Antonio Salas Carceller, magistrado emérito del Tribunal Supremo, aborda en esta entrevista las reformas del Código Penal, la ley del 'solo sí es sí', y la situación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Foto: Rosalina Moreno/Confilegal.
Antonio Salas: «Utilizar el Código Penal para intereses partidistas trae muy malas consecuencias»
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15/2/2023 06:51
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Actualizado: 15/2/2023 07:18
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«Utilizar el Código Penal para intereses partidistas trae muy malas consecuencias». Así lo señala a Confilegal el magistrado emérito de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo (TS) Antonio Salas Carceller.
Salas señaló en diciembre que sería muy curioso que la reforma de la malversación aprovechara a otros condenados y no a los independentistas.
El Supremo ya ha decidido.
Antonio Salas coincidió con la interpretación que ha dado el tribunal de la Sala de lo Penal.
En esta entrevista, Antonio Salas aborda esas reformas del Código Penal y la ley del ‘solo sí es sí’.
También la situación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Antonio Salas podría haber seguido en activo hasta los 72, el máximo que permite la carrera judicial, pero se jubiló, tras 43 años de servicio, para incorporarse como consultor externo al despacho SRF Abogados, de Murcia, integrado por su hija, Victoria Salas, su yerno, Ginés Riquelme, y un socio, Luis Ferrer.
Su plaza todavía sigue sin cubrirse, como consecuencia de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) aprobada posteriormente que impide al órgano de gobierno de los jueces realizar nombramientos discrecionales en la cúpula judicial con el mandato vencido.
¿Al Gobierno le ha salido el tiro por la culata?
Realmente, el revés ha sido para ERC, que claramente forzó al Gobierno a realizar esta reforma y así lo ha sostenido públicamente.
El Gobierno, por el contrario, aprovecha la situación creada para, por un lado, decir a ERC que ha cumplido aquello a lo que se obligó y, por otro, decir a la oposición que no tenía razón al criticarle cuando afirmaba que estaba actuando en beneficio de los independentistas que habían cometido graves delitos.
Fue ERC quien no midió bien la exigencia que, en otro caso, habría sido que se modificara de otra forma la malversación por la que habían sido condenados los políticos independentistas.
Ahora vienen las descalificaciones de quienes, en su continuo envilecimiento, sostienen que -a efectos legales- se da un «destino público» al dinero cuando se utiliza para delinquir y atentar contra la Constitución.
¿Qué opina de estas reformas del Código Penal?
Antes se decía que no era bueno legislar en caliente y sobre todo en materia penal. Ahora no sólo se legisla en caliente, sino que, además, se hace por imposición de una pequeña minoría parlamentaria y actuando “ad hoc” para obtener determinados resultados respecto de personas concretas.
¿Los políticos deberían dejar de manosear el Código Penal?
El Código Penal es un instrumento muy necesario para la convivencia y debe tener una cierta continuidad en su regulación, que viene del año 1995 con el nuevo Código. Sus reformas vienen orientadas por lo que denominamos política criminal que siempre debe estar dirigida por una mayoría democrática y buscar el verdadero interés de defensa social y prevención general y especial que corresponde a las normas penales.
Utilizar el Código Penal para intereses partidistas trae muy malas consecuencias.
¿Y qué opinión le merece la ley del ‘solo sí es sí’, que ya ha beneficiado a centenares de depredadores sexuales?
Evidentemente, nos encontramos ante un gravísimo error de técnica legislativa, por no prever que podía suceder lo que está sucediendo.
El “solo sí es sí” podía haberse precisado adecuadamente en el Código Penal sin necesidad de bajar penas, lo que beneficia a los anteriores, actuales y también futuros delincuentes sexuales, en un momento en que la sociedad está tan sensibilizada frente a este tipo de delitos.
¿A qué cree que obedece que no se haya reformado todavía?
Se ha intentado al máximo evitar el descrédito que supone tener que rectificar en un tema tan importante y en tan corto espacio de tiempo.
Está claro que el daño ya se ha producido, pues siempre juega a favor del reo la penalidad más favorable mientras esté pendiente de juicio o cumpliendo condena. Ahora la reforma endurecerá las penas para quienes comentan tales delitos, pero siempre que sea después de su entrada en vigor.
Es lógico que haya cierta prisa ante la inminencia de procesos electorales cuyos resultados pueden verse condicionados por este tema.
Seguimos con el CGPJ en funciones, y en el Consejo no se ponen de acuerdo para reclamar la devolución de sus poderes para hacer los nombramientos. ¿Qué cree que debe hacerse?
Mi opinión es que en el caso de la renovación del Consejo se trata de una responsabilidad del Poder Legislativo, que debían asumir directamente quienes presiden las Cámaras.
En cuanto a los nombramientos, nadie en su sano juicio puede entender que el Consejo, caducado en su actual composición, pueda nombrar magistrados del Tribunal Constitucional al presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo y a la anterior presidente de la Sala Cuarta, recién jubilada, como ha hecho recientemente, y sin embargo no pueda nombrar a quienes les deben sustituir en el Tribunal Supremo.
Esto es jugar con el Derecho y atentar contra la lógica más elemental.
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