El fiscal jefe de Inspección de la FGE investigará si las declaraciones de Navajas sobre Madrigal tienen trascendencia disciplinaria
A la izquierda, Fausto Cartagena, jefe de la Inspección, con Luis Navajas, cuyas declaraciones van a ser investigadas por el anterior; los dos pertenecen al Consejo Fiscal, el primero desde mayo de 2015 y el segundo desde diciembre de 2014. Foto: MF.

El fiscal jefe de Inspección de la FGE investigará si las declaraciones de Navajas sobre Madrigal tienen trascendencia disciplinaria

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23/9/2020 06:50
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Actualizado: 23/9/2020 02:41
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Fausto Cartagena Pastor, fiscal de Sala Jefe de la Inspección de la Fiscalía General del Estado, ha incoado una información previa por las declaraciones públicas, a dos medios de comunicación, del teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas Ramos, quien se jubila el 17 de diciembre próximo, cuando cumpla los 72 años.

En las mismas afirmó que la exfiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, y un segundo fiscal, trataron de influirle para que no informara a favor del archivo de las 15 querellas interpuestas contra el Gobierno por las muertes del COVID-19.

Se da la circunstancia de que tanto Cartagena como Navajas fueron personas de la máxima confianza de Madrigal cuando esta ocupó la máxima responsabilidad de la Fiscalía, entre el 9 de enero de 2015 y el 25 de noviembre de 2016. 

Cartagena fue promovido por Madrigal a la categoría de fiscal de Sala del Supremo y nombrado jefe de la Inspección.

Navajas, por su parte, aunque fue nombrado por el antecesor de Madrigal, Eduardo Torres Dulce, quien dimitió poco menos de un mes después; fue ratificado en su puesto por nueva fiscal general del Estado.

FISCALES «CONTAMINADOS IDEOLÓGICAMENTE»

El número 2 de la fiscalía afirmó en Onda Cero que los que le presionaron «son fiscales de altísima consideración» pero que «en este sentido están contaminados ideológicamente».

Añadió que eso sucedió en mayo y que entonces se dio cuenta de que «con esta tropa no podía ir a la guerra». 

La Fiscalía General del Estado ha confirmado la apertura de la información previa pero ha hecho hincapié en que es una investigación todavía muy incipiente, lo que indica que se van a tomar su tiempo.

El objetivo de Cartagena es aclarar si de los hechos relatados por Navajas pudieran derivarse alguna responsabilidad para Madrigal y para el segundo fiscal del Supremo, del que Navajas no reveló su nombre.

A Navajas le correspondía informar a la Sala de lo Penal del Supremo, como teniente fiscal del Alto Tribunal, sobre la admisión o inadmisión de las 15 querellas interpuestas contra el presidente del Gobierno y el Consejo de Ministros por la gestión de la pandemia.

En vez de convocar la Junta de Fiscales de la Sala de lo Penal del Supremo, como le sugirieron algunos, Navajas decidió llevar a cabo el informe con el apoyo de dos fiscales preparados y la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado. Y explicó sus razones.

De acuerdo con el número 2 de la Fiscalía, algunos fiscales fueron a hablar con él a su despacho para influirle en contra del archivo.

STAMPA, UNA INCÓGNITA

Por otra parte, no está claro si Cartagena va a entrar también sobre la segunda parte de sus declaraciones: Ignacio Stampa, fiscal anticorrupción.

Navajas dijo que le dio «asco» el conocer que supuestamente había tenido relaciones íntimas con la fiscal de la acción popular, por Podemos, Marta Flor, y que le parecía vomitivo.

El teniente fiscal dijo con toda claridad que él  habría apartado a Stampa de la instrucción del caso Tándem, en cuyo marco se investigan los «pluriempleos» del comisario José Manuel Villarejo. Y lo habría enviado de vuelta a Canarias, que es donde tiene su destino.

De acuerdo con Navajas, en destinos como la Fiscalía Anticorrupción habría que limitar la permanencia de los fiscales a 5 años, y someterlos a renovación para que no estén más de 10 años.

Si hay fiscales que no me gusta como orientan, que son filtradores, que tienen amistades peligrosas tengo que tener la posibilidad de quitármelos de encima. No me lo tengo que comer con patatas hasta que decida marcharse”, explicó a Alsina. “Mi idea es que si tenemos un problema que no nos dure toda la vida solo 5 años”.

Se da la circunstancia de que Cartagena ya «investigó» la «relación íntima» de Stampa y Flor y la despachó en un decreto concluyendo que no había podido haberla porque para ello, de acuerdo con la ley, era preceptivo que Stampa y Flor hubieran estado casados o fueran una unión de hecho con una antigüedad mínima de un año. Esa «amistad íntima» no era asimilable a ninguna de esas dos circunstancias. 

MALESTAR ENTRE LAS ASOCIACIONES

Tanto la Asociación de Fiscales (AF), la mayoritaria, como la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), criticaron las palabras de Navajas.

La Unión Progresista de Fiscales (UPF), no se pronunció públicamente.

Según la presidenta de la AF, Cristina Dexeus, Navajas debería haber sido “más prudente a la hora de hablar de los compañeros públicamente en esos términos”.

Respecto a las declaraciones de Navajas sobre el fiscal Stampa, la AF considera que “no son respetuosas con el principio de presunción de inocencia del compañero, al que sentencia sin posibilidad de defensa y sin contradicción”.

La APIF, por boca de Miguel Pallarés, lamentó las palabras de Navajas porque “no contribuyen a reforzar la imagen del Ministerio Público”.

“Ningún fiscal, y menos el teniente fiscal del Supremo debería hacer declaraciones públicas que menoscaben la imagen general del funcionamiento del Ministerio Fiscal o de fiscales concretos”, manifestó después a este diario Salvador Viada, fiscal del Alto Tribunal y miembro de APIF.

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