Intervención para reducir el estómago falla y obliga a paciente a alimentarse por la nariz: la Clínica, condenada
El paciente pesaba 131 kilos y tenía un índice de masa corporal de 51, por lo que era lógico someterle a una gastrectomía vertical para ayudarlo a perder peso.

Intervención para reducir el estómago falla y obliga a paciente a alimentarse por la nariz: la Clínica, condenada

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28/9/2024 05:36
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Actualizado: 28/9/2024 08:41
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El Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Cádiz, del que es titular la magistrada María Isabel Cadenas Basoa, ha dictado una sentencia en un caso que ha conmocionado a la comunidad médica local y ha puesto de relieve los peligros de una deficiente atención postoperatoria.

En la sentencia número 193/2024, de 16 de septiembre, condena a la Clínica José Antonio López Cano S.L., de Cádiz, y a su aseguradora, Seguros Bilbao, a pagar una indemnización de 4.000 euros al paciente, S.S.N., víctima de una cirugía bariátrica que terminó en complicaciones graves, obligándolo a alimentarse por sonda nasogástrica.

Una cirugía bariátrica es un tipo de intervención quirúrgica que se realiza para tratar la obesidad severa o mórbida, especialmente cuando otras formas de tratamiento, como la dieta, el ejercicio o la medicación, no han sido efectivas.

La historia

Todo comenzó en 2022, cuando S.S.N., un paciente con obesidad mórbida severa y múltiples patologías, acudió a la Clínica López Cano en busca de una solución quirúrgica.

Pesaba 131 kilos y tenía un índice de masa corporal de 51 por lo que el equipo médico recomendó una gastrectomía vertical (manga gástrica) para ayudarlo a perder peso.

Consiste en eliminar una parte del estómago, lo que reduce el tamaño del mismo a una especie de tubo o «manga». Esto limita la cantidad de alimentos que la persona puede ingerir y disminuye la producción de la hormona del hambre, la grelina.

Sin embargo, la intervención, que se realizó el 11 de julio de 2022, fue solo el inicio de una pesadilla.

A pesar de un seguimiento posoperatorio en la clínica, el paciente comenzó a experimentar vómitos persistentes, reflujo gastroesofágico y, en un episodio crítico, hematemesis (vómitos con sangre).

Tras múltiples consultas y pruebas que no detectaron anomalías significativas, el estado de S.S.N. siguió deteriorándose.

Fue finalmente ingresado en el Hospital Puerta del Mar el 20 de octubre de 2022, donde se descubrió que sufría una torsión estomacal, una complicación conocida pero rara de la cirugía bariátrica.

La torsión estomacal es una condición médica grave en la que el estómago se tuerce o rota de manera anormal sobre sí mismo. Esto puede bloquear el paso de los alimentos y el gas a través del estómago, interrumpiendo el flujo normal de sangre hacia y desde el órgano.

Si no se trata de inmediato, puede provocar complicaciones graves, como daño a los tejidos del estómago, infecciones, o incluso la muerte del tejido (necrosis).

El fallo: mala praxis por falta de diagnóstico

La sentencia es clara: aunque la torsión del estómago es una complicación conocida de la gastrectomía vertical, lo que llevó a la magistrada a condenar a la clínica fue su incapacidad para diagnosticarla a tiempo.

Según los informes periciales presentados por ambas partes, la torsión es una complicación que afecta a entre el 0,5% y el 3,5% de los casos.

A pesar de esta previsibilidad, el equipo médico de la Clínica López Cano no realizó las pruebas diagnósticas adecuadas, como un TAC, que hubiera permitido detectar la torsión mucho antes.

El fallo señala que, aunque no se puede demostrar una «dejadez» en la atención médica prestada, la clínica falló al no realizar las pruebas necesarias para identificar la complicación.

El paciente, que continuó con vómitos persistentes, fue tratado repetidamente con la misma medicación, sin que se exploraran otras posibles causas para sus síntomas.

Esta omisión, según el tribunal, constituye una violación de la lex artis (las normas de buena práctica médica), lo que lleva a calificar el seguimiento como un caso de mala praxis.

El desenlace: cirugía correctiva y sentencia judicial

El periplo de S.S.N. culminó en una segunda intervención quirúrgica el 4 de abril de 2023 en el Hospital Puerta del Mar, donde se le practicó un bypass gástrico robótico.

Esta operación puso fin a sus síntomas, pero no sin haber pasado meses alimentándose a través de una sonda nasogástrica, un tubo delgado, flexible y largo que se inserta a través de la nariz, pasa por la garganta y llega hasta el estómago, debido a la estenosis –al estrechamiento– provocada por la torsión estomacal.

El fallo de la magistrada, que condena a la Clínica López Cano y a Seguros Bilbao a pagar 4.000 euros al paciente, establece un precedente importante en materia de responsabilidad médica.

Aunque la cuantía de la indemnización puede parecer modesta, el caso destaca la importancia de una atención médica adecuada y un seguimiento exhaustivo en intervenciones de alto riesgo como las cirugías bariátricas.

La cirugía bariátrica es una herramienta clave en la lucha contra la obesidad, pero no está exenta de riesgos, y el caso de S.S.N. es un recordatorio de que la vigilancia postoperatoria debe ser exhaustiva.

Para el abogado José Luis Ortiz Miranda, quien representó al paciente en este proceso, la sentencia reafirma el derecho de los pacientes a recibir un tratamiento diligente y acorde con los estándares médicos. «No se trata solo de realizar una cirugía exitosa, sino de garantizar que el paciente reciba toda la atención necesaria para evitar complicaciones previsibles«, afirma Ortiz Miranda.

La Clínica López Cano y su aseguradora han sido condenadas de manera conjunta y solidaria, lo que resalta la importancia de que las clínicas y sus equipos médicos estén debidamente asegurados para cubrir posibles negligencias.

Este caso envía un mensaje claro a todas las instituciones médicas: no basta con realizar una operación, sino que es esencial acompañar al paciente en su recuperación con todos los recursos diagnósticos disponibles.

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