7 juristas abordan los principales retos pendientes en el Día de la Mujer Trabajadora
Margarita Robles, Victoria Ortga, Lourdes Arastey, Ángeles Carmona, Sonia Gumpert, Gloria Poyatos y Mara Monreal.

7 juristas abordan los principales retos pendientes en el Día de la Mujer Trabajadora

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08/3/2017 05:59
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Actualizado: 14/1/2019 16:04
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El Día Internacional de la Mujer Trabajadora es un día para conmemorar, pero también es un día para recordar que aún queda mucho camino por recorrer para lograr una sociedad igualitaria donde la mujer ocupe el papel que le corresponde en términos de equidad.

En España las mujeres cobran un 23% menos que los hombres.

En la justicia española apenas el 13% de las plazas del Alto Tribunal son ocupadas por mujeres. Solo hay una mujer que presida un Tribunal Superior de Justicia, en este caso Valencia, con Pilar de la Oliva. Y sólo 9 de las 50 presidencias de las Audiencias Provinciales de nuestro país son dirigidas por una magistrada.

Estos días, tras la reciente designación de candidatos para la renovación de magistrados del Tribunal Constitucional se ha podido comprobar que éste volverá a quedarse tal y como estaba, solo habrá dos mujeres entre sus doce miembros.

Y en el mundo de la Abogacía ocurre algo similar. Casi el 50% del colectivo son mujeres, sin embargo, éstas representan menos del 16% de los socios de los bufetes.

Además, solo 12 de los 83 abogados que ejercen en la actualidad de decanos de Colegios de Abogados son mujeres, a los que hay que unir 4 consejeras, incluidas la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Victoria Ortega.

Para analizar los principales retos que tienen las mujeres juristas Confilegal ha preguntado a destacadas mujeres dentro del ámbito jurídico.

Margarita Robles, diputada socialista y magistrada en servicios especiales. (La Sexta).

Margarita Robles, magistrada en servicios especiales y presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados subraya que «hay que eliminar los obstáculos, que en muchos casos son prejuicios, para que las mujeres puedan acceder en igualdad de condiciones a los puestos discrecionales, magistradas del Tribunal Supremo, del Constitucional o de los Tribunales Superiores de Justicia. El objetivo es conseguir la representación equilibrada entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, en todas las instituciones. Conviene recordar que las mujeres representan un 52 por ciento de la carrera judicial».

«Las miles de mujeres que hemos roto techos de cristal, tenemos que seguir siendo valientes, y para ello, es preciso fomentar políticas que fortalezcan la corresponsabilidad», indica Robles.

«Un día como hoy, también quiero expresar mi solidaridad con las mujeres que están en huelga de hambre por violencia de género. En este sentido, me gustaría insistir en la idea de un Pacto de Estado en esta materia», indica Robles. Asimismo, «sería conveniente que Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género vuelva a ser lo que fue, en su momento, impulsando medidas en la lucha contra la violencia de género”.

Lourdes Arastey, magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo.

Para Lourdes Arastey, magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, «La igualdad de oportunidades real y efectiva de las mujeres en el ámbito del Derecho no es una realidad completa aún. Pese a los avances que se han producido en el plano formal, muy marcadamente tras la Ley Orgánica de Igualdad de 2007, las estructuras profesionales en el mundo jurídico siguen siendo netamente masculinas».

Y señala que, en este sentido, «el ejemplo de la Judicatura es tremendamente revelador: una carrera en donde las mujeres son mayoría, pero que no ocupan los cargos de mayor rango. En pleno siglo XXI todavía sorprende que un tribunal pueda estar formado solo por mujeres y, sin embargo, nadie ve nada extraordinario si los tres integrantes de una concreta sala de justicia son hombres». 

En el ámbito del empleo se da el mismo esquema, «con una tendencia muy preocupante a limitar la intervención normativa y de los poderes públicos a la instauración de los llamados derechos de conciliación de la vida laboral y familiar que, olvidando su verdadera finalidad de corresponsabilizar a los hombres en las obligaciones familiares, se están consagrando, en la práctica, como instrumento de perpetuación del rol clásico de las mujeres como cuidadoras de la familia», indica la magistrada.

