Un despacho consigue el «gran hito» de la Segunda Oportunidad: exoneran a su cliente de una deuda pública de más de 100.000 euros
El auto, con cuestión prejudicial ante el TJUE, exonera al deudor por encima de los límites de la Ley de Segunda Oportunidad. Foto: Confilegal

Un despacho consigue el «gran hito» de la Segunda Oportunidad: exoneran a su cliente de una deuda pública de más de 100.000 euros

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29/6/2025 05:38
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Actualizado: 29/6/2025 10:27
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El Juzgado de lo Mercantil nº19 de Madrid ha reconocido las pretensiones del hombre, autónomo, y le ha concedido la Segunda Oportunidad merecida. Ello, exonerándole más de 100.000 euros de deuda pública. Algo que supone un hito en esta normativa, que especifica que no se podrán perdonar más de 10.000 euros de Hacienda, y 10.000 euros de Seguridad Social.

La Ley de Segunda Oportunidad está diseñada para ayudar a los ciudadanos a poder comenzar de cero. Ello, a través de una cancelación definitiva de sus deudas.

Normativa que, sin embargo, pone límites en el caso de la deuda pública. Así pues, aquellos que necesiten cancelar estas deudas asfixiantes, únicamente podrán librarse de 10.000 euros en Hacienda y Seguridad Social, sin eximirse la deuda contraída con otras entidades públicas.

Un límite que, sin embargo, cambia gracias al auto fallado recientemente por el Juzgado de lo Mercantil nº19 de Madrid. Y es que el caso de un autónomo, que debía más de 100.000 euros a la Administración pública, se ha convertido en un hito.

Una exoneración que llegaba a Europa

Así pues, el hombre contaba con una deuda de 116.000 euros con la Seguridad Social. Otros 40.000 euros con Hacienda. Y más de 1.000 euros con el Ayuntamiento de Madrid. Una situación que era insostenible, y ante la que acudió a sus abogados en busca de una segunda oportunidad para comenzar de cero.

«Con la ley actual, sólo se podrían haber exonerado 10.000 de seguridad social, 10.000 de hacienda, y nada del Ayuntamiento. Porque aquí, la ley es muy clara, la deuda pública no se exonera a excepción de estos dos supuestos, y con estos dos límites», explica la abogada Elvira Sancho, de Área Jurídica Global, quien ha gestionado el caso.

Un concurso que, sin embargo, quedaba paralizado. Y es que el magistrado decidía suspender el procedimiento, al haber elevado una cuestión prejudicial ante el TJUE por un caso similar.

«En abril de este año, se resolvió la cuestión prejudicial. Y lo que viene a decir Europa es que la ley nacional puede excluir ciertos créditos de la exoneración, pero siempre y cuando esté debidamente justificado», valora la letrada.

Una justificación que, además, el TJUE pone en las manos del juez que esté valorando el caso en concreto.

«Lo que dice Europa es que se tiene que justificar con arreglo a la norma nacional. Y compete al juez nacional al que decida si está justificado», afirma.

El juez le da una verdadera Segunda Oportunidad

«En este caso, el magistrado, con las dudas que ya tenía, considera que no está debidamente justificado, porque carece de fundamento, como de soporte legal», explica Elvira Sancho a Confilegal.

Algo que el propio magistrado expone en el auto. Y es que, para el juez, la frase «la especial relevancia de su satisfacción para una sociedad justa y solidaria, asentada en el Estado de Derecho», con la que la Ley expone los límites de la exoneración de la deuda es «una frase hueca, lacónica y ambigua».

«Él considera que lo justo y necesario sería reconocer la exoneración completa de la deuda pública. En este caso, porque este hombre era autónomo, y sería la única manera real de ofrecerle una segunda oportunidad», valora la abogada. Una decisión que toma el juez, exonerándole de todas las deudas.

«No solo rompe con los límites de los 10.000 euros, sino que también exonera de otras deudas públicas, como en este caso es el Ayuntamiento de Madrid», celebra Sancho.

Una decisión judicial que alivia a este autónomo trabajador. Y que muestra que la Ley de Segunda Oportunidad es, en ocasiones, «injusta».

«¿Por qué 10.000 euros?  Es arbitrario, y no conocemos la razón real del legislador para poner esta cantidad. Porque una sociedad justa contemplaría exonerar estas deudas. Sobre todo, para personas que han trabajado duro, que han creado empleo. Ahora, privarles el poder empezar de cero, y acarrear una mochila de 50.000, rompe el espíritu de la ley de segunda oportunidad», lamenta la abogada. Una realidad que, en ocasiones como ésta, llega a hacer justicia en los tribunales.

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