La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes en un desayuno de Europa Press.
El presunto filtrador del Máster dice que no difundió datos de carácter personal
HA DECLARADO HOY EN LA QUERELLA DE CIFUENTES
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13/7/2018 10:04
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Actualizado: 13/7/2018 17:17
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El profesor de la Universidad Rey Juan Carlos Salvador Perelló, presunto filtrador del Máster de Cristina Cifuentes, ha defendido este viernes ante el juez que él filtró a la prensa los «pantallazos» del expediente académico que supuestamente demuestran que la expresidenta madrileña obtuvo el título con notas falsificadas.
No obstante, ha explicado que estos datos le llegaron de una «fuente anónima», por lo que no hubo acceso ilegal, y que aunque los difundió, eran expedientes académicos y no son de carácter personal, como trata de fundamentar la querella de Cifuentes, por lo que no están protegidos por el delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Así lo ha informado Jorge González Plage, abogado de Perelló, tras la declaración de su cliente en el Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid en calidad de querellado. Se trata de la querella interpuesta por Cifuentes contra los periodistas de ‘eldiario.es’ por un supuesto delito de revelación de secretos, por las informaciones que destaparon el caso.
Por otra parte, ha indicado que el director del máster de Cifuentes, Enrique Álvarez Conde, le manifestó ue «había hecho el gilipollas» tras comparecer en rueda de prensa el 21 de marzo para afirmar que la expresidenta había aprobado las asignaturas.
El letrado de Perelló ha dicho que lo que el profesor lo que ha hecho «es combatir la corrupción donde ha podido».
Durante la comparecencia ha respondido a todas la preguntas «ya que no hay nada que ocultar», ha insistido el letrado.
Asimismo, ha destacado que cuando recibieron la citación les sorprendió descubrir que la Universidad Rey Juan Carlos se ha sumado a la querella como «teórica perjudicada», pues consideran que la que tiene que dar explicaciones es la propia institución y no el profesor.
EL ‘CASO MÁSTER’
El pasado 21 de marzo ‘eldiario.es’ publicó que la expresidenta de la CAM obtuvo el título del Máster en Derecho Autonómico con notas falsificadas.
Entonces, la Rey Juan Carlos abrió una información reservada y al detectar indicios de delito presentó una denuncia ante la Fiscalía de Móstoles, que se unió una de estudiantes, y a otra de una catedrática de la Universidad de Salamanca.
La titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, abrió una investigación para averiguar lo ocurrido.
A raíz del proceso matriz del ‘Caso Máster», se han abierto al menos cuatro causas separadas.
Ya hay 14 investigados.
Los periodistas de ‘eldiario.es’ Ignacio Escolar y Raquel Ejerique han dicho que en la querella de Cifuentes han encontrado «unas cuantas mentiras» que no sostienen la acusación.
PERELLÓ Y GARRIDO HAN LLEGADO A UN ACUERDO
El profesor Salvador Perelló también tuvo ayer un acto de conciliación con el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, en el Juzgado de Instrucción número 60 de Madrid.
Alcanzaron un acuerdo que ha evitado una querella contra el ‘popular’ por sus declaraciones del pasado abril contra el profesor.
Garrido acusó al docente de actuar como los “psicópatas”.
Además, lo culpó de urdir el asunto “con acceso delictivo” al sistema informático de la Universidad Rey Juan Carlos.
Esto fue lo que dijo el presidente de la CAM: “El profesor P. Militante del Partido Socialista Obrero Español, estuvo durante tiempo, meses tal quizá, urdiendo todo este asunto con acceso ilimitado a los registros informáticos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, y seguramente al resto de los alumnos. Un acceso que desde luego, se puede calificar en cualquier caso como delictivo porque son datos protegidos”, “y lo que es más preocupante, dirigentes socialistas hablaron con él, fueron conocedores, por tanto, de este presunto delito y no dijeron nada”.
Perelló le envió un burofax reclamándole una rectificación pública de tales declaraciones, al entender que le acusó de un presunto delito de revelación de secretos y de descubrimiento.
Garrido pidió ayer disculpas al profesor. No lo hizo cara a cara, porque estaba en el Pleno de la Asamblea de Madrid, sino a través de su abogada, Fátima Rodríguez.
