Condenado a 13 años de cárcel un policía nacional que intentó matar a su expareja
José Francisco Betancor Ortega, el condenado, al que el tribunal también ha acordado privarle de la patria potestad de su hijo menor de edad. Foto: Canarias 7

Condenado a 13 años de cárcel un policía nacional que intentó matar a su expareja

Por un delito de asesinato en grado de tentativa, concurriendo las circunstancias agravantes de parentesco y de género
|
01/8/2019 17:06
|
Actualizado: 01/8/2019 17:12
|

La Audiencia Provincial de Las Palmas ha sentenciado a 13 años de cárcel a un policía nacional que intentó matar a su exmujer en Telde (Gran Canaria) en marzo de 2017, a la que asestó 50 puñaladas.

Se trata de José Francisco Betancor Ortega.

Ha sido condenado por el tribunal de la Audiencia de Las Palmas (Sección Segunda) por un delito de asesinato en grado de tentativa, concurriendo las circunstancias agravantes de parentesco y de género.

Además, el tribunal ha acordado privarle de la patria potestad de su hijo menor de edad.

También le prohíbe comunicarse de forma alguna con la víctima o acercarse a menos de 500 metros a ella durante 23 años.

Asimismo, deberá indemnizar a su expareja con 123.000 euros.

La sentencia, fechada a 12 de julio, está firmada por los magistrados Pilar Parejo Pablos(presidenta), José Luis Goizueta Adame, y María Pilar Verástegui Hernández, que ha sido la ponente.

Contra esta resolución cabe recurso de apelación ante el  Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

El condenado y su expareja comenzaron una relación entre 2010 y 2011. Tras romper en noviembre de 2016, ella quedó embarazada en un encuentro que tuvieron.

Entonces volvieron a vivir juntos en la vivienda que él posee en Telde, donde, el 4 de marzo de 2017,ocurrieron los hechos, cuando el bebé tenía 11 meses.

El tribunal considerado probado que anteriormente, el 14 de febrero de 2017, tras vivir unos días fuera de la vivienda que ambos compartían en Telde, ella decidió volver en compañía de su hijo y el condenado optó ese día por marcharse de ella, aunque se quedó con la llave.

Informa que sobre las 10 de la mañana del 4 de marzo, el condenado, que «no toleraba que su expareja y su hijo hubieran vuelto a la vivienda de la que éste era propietario», fue al edificio acompañado por su padre y cambiaron la cerradura del trastero, pese a que en el interior había objetos de su expareja.

Detalla que a continuación, éste pidió al padre que lo espera en la calle y subió a su vivienda, donde se encontraban su expareja y su hijo, abriendo con la llave que tenía.

Una vez en el interior, el condenado y su expareja mantuvieron una conversación sobre los detalles de su separación frente a su pequeño sobre cuestiones relacionadas principalmente con los pagos de facturas de los gastos de la vivienda, en la que él le exigió que le entregara el mando de la puerta del garaje, a lo que ella se negó, relata el tribunal.

Según indica, en un momento de la conversación, el individuo le pidió que fuese a la cocina el biberón del niño y la siguió.

El tribunal considera probado que tras un breve intercambio de palabras en las que el condenado le pidió de nuevo el mando de la puerta, éste, «de manera sorpresiva, con el propósito de acabar con su vida y evitar lo que él consideraba un injusto perjuicio patrimonial del que responsabilizaba directamente a su expareja», mientras ella preparaba el biberón la abordó por la espalda, la cogió del cuello apretando con fuerza con la finalidad de asfixiarla y la agarró por el pelo para, a continuación, golpear su cabeza repetidamente contra los muebles de la cocina, tirándola después contra el suelo para seguir golpeándola con patadas y puñetazos».

Los magistrados señalan que el condenado era «consciente de los trágicos efectos que su pretendida acción tendría en su hijo menor, diciéndole a la madre de su hijo mientras la agredía»:«¿Esto es lo que querías?», ¿dejar un hijo huérfano?».

Explican que estando ella con la cara contra el suelo, él se dirigió a la encimera, cogió un cuchillo y «la apuñaló hasta que el cuchillo se dobló por completo» y a continuación cogió otro «para continuar apuñalándola».

Dicen que en un momento de la agresión, «ella logró levantarse del suelo y corrió hacia la puerta de entrada de la vivienda, en la que se encontraba del otro lado un vecino que había escuchado los gritos de auxilio de ésta».

El tribunal informa que la víctima logró abrir la puerta de entrada, pero no abandonar la casa» porque el condenado apareció por detrás la cerró.

A partir de ese momento y hasta que 11 minutos después, los agentes de policía comisionados lograron acceder a la vivienda, «clavó repentinamente el cuchillo a su expareja en cuello, espalda, cabeza tórax y piernas», prosigue.

«Esta acción la llevó a cabo mientras su hijo lloraba a escasos metros en su cuna y escuchando que varios vecinos y su propio padre golpeaban la puerta de la entrada y le pedían desesperadamente que la abrieran, contestando éste a su padre mientras perpetraba la brutal agresión «ya es tarde, papá, ya está, se acabó todo», prosigue.

Apunta que momentos antes de que la policía lograse acceder a la vivienda, el condenado se dirigió a su expareja diciéndole: «¿Tú te crees que vas a escapar de ésta? Yo no me voy de aquí hasta que te mueras».

El tribunal indica que el condenado ocasionó a la víctima hasta 64 heridas incisivas, de las que las más graves fueron 26 en tórax, abdomen y región dorsal, 5 en cuello, cabeza y nuca; 14 en los brazos o 5 en un muslo.

La mujer recibió tratamiento médico y quirúrgico. Necesitó 137 días para curarse, 7 de ellos ingresada en el hospital.

En la actualidad presenta secuelas, agravación de trastorno ansioso depresivo y perjuicio estético moderado.

El condenado lleva desde el 6 de marzo de 2017 en prisión preventiva.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Tribunales