Las pymes reclaman un régimen sancionador para que las empresas morosas paguen sus deudas en tiempo y forma
La morosidad incide de forma directa en los despidos de trabajadores; ante la falta de liquidez por impagos de facturas, las pymes no tienen otra salida que proceder a la rescisión de contratos. Foto: EP.

Las pymes reclaman un régimen sancionador para que las empresas morosas paguen sus deudas en tiempo y forma

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31/5/2021 06:48
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Actualizado: 01/6/2021 11:17
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El 48 % de las empresas españolas creen que el riesgo financiero, debido a los impagos, se va a incrementar en los próximos doce meses. Un factor que incidirá en los despidos, de acuerdo con el Informe Europeo de Pagos, elaborado por Intrum, compañía de prevención y gestión de impagos.

En la actualidad hay pendientes de pagar 57.000 millones de euros. La mayor parte son responsabilidad del IBEX 35.

De la lectura de estos datos se desprende que, España es uno de los cinco países europeos cuyas compañías son más pesimistas con el futuro empresarial, previendo la permanencia o el aumento de las deudas en sus clientes corporativos.

El sector hostelero, el más afectado por los problemas de liquidez, con casi un 90% de compañías en esta situación.

Aunque habrá un ligero repunte de la actividad a lo largo de 2021, el fin de las ayudas y medidas de apoyo de las Administraciones podría provocar un aumento considerable de la morosidad.

Esta situación coloca a España entre los cinco países europeos en los que más empresas están convencidas de que el riesgo deudor aumentará en los próximos 12 meses, al mismo nivel que Noruega (48%).

Encabezan el ranking República Checa (70%), Italia (65%), Portugal (54%) y Bélgica (49%), y España se sitúa por encima de países como Reino Unido (46%), Alemania (42%) y Francia (35%).

Por ello, Antonio Cañete, vicepresidente primero de Conpymes, la nueva patronal que engloba a pymes y autónomos, afirma que «es necesario que se implante ya un régimen sancionador que multe a las empresas morosas para evitar que se rompa la cadena de pagos, se inyecte liquidez al sistema, mejore la competitividad y productividad de las empresas y se reduzca la necesidad de endeudamiento financiero de muchas pymes y autónomos«.

Cañete tiene muy presente, además de las cifras de este informe, las que se desprenden del que realizó la «Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) sobre los balances del sector no financiero del IBEX 35 y el resto del mercado continuo, a partir de los datos publicados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) referidos al primer semestre de 2020. Se detectó que las compañías del selectivo liquidaron sus facturas en un periodo medio de 183 días».

Esto supone que se triplica el plazo legal permitido (60 días) durante el primer semestre del 2020, coincidiendo con la crisis sanitaria de la COVID-19.

“Si las empresas del Ibex pagaran en plazo se inyectarían 56.488 millones de euros, salvando a muchas pymes y autónomos”, asegura Cañete.

“La tardanza en pagar sus facturas se convierte en rapidez a la de hora de cobrar las que emite, ya que la media de días que transcurre entre que una gran empresa del Ibex 35 emite una factura y la cobra, solo pasan 63 días. El contexto actual, marcado por la pandemia, ha golpeado duramente a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos», subraya.

En la actualidad hay pendientes de pagar 57.000 millones de euros. La mayor parte son responsabilidad del IBEX 35.

A su entender, “muchas empresas están en riesgo de quiebra por el retraso en los pagos. Por ello, hemos solicitado a los grupos políticos ‘responsabilidad’ para que en el trámite de enmiendas (que va por su vigesimosexta ampliación) se tomen las ya pactadas durante la negociación de la Ley presentada por Ciudadanos, y se agilice la instauración del régimen sancionador”.

Su propuesta, en términos generales, consiste en incluir, entre las condiciones de acceso a los fondos NGEU, la necesidad de que el beneficiario cumpla la legislación vigente en materia de plazos de pagos.

“Esto es, asegurar que no reciban fondos europeos aquellas compañías que incumplen los plazos legales de pago. De no ser así, grandes compañías continuarían beneficiándose de fondos públicos con los que incrementar sus saldos de efectivo al tiempo que perjudican la liquidez y capacidad de supervivencia de sus proveedores», aclara.

“En este sentido, la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, ha enviado una carta a las más altas instituciones europeas para denunciar la situacion existente y que se tomen medidas”, revela.

