Se disparan los pleitos contra fabricantes de prótesis rugosas texturizadas tras la primera sentencia firme en España contra Allergan 
"Es un tema de alarma social", declara Ortiz, que ha recibido más de 200 llamadas por este asunto.

Se disparan los pleitos contra fabricantes de prótesis rugosas texturizadas tras la primera sentencia firme en España contra Allergan 

El abogado que llevó ese caso, José Luis Ortiz, tiene 66 pleitos contra esta y otras marcas fabricantes de prótesis y desde la sentencia otra veintena de mujeres se han puesto en contacto con él para emprender la batalla judicial 
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07/12/2022 00:55
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Actualizado: 07/12/2022 07:46
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En España se han disparado los pleitos contra laboratorios fabricantes de prótesis rugosas texturizadas desde que la Audiencia Provincial de Cádiz confirmó el pasado 3 de noviembre la primera condena en nuestro país contra Allergan por sus prótesis mamarias «defectuosas» que producen cáncer linfático.

El tribunal de la Audiencia desestimó así el recurso de apelación interpuesto por el laboratorio contra la resolución de la magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Cádiz, Candelaria Sibón Molinero, que le impuso que indemnizara a una joven 38.120,42 euros, más intereses, por daños y perjuicios por las secuelas físicas y psicológicas que ha sufrido como consecuencia de la implantación de unas prótesis mamarias fabricadas por esta compañía, en concreto las rugosas texturizadas. 

Un caso que ha llevado el abogado José Luis Ortiz Miranda, socio-director del bufete Ortiz Abogados, de Cádiz y con servicio en toda España, que está especializado en demandas de productos defectuosos, negligencias médicas y derecho bancario. 

Éste letrado ya lleva 66 procedimientos contra esta y otros laboratorios fabricantes de prótesis, y ha tenido cerca de 20 contrataciones más tras adquirir firmeza esta sentencia. 

José Luis Ortiz, abogado con más de 30 años de experiencia.

«Es un tema de alarma nacional. En España hay más de un millón de mujeres implantadas, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE)», declara a Confilegal este letrado, que ha recibido más de 200 llamadas interesándose por este asunto.

Entre ellas, una del despacho de Brian Devine, con 3.600 abogados, «la firma que ganó a la tabacalera Phillip Morris, la fabricante de Marlboro, una demanda de más 60.000 mujeres norteamericanas que habían adquirido cáncer y denunciaban que las cajetillas de tabaco no advertían la posibilidad de contraerlo». 

También se han puesto en contacto con él desde la firma Salomon Brothers, que le pidió la sentencia y la pericial para ver cómo ha enfocado este tema porque ellos están demandando a Allergan en EE UU, pero todavía no tienen sentencia de la Corte Suprema. 

LOS TIPOS DE AFECTADAS QUE LLEVA

José Luis Ortiz lleva principalmente tres tipos de afectadas. 

«Las primeras son mujeres que por uso de estas prótesis rugosas texturizadas han adquirido el llamado linfoma anaplásico de células grandes (LACG), que es un tipo de cáncer asociado a que los linfocitos se disparan», explica.

Este el caso también de la paciente de la sentencia firme contra Allergan. La paciente tuvo que retirarse las prótesis tras detectarse en la mama derecha la existencia de líquido periprotésico.

Sometida a un análisis anatomopatológico arrojó el diagnóstico de existencia en la cápsula de un linfoma anaplásico de células grandes, un cáncer linfático, y tuvo que someterse a radioterapia oncológica como tratamiento preventivo.

En esta situación tiene a seis de sus clientas. «Están sometiéndose a ciclos de quimioterapia para intentar sobrevivir», apunta Ortiz. 

A la paciente de la sentencia de Allergan «se le cubrió la cirugía de explantación, el análisis de la prótesis de anatomía patológica y colocarle otras sin problemas, de las lisas». 

«Las primeras son mujeres que por uso de estas prótesis rugosas texturizadas han adquirido el llamado linfoma anaplásico de células grandes (LACG), que es un tipo de cáncer asociado a que los linfocitos se disparan», explica

Otras tres clientas suyas han fallecido de cáncer y en uno de esos casos, de una mujer de Tarragona, ya fueron su viudo y los dos hijos quienes se pusieron en contacto con el despacho.

El segundo grupo de afectadas tienen el síndrome autoinmune/inflamatorio inducido por adyuvante, conocido como síndrome de asia. «Es una enfermedad autoinmune que ya está reconocida por la Seguridad Social como fibromialgia, con la que se pone el pecho como un balón, se baja la lívido, se produce alopecia y un picor por todo el cuerpo», precisa este letrado.

El tercer grupo de clientas lo conforman mujeres que «se han quitado estas prótesis potencialmente peligrosas porque entienden que continuar con ellas es como tener una bomba de relojería dentro de su organismo, y lo han hecho aún sin tener enfermedad diagnosticada, como una elemental medida de precaución». 

