La habilidad para trabajar de manera multidisciplinar, una formación robusta en cumplimiento normativo, un compromiso con la formación continua son algunas de las claves que debe seguir el abogado "in-house". Ilustración: Confilegal
5 características claves que debe reunir un buen abogado “in house”
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27/2/2024 06:30
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Actualizado: 27/2/2024 10:53
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Actualmente, la función de un «in house» requiere de una amplia gama de competencias, incluyendo la habilidad para trabajar de manera multidisciplinar, una formación robusta en prácticas de cumplimiento normativo, un compromiso con la formación continua y el dominio de tecnologías legales, entre otras muchas.
Tienen que saber prácticamente de todo. Esto es vital porque una gestión deficiente de las operaciones legales puede resultar en una disminución significativa de hasta el 9 % en las ganancias anuales de una empresa, como señalan investigaciones de entidades como World Commerce and Contracting.
Un manejo inadecuado de los documentos legales puede reducir su valor en un 40 %. Las ineficiencias en procesos tan esenciales y extendidos como el manejo de documentos legales pueden ralentizar y detener los procedimientos, afectando negativamente la implementación de planes estratégicos importantes para la empresa.
¿Cuáles son las claves que debe seguir el abogado «in-house» para devolver a las operaciones legales el valor que merecen y ser un factor clave para el negocio corporativo?
La transversalidad
La interdisciplinariedad es clave en el enfoque moderno de los servicios legales internos de una empresa. Al igual que los expertos en finanzas, estrategia y comercio, los «in house» aportan su saber jurídico e integran este conocimiento en la gestión empresarial.
Como bien señalan, en sendas entrevistas a Confilegal, Beatriz Martínez-Falero García y Silvia Madrid, directoras de las asesorías jurídicas de Mahou San Miguel y de UniCredit en Madrid, respectivamente, antes las asesorías de empresa dependían, en la estructura de la compañía, de los departamentos financieros o de recursos humanos, ya pasaron a la historia.
Ahora, los responsables de las Asesorías Jurídicas, deben tener un conocimiento profundo del negocio. Son parte del equipo de negocio, obviamente aportando apoyo legal, pero también ayudando a la estrategia del mismo.
El mayor indicador de esta colaboración efectiva se da cuando el líder del departamento jurídico es miembro del Comité Ejecutivo. En este entorno, tiene acceso directo a las decisiones estratégicas y comparte esta información con su equipo.
De esta manera, pueden elaborar conjuntamente planes legales que estén alineados con los objetivos generales de la empresa, ya definidos por el Comité de Dirección.
Multidisciplinariedad
La capacidad de abarcar diversas disciplinas es crucial para que los abogados internos lideren eficazmente las operaciones legales. Esta versatilidad es esencial, ya que diversas áreas de una empresa como compras, ventas, recursos humanos y finanzas, interactúan con el derecho en distintos niveles y dependen del soporte legal.
Por lo tanto, para maximizar la colaboración interdepartamental, es imprescindible que el «in house» posea una formación multidisciplinaria y conocimientos fundamentales en liderazgo de equipos y manejo de proyectos.
Formación continua
Los abogados deben comprometerse con el aprendizaje permanente y estar actualizados sobre las innovaciones en tecnología legal, así como las tendencias actuales en procedimientos y seguridad jurídica, para realizar su labor de manera eficaz y evitar errores que puedan tener consecuencias legales significativas para la empresa.
Un ejemplo práctico de esta actualización es la adopción de sistemas de autoservicio jurídico para funciones estandarizadas, como la elaboración de documentos rutinarios.
Esto alivia significativamente la carga de trabajo del departamento legal al minimizar las tareas manuales y repetitivas, garantizando al mismo tiempo la precisión en la creación de documentación legal.
Capacitación en ‘Compliance’
Los abogados internos son vitales para desarrollar, implementar y mantener programas de «Compliance» efectivos que protejan a la empresa de riesgos legales y refuercen su compromiso con la legalidad y la ética empresarial.
Los «in house» tienen un conocimiento especializado y actualizado de las leyes y regulaciones que afectan a la industria en la que opera la empresa. Esto les permite identificar áreas de riesgo y desarrollar políticas y procedimientos para mitigar esos riesgos.
Igualmente, los «in house» pueden anticipar problemas legales y regulatorios antes de que se materialicen, lo que ayuda a prevenir sanciones, multas y daños a la reputación de la empresa.
Además, desempeñan un papel clave en la formación de empleados y directivos en aspectos de cumplimiento normativo, promoviendo una cultura de integridad y ética empresarial.
Son los responsables de ofrecer asesoramiento continuo a la empresa respecto a la interpretación de normativas, así como de implementar la mejor manera de aplicarlas en las operaciones diarias de la empresa.
Son, en definitiva, quienes aseguran que las estrategias de cumplimiento estén alineadas con los objetivos generales de la empresa, contribuyendo al éxito a largo plazo.
En caso de litigio, los «in house» son esenciales para defender a la empresa y demostrar que se ha actuado de manera proactiva y responsable en materia de cumplimiento normativo.
Permanecer atentos al cambiante mundo «legal tech»
Un aspecto crucial para que los abogados internos es que estén familiarizados con las últimas tendencias en tecnología legal. Que evalúen lo que necesita su equipo y adopten las soluciones tecnológicas más adecuadas para optimizar los procesos.
Dada la relevancia del abogado interno en las estructuras de negocio de las empresas, es imprescindible que estos profesionales sean versátiles y que sus funciones estén en consonancia con los objetivos globales de la compañía. Esto es vital para que su papel sea considerado estratégico dentro de la empresa.
Además, la consultora en tecnología de la información, Gartner, anticipa que el presupuesto destinado a la tecnología en el ámbito jurídico experimentará un crecimiento del 200% de aquí al 2025, reflejando la enorme presión que enfrentan los asesores jurídicos en cuanto a manejo y eficiencia de la carga de trabajo.
Finalmente, se expone que los departamentos jurídicos incrementarán la inversión en tecnología con el fin de disminuir la dependencia de abogados externos y cumplir con la necesidad de modernizar, digitalizar y automatizar las labores jurídicas.
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