que articuló el escrito de acusación contra los cuatro.

Para Rubiales, Durántez pide dos años y seis meses de prisión por un delito de agresión sexual –por el beso no consentido a la jugadora Jennifer Hermoso– y por un delito de coacciones; para el resto, un año y seis meses, por coacciones. Y para todos ellos una indemnizacion conjunta y solidaria a Jennifer Hermoso de 50.000 euros.

Durántez, es evidente, se juega su prestigio profesional, de ahí su afán por ser muy incisiva, lo que el magistrado a veces no ve necesario.

No ha sido la única vez. Durante el interrogatorio al exjefe de gabinete de Rubiales, José María Timón, cuando la teniente fiscal señaló contradicciones en el relato del testigo el magistrado la cortó y le preguntó: «¿Está insinuando que el testigo está callándose algo?». A lo que Durántez contestó que sí. «Le digo lo mismo que le dije ayer: queréllese contra él si cree que ha incurrido en un falso testimonio. Es un interrogatorio que no lleva a ningún lado. Continuemos».

Fernández-Prieto ha venido dejando muy claro que le cansan las malas preguntas, los interrogatorios deficientes, las salidas de pata de banco y que el juicio lo dirige él.

El magistrado insta a las acusaciones a no forzar contradicciones y pide a la defensa evitar comentarios propios de las conclusiones, recordando que los testigos declaran sobre hechos, no valoraciones.

Al exjefe de Comunicación de la RFEF, Pablo García Cuervo, le advirtió, después de protagonizar una declaración muy desafiiante, que su paciencia tenía un límite. «Quiero saber las cosas con claridad, no con chulería», le espetó.

La teniente fiscal Marta Durántez ha hecho de esta causa, «su causa», y se está empleando a fondo para demostrar la culpabilidad de los cuatro acusados. Foto: AN.
El magistrado Fernández-Prieto en una de sus intervenciones. Junto a él, la secretaria judicial, Isabel Rodríguez. Foto: AN.

MUCHOS TIROS PEGADOS

Fernández-Prieto ha venido dejando muy claro que le cansan las malas preguntas, los interrogatorios deficientes, las salidas de pata de banco y que el juicio lo dirige él. Con casi 41 años de ejercicio de la profesión, a un año y nueve meses de la jubilación, ya está de vuelta de todo y aprecia lo más valioso: el tiempo. No quiere perderlo. De ahí su marcaje a unos y a otros.

Algunos, dentro de la carrera, lo han comparado, en estilo, al actual presidente en funciones de la Sala de lo Penal, Alfonso Guevara; son dos estilos distintos. Fernández-Prieto escucha y contesta de forma apasionada con un tono que a algunos les chirría, pero que a los asistentes no hay duda de que les impone. Pero no hay nada que puedan hacer. Es su sala y conoce muy bien sus potestades.

Fernández-Prieto, como juez, pertenece a una promoción histórica, la de 1983. Fue la primera promoción unificada de jueces y fiscales a la que pertenecen los magistrados del Tribunal Supremo Antonio del Moral, Wenceslao Olea, Ana Ferrer, o Diego Córdoba Castroverde. También los fiscales de Sala Salvador Viada y Jaime Moreno o los magistrados de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, Manuela Fernández Prado o Santiago Pedraz.

Una promoción en la que el número uno fue Agustín Picón Palacio, destinado en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, y número 2 Antonio del Moral, que eligió la carrera fiscal.

Este magistrado comenzó su carrera en la judicatura como juez de distrito en 1984 en la población de Castuera, Badajoz, donde permaneció unos meses, para regresar después al Juzgado de Distrito 25 de Madrid. En 1989 pasó a ser titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Getafe, localidad cercana a Madrid.

Su siguiente destino fue el Juzgado de Instrucción 27 de Madrid y más tarde el Juzgado de lo Penal 1 de la capital de España. En 2002 ocupó destino en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, bajo la presidencia de Pedro Rodríguez.

Allí permaneció durante 17 años, hasta que la jubilación voluntaria de José María Vázquez Honrubia, a mediados de 2019, le permitió optar al puesto desde el que dirige el primer juicio mediático de este 2025 recién comenzado. Un juicio en el que no admite ni bromas, salidas de pata de banco ni pérdidas de tiempo.

Los abogados consultados afirman que es de trato agradable y afable pero que le gusta tener bien atado los juicios que le corresponden y que le disguta cuando el abogado no tiene clara la estrategia legal y empieza a divagar.

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