El Levante UD sale del concurso de acreedores y vuelve a ser un club estable y económicamente saneado
El Levante UD ha pasado 9 años en la UVI pero ha regresado a la solvencia y el equilibro económico. Levante UD.

El Levante UD sale del concurso de acreedores y vuelve a ser un club estable y económicamente saneado

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28/5/2018 06:13
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Actualizado: 02/8/2018 13:25
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El Levante Unión Deportiva, equipo de la Primera División -quedó en el puesto 15 este año-, ha salido finalmente del agujero en el que se metió en 2008, cuando estuvo a punto de ver embargado su estadio y la Ciudad Deportiva de Buñol, Valencia, y se vio al borde de la quiebra, por lo que tuvo que entrar en concurso de acreedores.

Diez años después, el Levante UD es un club potente estable y económicamente saneado, aunque todavía queda para que el titular del Juzgado Mercantil 2 de Valencia dicte oficialmente el acuerdo que concluye el concurso.

Fue la intervención del entonces titular de ese juzgado, el magistrado Fernando Presencia quien puso la primera piedra para recuperar la viabilidad.

El 7 de abril de 2009 suspendió de sus funciones al Consejo de Administración y a su presidente, Pedro Villarroel Guzmán, y nombró tres administradores concursases, Celestino Aparicio, Vicente Andreu y Mariano Durán.

Presencia evitó la subasta del estadio y de la Ciutat Deportiva del Levante UD, oponiéndose a la subasta que había ordenado un Juzgado de lo Social, solicitado por varios jugadores.

«La solución fue posible gracias a lo que se denomina el efecto inverso de la dación, que beneficia a todos aquellos clubs de fútbol que, encontrándose en una situación de insolvencia, sin embargo eran propietarios del estadio y éste estuviera hipotecado», explica Presencia.

«Los bancos, para evitar quedarse con el club, financiaron a Levante UD para alcanzar un acuerdo y llegar a un convenio de viabilidad. Esto fue lo que lo que ha ocurrido y me felicito de que este equipo haya visto finalmente la luz. Este ha sido el primer club de fútbol que ha salido del concurso gracias a esta fórmula», concluye el magistrado.

El concurso de acreedores fue instado por 80, entre los que se encontraban varios jugadores de la plantilla.

La deuda del Levante UD era de 88.752.412 euros, que se quedó en 61,4 millones tras la quita legal.

Hoy esa deuda es inferior a los 20 millones de euros. Sus activos -la Ciudad Deportiva Buñol (libre de cargas), el estadio Ciutat de València (hipotecado, pero con préstamos controlados) y la propia plantilla (sólo el jugador Lerma tiene un valor superior al de la deuda pendiente), lo que hace presagiar un futuro con pocos problemas económicos.

Con el crédito ordinario completamente abonado desde 2015, el Levante inició en la temporada 2015/16 el pago a los acreedores subordinados, que concluirá el próximo 30 de junio con el abono de 4’34 millones de euros al Ayuntamiento de Valencia, la Agencia Tributaria y Pedro Villarroel.

Esta temporada que ahora finaliza, el Levante UD ha logrado la permanencia con la media de salarios más baja de los 20 equipos de Primera División -556.000 euros anuales por jugador, según los datos del prestigioso informe internacional elaborado por Sporting Intelligence, (le precede, en 19º lugar, el Leganés, con 592.000 euros por jugador de media), el gasto global en la plantilla rondaba los 26 millones de euros (permitiendo, el «fiar-play» financiero, alcanzar los 32) y el club se ha gastado en traspasos, entre verano e invierno (Boateng, Doukouré, Bardhi, Sadiku e Ivi), cerca de 9 millones de euros.

 

 

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