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La victoria de España en el Mundial de Baloncesto se debe a haber sabido elegir a los mejores

La victoria de España en el Mundial de Baloncesto se debe a haber sabido elegir a los mejores
El equipo de baloncesto español, ayer, levantando la segunda copa del mundo; el magistrado del Tribunal Supremo, Vicente Magro, revela aquí los "secretos" de una selección que ha conquistado la cúspide. Foto: Twitter.
16/9/2019 06:15
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Actualizado: 02/12/2021 14:41
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La victoria de España en Pekín se debe a una multitud de factores y circunstancias que han confluido en la determinación de la consecución del campeonato del mundo de baloncesto.

Pero una de ellas, y una de las claves de ese oro que portaban los jugadores, se debe a una persona que no nació  aquí, sino en Italia, Sergio Scariolo.

Pero eso ahora da igual.

Porque no se trata de dónde has nacido, sino de dónde ejerces tu trabajo y a favor de quién lo haces.

Y Scariolo ha dado un ejemplo y una lección acerca de lo que se debe hacer cuando se afronta un proyecto de trabajo.

Porque aunque esto es deporte, había un objetivo y un trabajo importante que hacer, como era traer a España esas medallas de oro trece años después de la final de Saitama de Japón, y para movernos un poco hacia Pekín y traernos otra medalla de oro.

Y ese proyecto, que era importante, solo podría conseguirse, en primer lugar, eligiendo a los mejores, no a los amigos de quien debía elegir, sino a los mejores.

Porque cuando afrontas un proyecto y tomas un objetivo que debe alcanzarse en equipo, la clave es que quien elige lo haga a los mejores, a los que tengan el mejor currículo, a los que han demostrado que pueden dar y que darán seguro lo mejor de ellos mismos para conseguir la victoria.

Y en la vida y en cualquier trabajo ocurre exactamente lo mismo, porque cuando hay que elegir personas para cualquier objetivo, que lo es colectivo, éstos solo se alcanzan eligiendo a los que aportan actitud, aptitud, esfuerzo sin reservas, ganas de trabajar, disciplina y seriedad en su trabajo.

Sobre todo, porque han demostrado que ya lo han hecho antes y son capaces de repetir y reproducir su aportación anterior en cualquier objetivo que se les exija.

LIBERTAD PARA ESCOGER AL EQUIPO

Solo si consigues hacer un equipo con los mejores, como ha hecho Scariolo, será posible conseguir los esfuerzos que cada colectivo se proponga.

Por ello, el ejemplo de estos doce jugadores, y todo el equipo que les ha rodeado, comandado con un acertadísimo Scariolo, debería proyectarse a todos los órdenes de la vida, mediante la exigencia de que a todos los trabajos donde se elijan grupos deben estar los mejores, y los que pueden aportar lo máximo de cada uno, sin enchufes y sin la prueba constatada objetivamente de que tienen la calidad suficiente como para dar lo que se exige de cada persona para un objetivo tan grande como éste que es ser campeón del mundo en cualquier orden de la vida.

Y es que en muchos trabajos existe un objetivo de ser campeón, y a nadie que tenga la responsabilidad de elegir se le ocurre elegir a quien no tenga la calidad como la que ha exigido Scariolo para conformar un equipo que ha sido campeón del mundo.

Con ello, dos factores nos ha enseñado esta victoria de España en el terreno de cualquier actividad.

La primera que se eligió al frente de este grupo humano al mejor entrenador, al mejor jefe, al mejor que podía llevar esa nave, y que en este caso era Sergio Scariolo, y que éste, a su vez, eligió a los mejores para este puesto.

No se trató de que alguien ajeno le dijera a quien debía llevar para ese objetivo común, sino que fue él quien eligió a los que consideraba mejores para que integraran su equipo.

Y esto es una regla de oro en la vida y en el trabajo.

Al frente de todo grupo debe estar el mejor, quien ha demostrado capacidad de liderazgo, categoría profesional y saber conducir naves difíciles de llevar.

Y como Scariolo había demostrado llevar bien su nave se le renovó para seguir con su objetivo, porque es un error gravísimo cuando las naves se dirigen bien introducir cambios.

En segundo lugar, sus jugadores los debe elegir él.

Nadie más.

Porque como muchos objetivos colectivos los miembros del equipo los debe elegir su entrenador.

A Scariolo le dejaron elegir y ganó.

Y a los entrenadores no se les pueden imponer ni elegir jugadores.

Porque la victoria solo se consigue como ha hecho Scariolo, fijando sus criterios y contando con los que sabía le llevarían al triunfo.

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