Vladimir Kokorev se encuentra ingresado en la prisión de Las Palmas.
Los Kokorev se juegan su puesta en libertad en la Audiencia de Las Palmas
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22/6/2017 04:58
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Actualizado: 22/6/2017 12:36
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La Audiencia Provincial de las Palmas verá el recurso de apelación del matrimonio Vladimir Kokorev y Julia, dos españoles de origen ruso, acusados de ejercer de presuntos testaferros del dictador guineano, Teodoro Obiang Nguema, para su puesta en libertad tras permanecer 21 meses en prisión preventiva.
Este jueves, los letrados del matrimonio formado por Vladimir Kokorev y Julia expondrán ante el tribunal las distintas circunstancias por las que solicita su excarcelación.
Quien no ha recurrido ha sido su hijo Igor, que también se encuentra en prisión por la misma causa, aunque si ha elaborado un documento, al que ha tenido acceso Confilegal, en que denuncia como «un falseamiento del contenido del Informe del Subcomité Permanente de Investigaciones de EE.UU (Estudio del caso del Banco Riggs del 15/07/2004), clave en su acusación.
Vladimir Kokorev, argumentará motivos humanitarios
La defensa de Vladimir Kokorev, que ejerce José Antonio Choclán, apelará básicamente a los motivos humanitarios, reconocidos por el propio tribunal cuando hace poco más de 10 días, el pasado 12 de junio, le exhimió de acudir a declarar ante la juez del Instrucción nº5 de Las Palmas, Ana Isabel de Vega, y el fiscal Luis del Río.
En esa vista, los tres miembros de la familia Kokorev se acogieron a su derecho a no declarar.
Lo cierto es que el estado de salud de Vladimir Kokovev, de de 66 años, se ha agravado en los últimos meses. Se le ha detectado diabetes, con frecuencia sufre desmayos debido a su desgaste físico y psicológico, y ha perdido la movilidad en una pierna, se le nubla la vista, como él mismo aseguraba hace unas semanas en un manuscrito al del que se hizo eco CONFILEGAL.
Incluso se va a cuestionar si permanecer en prisión puede acortar su vida, porque existen otras opciones alternativas.
A los Kokorev les concedieron la extradición por un delito de blanqueo derivado de la malversación de caudales públicos del Estado de Guinea. Sin embargo, ahora la jueza les ha ampliado la imputación de «una manera amplísima», por tráfico de armas, cohecho, etc.. «así lo pone incluso en el Auto, etc».
Unas imputaciones que ellos no reconocen. Y que según señala el letrado Antonio José García Cabrera, su defensa se basará en una cuestión de fondo, argumentando que «su actividad era totalmente lícita». El asesor de los Kokorev, Juan Arencibia, negó la semana pasada ante la jueza que Vladimir Kokovev fuera testaferro de Obiang. Y aseguró que él mismo verificó la existencia de esos negocios antes de prestarle asesoramiento para invertir en España.
Todas las operaciones de los Kokorev están documentadas, con facturas. Es más «ingresaron 27 millones de euros de las transacciones en una cuenta del Banco Santander, no en paraísos fiscales».
«Julia no tenía participación alguna en los negocios de su marido»
En en caso de la esposa, de Julia Maleeva, su letrado Antonio José García Cabrera, presidente de ejecutivo de Lemat Abogados, que ejerce la defensa de Julia pide su excarcelación porque todos los testigos que han comparecido ante la juez instructora Ana Isabel de Vega han corroborado que «Julia no tenía participación alguna en los negocios de su marido».
Es más, subraya que el propio asesor de los Kokorev, Juan Arencibia, que declaró el pasado 15 de junio, «defendió la licitud de todas las operaciones». Y subrayó que el citado informe de los EE.UU «era meramente especulativo», incide García Cabrera.
Para este letrado, la defensa de Julia es clara, «de existir algún organizador sería su marido». «Ella sí realizó alguna transferencia siguiendo el dictado de su marido cuando este no estaba en Las Palmas de Gran Canarias, pero no hizo nada más. No tomaba decisiones». Y recuerda que «estos señores llevan 21 meses en prisión y que la prisión provisional no es un anticipo de la pena».
Los Kokorev tienen bloqueado todas las cuentas, tienen todos los bienes embargados y no puede evitar la acción de la justicia.
Además, mientras no hay una nueva imputación, se les está acusando de un delito de blanqueo que tiene una pena máxima de 6 años de prisión, «van camino de cumplir un tercio de la que sería la pena máxima del delito», por ello «no parece razonable que se le mantenga en prisión desde ningún punto de vista humanitario ni jurídico», concluye García Cabrera.
En su escrito, la defensa de Julia argumenta que «la Jurisprudencia Europea ha venido reconociendo el Derecho a la aplicación de medidas alternativas a la prisión provisional, estableciendo que las autoridades deben valorar dichas alternativas a la hora de plantearse el aseguramiento de la presencia del acusado o imputado (STEDH Idalov v. Rusia [GC], § 140).
El origen del caso Kokorev
Los Kokorev fueron detenidos en Panamá, en 2015, y extraditados a España, después de una larga e intermitente investigación que inició en 2008 tras una querella interpuesta por la Asociación Pro Derechos Humanos contra altos cargos del gobierno guineano por blanqueo de capitales.
Se intentaba esclarecer la procedencia de más de 26 millones de dólares en las cuentas del matrimonio procedentes de las arcas públicas guineanas.
Pese a carecer de antecedentes penales, y desconociendo hasta hace poco gran parte de los hechos que les imputan, los tres siguen en prisión.
La defensa de los Kokorev, desconocía hasta hace unos días la imputación real de sus defendidos.
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