Según Arastey «Así, las mujeres acumulan periodos de alejamiento de la vida profesional, incrementan su brecha salarial, son las que más sufren los efectos de las crisis de las empresas y las que, como consecuencia de todo ello, las que menos protección en prestaciones de Seguridad Social acaban obteniendo. Se elude, en suma, el objetivo de la plena igualdad de oportunidades. Resulta revelador el retraso en la entrada en vigor del permiso de paternidad de un mes, figura que era de gran importancia si se quería poner de relieve la necesidad de que las cargas familiares sean asumidas por los dos sexos sin distinción».

Gloria Poyatos, presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de España, es magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Confilegal.

Gloria Poyatos, presidenta de Asociación de Mujeres Juezas, (AMJE), subraya que su reto por la igualdad es «que acabe la violencia sexual extrema que sufren millones de mujeres y niñas en los conflictos armados». Se trata de un «arma secreta en todo conflicto armado que se reproduce sistemáticamente bajo la mirada anodina del planeta, cuya crueldad debiera escandalizar la moral del mundo civilizado: es la violencia sexual extrema que se inflige sobre las mujeres . Una batalla que se perpetra en el cuerpo de ellas, que son el botín de una guerra decidida, financiada y ejecutada por hombres».

Según Poyatos, «La tolerancia internacional de la más perversa violencia sexual contra mujeres y niñas de cualquier nacionalidad perpetúa la violencia de género y el rol de pertenecer a una ciudadanía de segunda clase, es una de las más aberrantes expresiones del machismo, bajo la consideración de la mujer como objeto y no sujeto».

Y concluye afirmando que «Las violaciones son el reflejo del estado de subordinación de la mujer en nuestra sociedad. La violencia sexual solo cesará cuando el estatus de la mujer cambie y cuando la vergüenza sea puesta en los violadores y no en las víctimas. Las mujeres no mueren por las balas, sino por la indiferencia».

Ángeles Carmona es la presidenta del Observatorio contra la violencia doméstica y de género y vocal el CGPJ. Confilegal.

Desde el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, su presidenta, la vocal del Consejo General del Poder Judicial, Ángeles Carmona, subraya que «hay que destacar la importancia de todo lo hasta ahora conseguido, que es mucho, aunque es evidente que no debemos caer en la autocomplacencia, queda mucho por hacer: todo lo necesario, hasta que no haya ni una sola mujer asesinada, hasta que no exista una sola víctima de violencia de género. Ése y no otro, por utópico que pueda sonar, debe ser, es, nuestro objetivo».

«Para lo anterior es imprescindible la ruptura del silencio de las víctimas, en una doble vertiente:

– En relación con las víctimas, informándolas y asistiéndolas desde el primer momento, desde antes de la interposición de la denuncia, ayudándolas, acompañándolas y sobre todo protegiéndolas y garantizándoles una ayuda integral. Que sean conscientes que la justicia y las instituciones estamos siempre de su lado
– En relación con la sociedad, en el entorno de las personas que rodean a las víctimas: familia, amigos, compañeros de colegio, institutos, en su entorno laboral, también en el ámbito socio-sanitario, resulta fundamental una labor de educación en la igualdad y el respeto, siendo vital el papel de los medios de comunicación», mantiene Carmona.
Hasta 1922 las mujeres no fueron admitidas para ejercer, y no en todos los Colegios

Desde el mundo de la Abogacía recuerdan que hasta 1922 las mujeres no fueron admitidas para ejercer, y no en todos los Colegios. Aunque actualmente casi el 50% del colectivo son mujeres, «una cifra que no es sinónimo de una efectiva equiparación a todos los niveles en el ejercicio y en toda la extensión de la profesión», como recuerda Victoria Ortega,  presidenta del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

Victoria Ortega es la presidenta del Consejo General de la Abogacía España. Confilegal.

