El Senado de EE UU confirma a Amy Coney Barrett como nueva juez del Tribunal Supremo
Anoche juró su cargo en una ceremonia en la Casa Blanca junto al presidente, Donald Trump. Foto: The White House

El Senado de EE UU confirma a Amy Coney Barrett como nueva juez del Tribunal Supremo

Con 52 votos a favor frente a 48
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27/10/2020 19:00
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Actualizado: 27/10/2020 23:00
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El Senado de Estados Unidos ha confirmado a la juez Amy Coney Barrett, de 48 años, como nuevo miembro del Tribunal Supremo.

Cubrirá el puesto que dejó la magistrada Ruth Bader Ginsburg, fallecida el pasado 18 de septiembre, a los 87 años de edad.

El cargo es vitalicio.

La mayoría con la que cuentan los republicanos en el Senado ha sido suficiente para su confirmación, que inclinará a la derecha la composición la máxima corte de Estados Unidos, con seis jueces de tendencia conservadora y tres magistrados progresistas; una amplia mayoría conservadora por primera vez desde la década de 1930. 

La votación, celebrada ayer, se saldó con 52 votos a favor -todos senadores republicanos- y 48 en contra. En concreto, ha contado con la objeción de los 45 demócratas del Senado, dos independientes y de la senadora republicana Susan Collins.

Barrett es la juez más joven en el Supremo estudounidense, la quinta mujer que ocupa un asiento en el mismo y la primera madre de niños en edad escolar en servir en él.

Trump la nombró juez del 7º Circuito del Apelaciones con sede en Chicago hace tres años. Anteriormente fue profesora de Derecho en la Universidad de Notre Dame durante 15 años.

Es el tercer nombramiento del presidente de EE UU, Donald Trump, para el Tribunal Supremo, todos ellos confirmados. 

Su primer nominado fue el juez Neil Gorsuch, que fue confirmado para la máxima Corte en abril de 2017. Gorsuch cubre la vacante que dejó el magistrado Antonin Scalia, juez paladín de las causas pro-vida, que falleció en febrero de 2016, y con quien Barret trabajó como secretaria judicial.

Brett Kavanaugh fue el segundo juez elegido por Trump para la Suprema Corte de Justicia, quien cubrió el puesto dejado por el juez Anthony Kennedy, quien se jubiló tras 43 años de servicio a la nación en la judicatura federal, 30 de ellos en la Corte Suprema, porque quería pasar más tiempo con su familia.Kavanaugh fue confirmado el 6 de octubre de 2018.

Trump prometió nombrar jueces conservadores sólidos y originalistas para el Supremo.

Trump anunció la nominación de Barrett el 26 de septiembre. 

“Hoy, fue un gran honor para mí nominar a una de las mentes legales más brillantes y talentosas de nuestra nación para el Tribunal Supremo. Es una mujer de logros incomparables, intelecto imponente, credenciales excelentes y lealtad inquebrantable a la Constitución», señaló el presidente en su comparecencia.

Además, apuntó que cuando fue nominada para formar parte del Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos, todos los secretarios legales de su época en el Tribunal Supremo la respaldaron.

“Los jueces no son legisladores y deben estar decididos a dejar de lado cualquier punto de vista político que puedan tener”, dijo Barret al aceptar la nominación.

El 12 de octubre comenzaron las audiencias que debían evaluar su candidatura en el Comité Judicial del Senado.

En la segunda sesión, Barrett reveló que no estaba usando notas durante la audiencia y el Comité Judicial se quedó impresionado. 

Barrett ha insistido en las sesiones celebradas en el Senado en su independencia.

«Si tengo la suerte de ser confirmado, me comprometo a cumplir fiel e imparcialmente con mis deberes para con el pueblo estadounidense como juez asociado de la Corte Suprema», manifestó.

«Creo que los estadounidenses de todos los orígenes merecen una Corte Suprema independiente que interprete nuestra Constitución y nuestras leyes tal como están escritas, y creo que puedo servir a mi país desempeñando ese papel», agregó.

Barret señaló que fue nominada para ocupar el puesto de la juez Ginsburg, pero destacó «nadie jamás ocupará su lugar». «Siempre estaré agradecida por el camino que marcó y la vida que llevó», afirmó Barret.

Dijo que nunca imaginó que se encontraría en esta posición, y aseguró que enfrentará el desafío «con humildad y coraje».

Nacida en Nueva Orleans, es la mayor de siete hermanos, hija de un abogado para la petrolera Shell y de una ama de casa.

Vive en South Bend, Indiana, está casada y tiene siete hijos, uno de ellos con síndrome de Down y dos adoptados en Haití.

Barrett es católica, como otros cinco jueces del Tribunal Supremo: John Roberts, Clarence Thomas, Samuel Alito, Brett Kananaugh y Sonia Sotomayor.

«Mis padres nos modelaron a mí ya mis seis hermanos una vida de servicio, principios, fe y amor», expuso en el Senado.

Es el único juez actual de la Corte Suprema que tenga un título en derecho de una escuela que no sea Harvard o Yale. Se graduó como la mejor de su clase en la Facultad de Derecho de Notre Dame, en Indiana.

TRUMP: ‘ES UN DÍA TRASCENDENTAL PARA ESTADOS UNIDOS, PARA LA CONSTITUCIÓN DE EE UU Y PARA EL ESTADO DE DERECHO JUSTO E EMPARCIAL’

Anoche juró su cargo en una ceremonia celebrada en los jardines de la Casa Blanca, en la que estuvo acompañada por su esposo, el abogado Jesse M. Barrett.

El juez adjunto de la Corte Suprema, Clarence Thomas, fue el encargado de recibir las palabras de Barrett, que no se harán oficiales hasta hoy, cuando la juez presente juramento ante el presidente del Alto Tribunal, John Roberts, en un acto privado.

El presidente de Estados Unidos manifestó que la entrada de la juez Amy Barrett en el Supremo supone un «día trascendental» para la historia del país, su democracia, su independencia judicial, y su Constitución.

«Este es un día trascendental para Estados Unidos, la Constitución de Estados Unidos y para el Estado de derecho justo e imparcial», ha señalado Trump, y ha indicado que la juez Amy Coney Barrett «es una de las académicas legales más brillantes de nuestra nación, y será una magistrada sobresaliente en el tribunal más alto de nuestra tierra».

Trump ha destacado también que Barrett dejó claro que emitirá fallos basados únicamente «en una lectura fiel de la ley y la Constitución tal como están redactadas».

«La familia Barrett ha capturado el corazón de Estados Unidos. Es muy apropiado que la jueza Barrett ocupe el asiento de una verdadera pionera de las mujeres, la juez Ruth Bader Ginsburg», expresó también el presidente.

Y dirigiéndose a ella dijo: «Sé que nos hará a todos muy, muy orgullosos».

La nueva juez del Tribunal Supremo dio un breve discurso tras jurar el cargo.

«Estoy agradecida por la confianza que han expresado en mí, y les prometo a ustedes y al pueblo estadounidense que cumpliré con mis deberes lo mejor que pueda», manifestó.

«Trabajaré sin ningún temor ni favor. Lo haré con independencia tanto de los poderes políticos como de mis propias preferencias», ha asegurado Barret, que se ha convertido en la 115ª magistrada de la Corte Suprema.

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