Más de 300 profesionales sanitarios fueron agredidos en 2018
La sentencia le condena a cuatro años y cinco meses de cárcel y ocho años de inhabilitación profesional.

Más de 300 profesionales sanitarios fueron agredidos en 2018

Andalucía fue la comunidad que registró más casos el pasado año y se produjeron más en los meses de julio y agosto, los peores
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07/3/2019 09:48
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Actualizado: 15/7/2019 09:08
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En 2018 se denunciaron 298 agresiones a profesionales sanitarios que ocasionaron 322 víctimas, de las cuales el 50% eran médicos y el otro 50% enfermeros, y el 54,96%, mujeres.

Así se desprende del balance de la actividad de la Policía Nacional para prevenir agresiones a sanitarios en el ejercicio de su profesión, correspondiente a 2018, que fue presentado ayer por el comisario general de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Castro, y el interlocutor policial nacional sanitario, Javier Galván. Indicaron que la Policía Nacional ha esclarecido todos los hechos.

Galván ha detallado que los familiares del paciente son los que más agreden y que sólo el 18% de las agresiones provocan lesiones, la mayoría son de carácter verbal: amenazas, coacciones, injurias o calumnias.

La discordancia con el diagnóstico o tratamiento marcado por el profesional sanitario es el principal detonante de la agresión, según un informe de la Organización Médica Colegial (OMC), realizado en 2017.

El comisario jefe de la Brigada Central de Inspección e Investigación ha señalado que «normalmente» la mitad de estas agresiones las sufren los médicos y la otra mitad los enfermeros, y respecto al perfil del agresor ha indicado que «sobre todo es el acompañante del paciente».

Entre los detonantes de esas agresiones ha citado la falta de equidad en la atención sanitaria, estar en desacuerdo con el diagnostico, la masificación de las urgencias o los intentos de fraude en relación con las bajas médicas.

El comisario general de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Castro, ha indicado que las agresiones  se produjeron «fundamentalmente» en atención primaria y «no tanto en hospitales».

Andalucía fue la comunidad que registró más casos, 109, y a nivel general, se produjeron más en los meses de julio y agosto, según los datos estadísticos de las agresiones producidas.

El martes fue el día de la semana más conflictivo, mientras que las franjas horarias con mayores incidencias oscilaron entre las 10 de la mañana y las 12 del mediodía, y las cinco de la tarde. 

Los hurtos a estos profesionales despuntaron en los meses de enero y junio de 2018 y los sábados fueron los días con mayor incidencia, en torno a las once de la mañana, mientras que los robos con fuerza sobresalieron en agosto y los viernes registraron más casos, sobre todo alrededor a las 15 y a las 21 horas.

Los robos con fuerza se produjeron en mayor medida en agosto, especialmente los viernes, entre las 15.00 y 21.00 horas.

«De todas las actuaciones que la Policía Nacional ha realizado en 2018 hemos observado que las agresiones se dan fundamentalmente en los centros de Atención Primaria. No estamos hablando de cifras muy grandes, si bien sabemos que el sector sanitario, y todo el ámbito que lo desenvuelve, es un grupo vulnerable al que nosotros pretendemos dar una especial atención», ha aseverado el Comisario General de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Castro.

Al acto de presentación del balance de datos han acudido representantes de las organizaciones de profesionales sanitarios, las cuales llevan varios años realizando trabajos para contabilizar el número de agresiones que se producen durante el trabajo en el entorno sanitario.

El presidente de la OMC, Serafín Romero, ha informado que desde 2010 ya han registrado 4.000 comunicaciones de médicos que han informado haber sido agredidos, de las cuales 515 se produjeron en 2017.

El presidente del presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha señalado que muchos profesionales no denuncian las agresiones porque «no entienden» que ser amenazados a nivel verbal sea motivo de denuncia.

Por ello, ha destacado la importancia de que todos denuncian cualquier tipo de agresión, ya sea «física o verbal».

EL INTERLOCUTOR POLICIAL 

Este balance es la primera vez que se realiza ya que la figura del interlocutor nacional sanitario fue designada en julio de 2017 y se puso en marcha a finales de ese año y anteriormente no se recogían datos de manera especifica en el sistema de criminalidad de la Policía Nacional, con lo que no hay un «análisis comparativo detallado», ha precisado Galván.

La figura del interlocutor policial nacional sanitario se encarga de coordinar, cooperar, desarrollar y ejecutar las actuaciones relacionadas con cualquier manifestación de violencia o intimidación a personal sanitario.

Fue creada «para poner freno a las agresiones a nivel nacional, y garantiza una atención personalizada a los profesionales sanitarios que sufran violencia o amenazas».

Con el objetivo principal de disminuir los actos delictivos cometidos en centros médicos, el interlocutor mantiene continuas reuniones con el sector sanitario para establecer una comunicación más fluida y adoptar las medidas de seguridad para disminuir el riesgo.

Ofrece asesoramiento a los centros que lo soliciten para prevenir agresiones y formar a los propios sanitarios con medidas de autoprotección.

A nivel territorial, otros 60 agentes desarrollan esta función en las principales ciudades de toda la geografía nacional.

CATÁLOGO DE CENTROS MÉDICOS 

Desde su creación se ha realizado un censo de centros hospitalarios que han sido catalogados según su nivel de riesgo.

Esta información se actualiza cada seis meses y permite conocer el catálogo de medidas preventivas que posee cada instalación para poder adoptar las medidas específicas oportunas.

Durante 2018, la Policía Nacional, realizó 1.377 reuniones por toda España para evitar las agresiones y se organizaron 85 jornadas de prevención mediante técnicas de contención verbal y escucha activa.

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