Ortega señala a Confilegal que «El 8 de marzo es un día importante porque simboliza la lucha de las mujeres por sus derechos. Hemos avanzado mucho en este ámbito, pero hay un largo camino por recorrer que se plasma en las cifras de desigualdad que se difunden estos días: desigualdad salarial, desigualdad en el acceso a los cargos de representación o a los niveles superiores de las organizaciones, desigualdad en la responsabilidad de cuidado de hijos o familiares, etc. Es importante reconocer todo lo que las mujeres hemos avanzado en estos años, pero para que una sociedad sea reamente democrática y justa, hay que eliminar cualquier atisbo de discriminación».

Y por ello, «ayer mismo hemos constituido un grupo de trabajo en el CGAE para trabajar en este sentido porque entendemos que el enfoque de género debe incorporarse en la actuación letrada como herramienta de cambio social. Es imprescindible aprender a identificar y eliminar prejuicios y estereotipos que mantienen y reproducen distintos modos de discriminación».

«Los profesionales de la Abogacía han de ser conscientes de la importancia de incluir el enfoque de género en sus actuaciones para utilizar el derecho como un mecanismo generador de igualdad y promotor de un cambio social que favorezca relaciones de equidad y no discriminación», indica Ortega.

Para Sonia Gumpert, decana del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM)

Para Sonia Gumpert, decana del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), «Estamos en marzo de 2017 y la desigualdad de género todavía persiste a unos niveles alarmantes. Sin excepción, el sexismo está muy presente en todos los ámbitos de la sociedad, también en el mundo de la abogacía y de la justicia. Falta conciencia, pero sobre todo falta educación».

Según la decana de los abogados madrileños, y tal como proclamaba el Manifiesto de la IV Cumbre de Mujeres Juristas que «la educación es un pilar básico de la sociedad para respetar los derechos de todos los seres humanos. Por eso la lucha por la igualdad real de la mujer pasa por educar a niñas y niños desde casa y desde la escuela, pero también desde los medios de comunicación. Y es tarea de mujeres y hombres por igual. Concienciar a la infancia y a la juventud debe ser una tarea inmediata. Pero no la única. Sólo el 20% de los cargos en los Consejos de las empresas del Ibex están ocupados por mujeres», asegura Gumpert.

«En el Día Internacional de la Mujer debemos reivindicar la igualdad real de la mujer en el trabajo y luchar por una conciliación laboral y familiar efectiva. Pero no debemos engañarnos, esto es un fenómeno universal que no solo afecta a la economía o al hogar».

En este sentido sostiene que «La desigualdad de género también es, sobre todo, violencia contra niñas y mujeres en todos los países. Ablaciones, agresiones sexuales y futuros inciertos en el caso de mujeres refugiadas. La desigualdad también afecta a la vida de millones de mujeres víctimas del sexismo que necesitan que sus derechos humanos estén garantizados. Es aquí donde las juristas, y los juristas también, debemos incidir: en el cumplimiento y la mejora de los derechos humanos en España y en todo el mundo, en la asistencia a las víctimas y en la formación de abogadas, abogados y personas del mundo jurídico especializadas en estas materias».

La abogada Mara Monreal es la nueva presidencia de la Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ), que agrupa a más de 60.000 abogados.

Mara Monreal, Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ), afirma que «el principal reto que las Abogadas jóvenes tenemos entre manos es cumplir y hacer realidad los retos de nuestras compañeras de más edad, nos toca construir un futuro en igualdad donde las niñas tengan referentes en mujeres para verse reflejadas, grandes juristas, Decanas, magistradas, fiscales y abogadas que marquen puntos de inflexión en la historia ocupando puestos de gran responsabilidad como algo cotidiano y no de forma anecdótica».

En este sentido, Monreal asegura que «Necesitamos dar ejemplo con nuestra lucha para que cada vez sean más las que lleguen alto. Esto sería más fácil con la ayuda del Gobierno, y la redacción de leyes, sobre todo en el ámbito de la conciliación familiar y laboral».

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