García Castellón no saca nada en claro del careo entre Fernández Díaz y Martínez: Ambos se mantuvieron en sus tesis
Finalmente, el careo entre Francisco Martínez, exsecretario de Interior y número 2 de Jorge Fernández Díaz, exministro de Interior en el último gobierno popular de Mariano Rajoy, no arrojó la luz que se esperaba.

García Castellón no saca nada en claro del careo entre Fernández Díaz y Martínez: Ambos se mantuvieron en sus tesis

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14/11/2020 06:45
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Actualizado: 13/11/2020 23:02
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El careo entre el exministro de Interior en el último gobierno del PP, Jorge Fernández Díaz, y su número dos, el exsecretario de Estado, Francisco Martínez, se prolongó durante dos horas ante la mirada atenta de Manuel García Castellón, magistrado del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, que investiga la operación «Kitchen», montada para sustraer documentación sensible de Luis Bárcenas, ex tesorero del PP.

Sin embargo, García Castellón no sacó nada en claro. 

Tanto Fernández Díaz como Martínez mantuvieron sus versiones con fuertes dosis de credibilidad por ambas partes.

El careo se desarrolló al estilo clásico. Ambos sentados uno junto al otro, frente al juez y los dos fiscales anticorrupción en un lateral, y los abogados respectivos en el otro.

La situación fue muy tensa. Al principio se dirigieron al juez para responderse uno al otro, hasta que el magistrado les ha explicado que esa no era la dinámica, sino que debían hablar entre ellos.

Fernández Díaz no reconoció haber enviado a su ‘número 2’ mensajes sobre «Kitchen» o haber mantenido una llamada telefónica al respecto en julio de 2013, Martínez defendía la veracidad de esos mensajes, que de hecho llegó a protocolizar ante notario.

Sobre ese acta también se enzarzaron. El exministro afirmó que el notario y Martínez son amigos y puso en duda la veracidad de los mensajes, como ya hiciera en su declaración del 30 de octubre.

Por su parte, el exsecretario de Estado echó en cara al que fuera su superior, y a la cúpula del PP, que en el caso ‘Kitchen’ le hayan arrojado «a las fauces de la prensa».

Confesó que se ha sentido abandonado por el partido y de hecho indicó que si Pablo Casado, líder del PP, no sabe cuidar a la gente que trabaja para el partido –refiriéndose a él mismo– tampoco sabrá cuidar de los españoles en caso de que algún día llegue a gobernar.

Después de que el exministro negara que envió a Martínez mensajes relacionados con la operación, el exnúmero 2 afirmó que no había pasado «de ser secretario de Estado y diputado a falsificador», y que de informática sólo tiene un nivel de usuario, por lo que no sería capaz de manipular mensajes que hubiera podido recibir de Fernández Díaz.

La investigación ha podido acreditar un total de 25 pagos realizados entre julio de 2013 y mayo de 2015 en relación con la colaboración prestada por el que fuera chófer del extesorero, Sergio Ríos, y los agentes de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía Nacional que participaron en la trama.

Las cantidades habrían sido entregadas por el comisario Andrés Gómez Gordo y por el también comisario jubilado en prisión José Manuel Villarejo, cuyas actividades irregulares analiza García Castellón.

TIEMPO DE REPROCHES

Durante las dos horas también hubo tiempo para los reproches, y es que el exministro se ha quejado a Martínez de que le hubiera insultado a sus espaldas llamándole «bobo y miserable» y le echó en cara que de no ser por él, no estarían en esa situación.

Fernandez llegó a decir que sin la intervención de Martínez él sólo hubiera sido testigo, a lo que éste le ha respondido que como testigo no hubiera aportado mucho dado que niega la existencia de la operación.

Sobre los insultos –que se hicieron públicos tras el levantamiento del secreto del sumario– Martínez respondió a Fernández Díaz que lamentaba esas palabras malsonantes pero que cuando uno se siente «abandonado» a veces se dicen palabras fuertes.

En el sumario también constan las gestiones que intentó hacer sin éxito Martínez para que el partido le incluyera en las listas de la Asamblea de Madrid para poder seguir siendo aforado.

Dada la situación, en un momento dado el exministro perdió la serenidad y, si bien no rompió a llorar, sí que se azoró por lo «doloroso» del momento, ante lo que el magistrado García Castellón le pidió que se calmara e incluso le ha ofrecido hacer un pequeño receso.

Tras el careo, la defensa del exministro aportó un informe pericial elaborado por un perito informático con el que pretenden reforzar la tesis de que los mensajes protocolizados por Martínez están «manipulados» y por tanto no son veraces.

Sobre el móvil que usaba el ministro en la época en la que supuestamente se mensajeó con su segundo, la defensa ha mantenido que ese terminal ya no lo tienen pero ofrecieron, a cambio, mostrar los mensajes del inmediatamente anterior al actual.

Respecto a los usos y costumbres del exministro a la hora de escribir mensajes de texto, y que suscitaron controversia dado que él defendía que no solía usar la ‘K’ como sustituta de la ‘Q’ y que por lo tanto los mensajes protocolizados por Martínez no serían escritos por él, Martínez apuntó que Fernández Díaz era un ministro «muy moderno» y que sí usaba la ‘K’ e incluso términos en inglés en sus mensajes.

De hecho le puso dos ejemplos en los que sí usaba la ‘K’ incluso para nombres como el de Cañizares o Casals.

Tras este careo, el magistrado instructor seguirá en próximos días con declaraciones como la del que fuera jefe de Asuntos Internos Marcelino Martín-Blas en calidad de investigado o la testifical del coronel Diego Pérez de los Cobos que salió a colación por ser quien coordinaba en Interior en relación con el uso de los fondos reservados.

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