Miguel del Castillo del Olmo, autor de "La Justicia nunca duerme", con su libro, minutos antes de la presentación en el Ateneo de Madrid. Foto: Confilegal.
«La justicia nunca duerme», el magistrado Miguel del Castillo aborda el mundo de la justicia desde la literatura
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29/5/2023 01:00
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Actualizado: 29/5/2023 09:52
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«Mi libro es una colección de 15 relatos breves. Todos ellos tienen en común a protagonistas que pertenecen al mundo de la justicia. Son jueces, abogados, fiscales a los que les ocurren cosas muy extrañas. Cuando digo extrañas quiero decir, imprevisibles o surrealistas. Son historias que tienen mucho de surrealismo, de lo absurdo. Y mucho humor donde subyace, al final, una enseñanza que trato de transmitir», explica el autor Miguel del Castillo del Olmo, de 47 años, magistrado del Juzgado de Instrucción 1 de Marbella.
«Todas las historias tienen que ver con la necesidad de garantizar la independencia judicial en el país, del derecho de defensa, los principios fundamentales de cualquier convivencia en un estado o en cualquier ámbito territorial», añade, minutos antes de presentar su libro, «La Justicia nunca duerme», en el Ateneo de Madrid, publicado por la editorial Cajón de Sastre.
Un acto que tuvo lugar el pasado viernes por la tarde como parte de las actividades que suele celebrar la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas, que tuvo como representante al abogado Marcos Arbeloa, su secretario cuarto, y en la que participaron el magistrado Jesús Villegas y la secretaria coordinadora de Madrid, Verónica Ezcurra, que tuvo al autor como juez en el primer destino de su carrera. De aquello nació una sólida amistad.
«Para mí es muy importante la cuestión de la investigación judicial por parte de los jueces o por parte de quien sea independiente, la necesidad de que los magistrados del Tribunal Constitucional sean los mejores, y la necesidad de preservar el derecho de defensa», relata Miguel del Castillo.
«Todo es imaginado. Nada es real. Lo que ocurre es que en todos los relatos hay algo de mi experiencia personal. Pero yo no soy ninguno de ellos, que nadie saque conclusiones sobre mí. Yo soy solo el autor», apostilla el autor sobre este, su primer libro publicado.
El pasado mes de octubre, el magistrado ganó el primer Concurso de Relatos Cortos convocado por la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial (PCIJ) bajo el lema «¿Justicia o injusticia?». El suyo se tituló «La incorruptible belleza» y se impuso a 18 finalistas.
ASESINATO DE UN MAGISTRADO DEL SUPREMO, PRIMER RELATO
Durante la presentación del pasado viernes, Del Castillo reveló, con mucho humor, que el primero de los relatos, «La última cena de Demetrio» tenía una base real. Una cena de cierre de un simposium de derecho internacional que tuvo lugar en una ciudad del levante español.
«Fue una cena a la que asistió el magistrado del Tribunal Supremo de nombre Dimitry [Berberoff, de la Sala de lo Contencioso-Administrativo]», explicó. Del Castillo aplicó la técnica más pura de creación literaria o de guionizaje cinematográfico: ¿qué pasaría si….?.
El protagonista literario, también magistrado del Supremo al que puso de nombre «Demetrio«, el mejor de toda la Sala de lo Penal que aspiraba a ser magistrado del Tribunal Constitucional, es asesinado en ese marco público. Un delito que tiene que resolver uno de los asistentes, el fiscal Septimio Jesús Villodres, nuevo fiscal instructor [la Fiscalía acaba de asumir esta competencia en el libro] en el partido judicial al que pertenece el lugar donde ha sucedido la muerte.
En opinión de Villegas, que describió a Del Castillo como un hombre del Renacimiento que escribe, dibuja, pinta y compone música, «El libro es un jardín botánico de joyas literarias. Un florilegio. Es un conjunto de relatos y de ensayos heterogéneo. También podemos verlo como un tapiz, como un tejido en el que se trenzan diversos hilos».
Y añadió: «Miguel trata unos asuntos que están en el centro de la actividad del conflicto judicial. La politización de la justicia, la investigación criminal, los tribunales de instancia, la desmembración, o descentralización del poder judicial, los excesos del expediente digital. Pero lo bonito es que todo esto está trenzado con el hilo de la literatura. Porque viene vehiculizado en cuentos, relatos, textos breves, donde la literatura le da la forma a ese contenido jurídico».
Durante su intervención, el autor reconoció que, para él, escribir literatura es un sueño, para luego hacer una disertación filosófica sobre los conceptos de libertad, justicia e independencia judicial. «No es lo mismo ser libre que sentirse libre», explicó. E hizo el mismo análisis con los conceptos de justicia y la independencia judicial para concluir que «ni la libertad, ni la justicia ni la independencia judicial [totales] se pueden conseguir nunca».
Pero el acercamiento es posible. «Para ello es necesario que haya virtud en el poder ejecutivo, en el poder legislativo y en el poder judicial».
La sociedad, según Del Castillo, «será más justa cuanta más independencia judicial haya».
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