La Audiencia Nacional absuelve al exembajador de España en Finlandia, Marcos Vega
Marcos Vega, embajador de España en Finlandia entre 2011 y 2012, puesto del que fue apartado por una denuncia del canciller, de la que ahora la Audiencia Nacional le ha absuelto. Confilegal.

La Audiencia Nacional absuelve al exembajador de España en Finlandia, Marcos Vega

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18/4/2016 14:32
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Actualizado: 24/9/2018 15:49
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Marcos Vega, embajador de España en Finlandia entre 2011 y 2012, ha sido absuelto por la Audiencia Nacional de los delitos de malversación, prevaricación y falsedad documental por los que la Fiscalía y la Abogacía del Estado solicitaban una pena de 10 años de prisión y 21 de inhabilitación.

A Vega lo acusaban de haber contratado irregularmente en 2011 a dos empleadas para trabajar en la residencia del embajador.

«Nada fue para su provecho particular o personal, más allá de la satisfacción que como funcionario encargado pudiera obtener del mejor funcionamiento de la residencia«, dice la sentencia suscrita por los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Manuela Fernández, presidenta, Ramón Sáez Valcárcel y Fermín Echarri Casi.

Se termina así una pesadilla para el embajador Vega que ha durado cuatro años, durante los cuales ha estado apartado del servicio activo, truncando, temporalmente, una carrera brillante, que ahora, se supone, reanudará con todos los parabienes.

«Finalmente, la verdad ha emergido, como yo esperaba. Han sido cuatro años muy duros, que no habría podido soportar si no hubiera tenido el apoyo de mi familia, que nunca dudó de mi inocencia», declaró el embajador Vega a Confilegal visiblemente feliz.

«En el juicio ha quedado demostrado que todo lo hice como máximo responsable y en interés de la representación española en Finlandia. Mi nombre ha quedado limpio. Ahora espero que el Ministerio de Asuntos Exteriores me reintegre a un destino de similar responsabilidad a aquel del que nunca debí haber salido», añadió.

José María Garzón, el abogado defensor del embajador, por su parte, manifestó su satisfacción por el resultado: «Este caso jamás debería haber llegado tan lejos porque se ha perjudicado la carrera de un hombre bueno y muy profesional. El tribunal ha hecho suyas nuestras tesis. Como abogado no puedo pedir más».

LO SUCEDIDO

Los tres magistrados consideran probados que en 2011, cuando el acusado tomó posesión de la Embajada, se encontró con la dimisión del mayordomo y la baja de la empleada doméstica.

Debido a esa circunstancia se creó «una situación de urgencia, a la que trató de atender de manera provisional, con cargo a una partida presupuestaria que permite hacer pagos menores por prestación de servicios en casos de necesidad».

Ante esta situación de urgencia, y ante la dificultad de contratar empleados en Helsinki, el embajador habló con el canciller, Ismael Medina, para reclutar a dos trabajadoras dispuestas a migrar a la capital de Finlandia para realizar el trabajo temporalmente.

Vega, dice la sentencia, localizó a una mujer en Filipinas y otra en Yemen. Incluso adelantó dinero de su propio bolsillo para pagar el viaje de una de ellas.

El tribunal considera acreditado que estas dos mujeres no tenían relación previa con el embajador, «que debió acudir a buscar trabajadoras dispuestas a migrar ante la insuficiencia del mercado local». Los salarios ofertados por la Embajada española eran muy bajos para el mercado local finlandés.

Su interés, según dice la sentencia -de la que ha sido ponente Sáez Valcárcel– «no era otro que el del servicio, pues ni conocía a las mujeres ni, posiblemente hubiera candidatas para la plaza; es por ello que debió acudir a trabajadoras migrantes, utilizando diversos cauces».

Tanto el fiscal como el abogado del Estado atribuían prevaricación el embajador por realizar una selección arbitraria, ajena a la normativa aplicable.

El tribunal distingue entre una irregularidad y una resolución arbitraria a sabiendas de su injusticia. Los jueces destacan que en el proceso de selección participaron otros dos funcionarios, el mencionado canciller Medina -que fue quien presentó la denuncia contra el embajador Vega- y una auxiliar de la embajada; ninguno de los dos puso objeción alguna.

La fórmula elegida para cubrir el servicio no fue la prevista en tanto que se apartó de las normas que contemplan el uso de los fondos en el exterior, si bien, como reconoció uno de los testigos del Ministerio de Asuntos Exteriores, «por necesidades del servicio era habitual contratar personal eventual sin acreditación».

«El embajador primó las razones de urgente necesidad», concluye la sentencia.

La querella contra Vega fue impulsada -sobre la denuncia de Medina-, por el entonces subsecretario (número 3) del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación-, Rafael Mendívil, actualmente embajador de España en Turquía, Azerbayán y Georgia.

QUIÉN ES EL EMBAJADOR VEGA

Vega Gómez fue nombrado embajador en Finlandia en marzo de 2011 por la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, y se suponía que ese destino iba a ser una promoción y «un descanso».

El diplomático había representado durante 5 años a España en Yemen, de 2006 a 2010. Y antes, entre 2003 y 2005 había sido embajador en Irak. En aquella época le correspondió afrontar el asesinato de los siete agentes del CESID (actual CNI), tras una emboscada mortal, y su repatriación.

Desde 2002 a 2003 ocupó el puesto de consejero en Trípoli, Libia, y dos años antes, entre 1999 y 2002 fue consejero cultural de nuestra embajada en Moscú y director del Instituto Cervantes.

Cuando tomó posesión de la legación diplomática en Finlandia Vega era, sin duda, uno de los diplomáticos españoles con mejores contactos y conocimientos sobre los países del Oriente Próximo y el Magreb.

 

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