 2020 FUE UN AÑO DIFÍCIL; 2021 ESTÁ PLAGADO DE INCERTIDUMBRE

El informe de Intrum revela que tras un año de dificultades económicas y financieras, pese a que la reactivación económica se va haciendo realidad, muchas empresas temen por la liquidez de sus clientes corporativos, especialmente en el caso de aquellos que ya tienen cuentas económicas pendientes.

Una visión surgida a raíz de la pandemia, ya que antes de la crisis sanitaria tan solo el 10% de las organizaciones tenía esa percepción, y ahora este porcentaje asciende al 48%.

Respecto a las compañías que abogan por un escenario similar al de meses precedentes, donde el riesgo de aquellos clientes con pagos pendientes, se mantiene sin variaciones, el porcentaje ahora es del 32%, frente al 75% de antes de la COVID-19.

Estos datos reflejan, por tanto, que las empresas españolas se encuentran entre las más pesimistas del continente europeo a la hora de valorar una posible mejora en la situación en lo que a impagos se refiere.

De hecho, de los 29 países analizados, España ocupa el puesto 24, con un 20% de organizaciones que opinan que el riesgo de sus clientes con deudas mejorará, solo por encima de República Checa (4%), Italia (6%), Bélgica (7%), Países Bajos (8%) y Portugal (13%).

GRANDES DIFERENCIAS POR SECTORES ECONÓMICOS

La irrupción de la pandemia ha supuesto un punto de inflexión en la posición financiera de un elevado porcentaje de organizaciones. Una situación adversa que no ha sido homogénea, afectando especialmente a determinados sectores económicos y tipología de empresas.

Con el objetivo de arrojar luz sobre este asunto, Intrum ha analizado el impacto económico de la pandemia en el sector orgnizativo.

En primer lugar destaca que los problemas de liquidez y de deuda han estado especialmente presentes en el sector hostelero, restauración y ocio.

Según los datos del Banco de España, correspondientes al año 2020, las dificultades de liquidez han afectado principalmente a los sectores de la hostelería, restauración y ocio, con casi un 90% de entidades en esta situación, vehículos de motor (85%) y transporte (poco más del 80%).

Estos mismos sectores están siendo, además, los más sensibles al endeudamiento. Sobre todo, hostelería, restauración y ocio, ya que casi el 45% presentó a finales del año pasado un elevado ratio de endeudamiento (mayor o igual que 0,75) sobre su activo neto.

COMERCIO Y CONSTRUCCIÓN, SECTORES CON MAYOR NÚMERO DE EMPRESAS DISUELTAS O EN CONCURSO DE ACREEDORES

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, en 2020, un total de 4.097 negocios se declararon en concurso de acreedores, un 14,4% menos que en 2019, gracias a las moratorias de pagos aprobadas por el Gobierno.

Aún así, hay sectores donde estas medidas no han conseguido frenar las consecuencias de la crisis: comercio, construcción e industria han sido los más afectados. En cuanto al número de compañías disueltas, salen especialmente mal parados los dos primeros sectores: construcción y comercio.

Las pymes, principales afectadas. La facturación y el empleo efectivo (teniendo en cuenta los ERTEs) cayeron en mayor medida en las empresas más pequeñas, incluso teniendo en cuenta el impacto que ha tenido la crisis sanitaria en los diferentes sectores de actividad.

Tensa calma por la finalización de las ayudas. La línea ICO, así como el resto de las ayudas otorgadas por las Administraciones, han tenido una contribución decisiva en el entramado empresarial, especialmente en aquellos sectores más vulnerables.

No obstante aun se esperan que las ayudas directas aprobadas en Consejo de Ministros se pongan en marcha, así como el Código de Buenas Prácticas financieras que pretende impulsar la solvencia de pymes y autónomos.

Repunte en las previsiones 2021-2023. Tal y como muestran las previsiones oficiales del Banco de España, este año el nuevo endurecimiento de las medidas para contener la tercera ola de la pandemia habría vuelto a incidir negativamente en las empresas, especialmente en las ramas ligadas al turismo, al transporte y a la hostelería.

No obstante, la reducción continuada de los contagios y alivio de las restricciones estaría ahora dado lugar a una cierta mejora de los niveles de actividad.

De cara al segundo semestre este informe señala que se espera que los distintos componentes de la demanda interna privada, así como los flujos de comercio exterior, muestren un repunte, con una intensidad variable en función de cómo se desarrolle la pandemia y de los diferentes sectores económicos.

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