La composición de la Audiencia Nacional y la figura del «juez estrella»
La Audiencia Nacional, surgida en 1977, se concibió como un órgano judicial con jurisdicción en toda España para responder de forma centralizada y especializada a una serie de delitos de especial complejidad, como el terrorismo, la falsificación de monedas, los delitos económicos graves, el narcotráfico organizado y las causas de justicia universal.
En la actualidad, el terrorismo, sobre todo del yihadista, supone una cuarta parte de las diligencias previas abiertas por los juzgados centrales de instrucción. Y seguirá ocupando la mayor parte de la actividad de la Audiencia, cuyo modelo está siendo imitado por muchos países. “Si desapareciera habría que reinventarla”, sostiene su actual presidente José Ramón Navarro.
La Audiencia se compone de seis juzgados centrales de instrucción penal, así como de cuatro salas: de Apelación, Penal, Contencioso-administrativo y Social. Además, a este órgano judicial están adscritos 12 juzgados centrales de lo contencioso, un juzgado central de lo penal y un Juzgado de Menores.
Las competencias de la Audiencia Nacional en materia penal son las mismas desde 1985 y están recogidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ). Entre otros asuntos, se ocupa de aquellos delitos que revisten mayor gravedad como el terrorismo, crimen organizado, narcotráfico, contra la Corona o económicos que causan grave perjuicio a la economía nacional.
El primer presidente de la Audiencia Nacional fue Ángel Escudero del Corral a quien siguieron Rafael de Mendizábal, Gonzalo de la Concha, Fernando de Mateo, Clemente Auger, Carlos Dívar –que fue posteriormente presidente del Tribunal Supremo y el primero en dimitir de este cargo en democracia, tras saltar el escándalo sobre unos viajes cargados a las cuentas públicas–, Ángel Juanes y José Ramón Navarro.
Los ‘jueces estrella’ de la Audiencia Nacional: Quiénes son y por qué
Ha sido también la casa de los denominados ‘jueces estrella‘, que desde principios de los años 90 han copado las portadas de telediarios y periódicos con la información sobre sus resoluciones y que tuvo a su principal exponente en Baltasar Garzón, quien además de personalizar la lucha de este órgano contra ETA, los GAL y el narcotráfico adoptó decisiones cuyo interés traspasó las fronteras, como fue la orden de detención del dictador chileno Augusto Pinochet en octubre de 1998, a quien acusó de genocidio y torturas.
Célebres también han sido, por su trascendencia, las decisiones adoptadas por otros magistrados como Juan del Olmo (instructor del caso por los atentados del 11-M), Fernando Grande-Marlaska (Instructor del caso Faisán), Santiago Pedraz (instructor del caso del asesinato del reportero José Couso por militares estadounidenses en Bagdad o sobre el genocidio en Guatemala), Fernando Andreu (instructor del caso Bankia), Ismael Moreno (instruyó Novacaixagalicia), Javier Gómez Bermúdez (famoso por presidir la sala de la Audiencia Nacional que juzgó el caso de los atentados del 11 M), o Pablo Ruz (instructor de la primera época de Gürtel, la corrupción urbanística de Pretoria, la contabilidad B del PP o el fichaje de Neymar).
También hay otros magistrados más recientes en la Audiencia Nacional como Eloy Velasco (instructor de la trama Púnica o el caso Vitaldent), Carmen Lamela (única juez de instrucción mujer de la Audiencia Nacional) o el último ocupante del Juzgado Central de Instrucción número 5, José de la Mata (de carácter menos mediático y que se ha ocupado de la instrucción del caso Gürtel o la financiación irregular del PP, o los negocios de la familia Pujol).
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