El fiscal Salvador Viada cree que el Gobierno no asume un compromiso contra la corrupción
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24/5/2018 06:05
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Actualizado: 23/5/2018 21:01
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La falta de un compromiso claro del Gobierno sobre la corrupción es una situación que se viene lastrando en los últimos años. Claro y contundente como viene siendo habitual en este jurista, el fiscal del Tribunal Supremo, Salvador Viada, explicó en el I Congreso Nacional sobre Compliance en el sector público de la WCA y la Universidad de Castilla-La Mancha los problemas a la hora de luchar contra la corrupción en nuestro país.
Las irregularidades, incumplimientos normativos y el fraude cuestan a la Administración miles de millones de Euros anualmente. Estas cifras cercenan los maltrechos fondos públicos. También cuestionan la legitimidad de la Administración ante los ciudadanos y exponen a las propias instituciones a graves consecuencias legales y reputacionales.
En una mesa de debate que compartió con Juan Antonio Frago, fiscal de delitos económicos de A Coruña, Adan Nieto, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Castilla- La Mancha, profundo conocedor de este tema de cumplimiento normativo moderada por la letrada del Tribunal de Cuentas Isabel Vicente, Viada destaco tras leer un texto del presidente Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados que falta ese compromiso “porque creen que no hay mucha corrupción y son casos aislados”.
Para este jurista, cualquier miembro de la administración pública, desde el presidente del Gobierno hasta cualquiera de nuestros alcaldes “ debe tener la lucha contra la corrupción como una de sus prioridades pero al final no lo hacen. Curiosamente según las encuestas la corrupción es el segundo problema de los españoles y en Europa estamos a la cola en cuanto a la persecución de la misma. Para nuestro caso es algo superficial y aislado”.
A juicio de este fiscal del Tribunal Supremo “La corrupción tiene caras y apellidos no hay que convivir con ella, hay que acabar con ella. Una golfería detrás de otra”, aseveró Viada en su intervención, en referencia al concepto de corrupción con el que parece que aprendemos a convivir en vez de combatirlo. “Estamos metidos en un gran lodazal del que debemos salir”.
En su opinión ha llegado el momento de cambiar de actitud sobre todo nuestros políticos y funcionarios. Y empezar a considerar la corrupción como un fenómeno que hay que combatir. Porque hay personas que se están forrando a costa nuestra y que están produciendo un gasto gigantesco. Realmente son delincuentes”. Viada reconoce que hay otros valores que se anteponen a esa lucha “como es la lealtad al partido, el no perder votos o dar escándalos. Las denuncias internas no existen”, resaltó.
En conversación con CONFILEGAL, Salvador Viada subraya que el “compromiso de lucha contra la corrupción pasa por la reducción “drástica de aforamientos de nuestros políticos. La despolitización de nuestra justicia; despolitización del CGPJ, del Tribunal de Cuentas y de la Intervención General del Estado para lograr un mayor control político”. Y señala que el propio presidente del Gobierno debería ser más cuidadoso con sus declaraciones “y darse cuenta de la gravedad de la situación”.
Para Viada, al igual que en el sector privado los planes de compliance suponen el compromiso de la dirección con el cumplimiento de la ley. Y a partir de ahí toda la compañía se adapta a ese compromiso. “En la Administración ese compromiso de la dirección de la lucha contra la corrupción no existe. No podemos olvidar que la corrupción tiene dos lados, uno privado y otro publico que llegan a coincidir y entenderse por la via de los corruptos”
La esperanza de una Ley Orgánica contra la corrupción
Desde su punto de vista, la propuesta de Ciudadanos de una Ley Orgánica de lucha contra la corrupción y protección de los denunciantes que está en tramitación parlamentaria “es una buena noticia. Hay que tener esperanza en ella. La esperanza es que no se convierta, como tantas otras veces, en una excusa para seguir haciendo lo mismo. La Ley Orgánica de lucha contra la corrupción y protección de los denunciantes”.
Viada indicó que esta futura normativa “establece una especie de Compliance Officer institucional. Que es una agencia independiente de integridad pública. Si no la convierten en un cementerio de elefantes políticos, arrinconados, dispuestos a seguir viviendo los últimos años de su vida en esta agencia, y se convierte en algo prestigioso, algo independiente, algo vivo, algo dotado de medios, que evidencie esa voluntad política de luchar contra esto, tendremos alguna esperanza”.
En su ponencia Viada recordó que “Todos los programas de compliance tiene que ir orientados a forzar que el que manda se comprometa a luchar contra la corrupción. Lo más importante es que esos controles sean independientes y no caigan en manos de corruptos. Lo contrario, para mi, es seguir viviendo con el fenómeno de la corrupción”.
También recordó que “si no se empiezan a generar estos mecanismos de control, descansar en los subordinados la vigilancia de los superiores es completamente absurdo. Hay que crear mecanismos para que el subordinado, sobre todo cuando ve que la institución no te protege, al revés, está amparando este tipo de prácticas, no te vas a suicidar. Hay gente que lo ha hecho, con todo honor, y se ha suicidado, les han machacado. Eso no puede ser, Hay que luchar de otra manera”.
Para Viada en esa lucha contra la corrupción “hay que generar mecanismos de protección para las personas que denuncian; y garantizar el anonimato y que estén en manos de profesionales independientes”. También recordó que esta lacra “está bastante focalizada en la contratación pública, tanto a nivel estatal como en escenarios locales. Sin embargo ha crecido bastante porque nadie transmite el mensaje de lucha radical contra ella. No se le puede quitar la importancia que tiene en nuestro país”.
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