El consiguiente coste económico de la cirugía de retirada está en torno a 7.000 u 8.000 euros, y han encargado a Ortiz que demande a Allergan, Mentor Medical System, Eurosilicone, Natrelle, Silimed y Nagor para que les reintegren ese coste económico que han sufrido, más el daño moral.

«Estas mujeres se enteraron por Internet y las redes sociales de que este producto es altamente tóxico y quisieron quitárselas aunque no les haya producido sintomatología, porque creen que llevan un veneno en el cuerpo», apunta su abogado.

Entre ellas hay «8 ó 9 casos de mujeres que en su día tuvieron cáncer y se les explantó la glándula mamaria; unos casos en los la Seguridad Social les paga la prótesis para que ganen autoestima, pero se les puso la rugosa texturizada de Allergan y ahora se las tienen que quitar».

EL ENFOQUE TÉCNICO DE LAS DEMANDAS

José Luis Ortiz acciona las demandas contra las empresas fabricantes alegando que dichas prótesis son productos defectuosos, conforme al artículo 137 y siguientes del texto refundido de la Ley General de Defensa del Consumidor y Usuarios.

Las dirige contra la empresa que ha diseñado y puesto en circulación estas prótesis «que no ofrecen al consumidor la seguridad que legítimamente cabe esperar». 

«Hay inversión de carga de prueba. La paciente manifiesta que ha tenido este cáncer por haberse puesto dichas prótesis y reclama al fabricante porque es imputable a su producto. Nosotros tenemos que demostrar el resultado y los laboratorios que el proceso de fabricación es impecable y que lo han hecho todo perfectamente, pero en la demanda incorporamos los informes científicos que establecen la relación de causalidad», indica. 

El grueso de los pleitos que lleva este letrado gaditano es contra Allergan, y alrededor de 15 procedimientos son contra Nagor, Eurosilicone, Mentor Medical System y GCAesthetics.

El consiguiente coste económico de la cirugía de retirada está en torno a 7.000 u 8.000 euros

En países como EE UU o Canadá también se está librando la misma batalla jurídica, pero representando de forma conjunta a miles de mujeres. Ortiz lo hace de forma individualizada. 

¿Por qué?

Porque, según este abogado, con más 30 años de ejercicio profesional, «en España la acción colectiva está muy mal legislada» y se demoran. 

También apunta al respecto que presentar una demanda colectiva es muy complicado porque cada mujer tiene un daño diferente.

RECOMIENDA UNA BIOPSIA COMO MEDIDA BÁSICA DE PRECAUCIÓN

Este letrado recomienda a todas las mujeres que tienen una mamoplastia que consulten con su cirujano de qué marca y tipo son las prótesis que llevan. Y si son rugosas texturizadas que «inmediatamente soliciten una biopsia para descartar la malignidad», porque «se está muriendo gente por esto».

A quienes lleven prótesis rugosas texturizadas de Allergan señala que «lo que tienen que hacer es tirarla a la basura, porque las han retirado de todas las agencias del medicamento del mundo». «Hay un estudio de la Organización Mundial de la Salud que establece la relación directa del cáncer con estas prótesis y no hay ni un solo país que actualmente las implante. Que se las quiten», advierte Ortiz.

Y no sólo lo aconseja este letrado, Enrique de No-Louis, el perito cirujano estético que ha actuado en este pleito de la sentencia pionera en España contra Allergan, que tiene «más de 8.000 operaciones de mamoplastia» a sus espaldas, recomienda a las mujeres ante la aparición de la sintomatología descrita acudan al cirujano que le implantó las prótesis, soliciten que le realicen una biopsia y que analicen si tienen o no marcadores tumorales linfáticos, como medida básica de precaución.

«De No-Louis empezó ejerciendo en Connecticut (EE UU), donde hace siete u ocho años comenzó a hablarse del problema de las prótesis rugosas texturizadas de Allergan y se prohibieron en el 2016. Al regresar a España, después de una larga temporada allí, se echó las manos a la cabeza porque aquí las seguían implantando. Dos años después, en diciembre de 2018, la Agencia Española del Medicamento las retiró del mercado y la Agencia Europea del Medicamento le retiró el sello CE sin el cual no se pueden comercializar ni prótesis ni fármacos en la Comunidad Europea», relata Ortiz. 

Según señala, «el producto fue retirado por la Agencia Española del Medicamento porque hay unos estudios de la Organización Mundial de la Salud y el informe Scheer de la Comisión Europea que establecen que estas prótesis rugosas texturizadas en contacto con la cápsula, cuando se produce friccionamiento liberaban micropartículas o polímeros tóxicos, y eso producía el linfoma». 

DEJACIÓN POR PARTE DE ALGUNOS CIRUJANOS

Por otra parte, este abogado pone el foco en que el protocolo de retirada del Ministerio señala que hay una obligación legal de los cirujanos que han puesto esas prótesis de avisar a las pacientes de que tienen una prótesis que después han quitado del mercado. 

Sin embargo, afirma que «muchos cirujanos se han callado porque no les interesa que se cree este revuelo». Ortiz critica esa «dejación de estos profesionales de no alertar a sus clientas». A su juicio, es una falta de humanidad reprobable.

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