La letrada reprodujo un comunicado en nombre del presidente de la Comunidad de Madrid que decía: «Pido disculpas al señor Perelló por las expresiones manifestadas en el Congreso Nacional del Partido Popular de Sevilla».
CIFUENTES COMPARECERÁ EL 23 DE JULIO
Cifuentes estaba citada a declarar el pasado 26 de junio, pero no se presentó. A última hora alegó que padecía unas fuertes migrañas.
La magistrada Carmen Rodríguez-Medel ordenó que el médico forense asignado a su Juzgado visitara a Cifuentes en su domicilio para evaluar su estado de salud. Corroboró que las padecía.
Su declaración quedó pospuesta para el próximo 23 de julio, a las 16.30.
La expresidenta madrileña tenía que acudir al juzgado después de que la magistrada decidiera el día anterior desestimar la declinatoria solicitada por su defensa de anular la cita.
La abogada de Cifuentes había solicitado a Rodríguez-Medel que se inhibiera a favor del Tribunal Supremo para no romper la continencia de la causa y evitar pronunciamientos contradictorios.
La letrada considera que “la continencia” del proceso se rompería ante la posible investigación que abrirá el Alto Tribunal por la condición de aforado de Pablo Casado.
Por su parte, la juez señaló en un auto que no concurría las premisas expuestas por Cifuentes para trasladar la causa al no existir ninguna aforado investigado. Casado no está imputado.
LAS DECLARACIONES HECHAS HASTA EL MOMENTO
Varios profesores, entre ellos Elena Pérez, Manuel Arenilla y Esther González, aseguraron el pasado 26 de junio, al igual que otros docentes habían dicho el día anterior, que han comprobado que hubo más alumnos aprobados del Máster que cursó Cifuentes de los que verdaderamente ellos aprobaron, por lo que no reconocieron las actas web.
Según fuentes judiciales, una de las profesoras apuntó a una posible connivencia por parte de los alumnos que no asistieron ni fueron calificados pero que luego aparecieron en las actas como aprobados. Argumentó que han aparecido certificados de dichos estudiantes del pago de las tasas del Trabajo Fin de Máster, un documento que se genera solo si se hace efectivo el pago por parte del alumno.
Por su parte, la profesora Cecilia Rosado, que fue la secretaria del tribunal del Trabajo Fin de Máster de Cifuentes, dijo el 10 de mayo que sufrió una «presión absoluta» por parte de la exasesora del Gobierno regional, María Teresa Feito, y del exdirector del posgrado, Enrique Álvarez Conde, quien le advirtió de que había que arreglarlo «sí o sí» o, por el contrario, se iban «todos a tomar por saco».
Explicó que la exasesora regional le dijo que si no le enviaban el trabajo, Cifuentes les iba a «matar a ella y al rector», Javier Ramos.
Asimismo, aseguró que Feito la “machacó” durante su visita a la universidad el 21 de marzo para que comunicara al rector que Cifuentes había defendido el Trabajo Fin de Master.
Y contó que un día antes la llamó la jefa del gabinete de Cifuentes, Marisa González, para preguntarle si sabía algo sobre un asunto que iban a publicar dos periodistas que en este momento estaban en su despacho.
El pasado 25 de junio compareció María Teresa Feito, exasesora del Gabinete de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Negó que presionara a la profesora.
El rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos, declaró el 21 de junio. Dijo que el consejero de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid, Rafael Van Grieken, le pidió «reiteradamente» el acta del Trabajo de Fin de Máster de la expresidenta.
La magistrada Carmen Rodríguez-Medel también tomó declaración como testigos a varios alumnos el 21 de junio.
Entre, ellos a Pedro Calvo, exmiembro del gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón y expresidente del Canal de Isabel II.
Durante el interrogatorio, Rodríguez-Medel le enseñó «sus notas» del citado máster. Y Calvo se encontró con calificaciones en todas las asignaturas, e incluso «muy buenas».
Sacó «bastantes sobresalientes», según relató este hombre de confianza de Gallardón a los periodistas tras comparecer. Reconoció que nunca fue a clase ni entregó nada.
“No hice ni el huevo», expresó sin salir aún del asombro.
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