"El fin último de la prueba no puede ser la habilidad memorística, sino el conocimiento de las normas ortográficas y gramáticas", subraya el secretario general de la CEP, Víctor Vigil, quien también denuncia "una anomalía detectada en Granada, una de las sedes elegidas para examinar a los candidatos".
La CEP pide amparo al Defensor del Pueblo ante las ‘numerosas quejas’ sobre la prueba de ortografía de acceso a la Escala Básica de la Policía Nacional
Los opositores han transmitido a este sindicato de 'numerosas anomalías', que comienzan por el propio enfoque de la misma
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11/3/2021 12:35
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Actualizado: 11/3/2021 13:06
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La Confederación Española de Policía (CEP) ha pedido amparo al Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, ante las «numerosas quejas» recibidas por opositores que realizaron el pasado 6 de marzo diversas pruebas del proceso de ingreso en la Policía Nacional por la Escala Básica.
Han denunciado a la CEP «numerosas anomalías» en la prueba de ortografía.
Los opositores denuncian «la falta de transparencia y objetividad de esta prueba», según ha informado a Confilegal el secretario general del sindicato, Víctor Vigil.
La CEP envió ayer una misiva a Fernández Marugán para poner en su conocimiento las quejas recibidas y le ha pedido una investigación.
Estos opositores optan a una de las 2.366 plazas de policía a través de la oposición libre -cuando accede la población civil- convocada el 27 de agosto de 2020.
En el proceso de ingreso a la Escala Básica, que se tenía haber celebrado el pasado mes de febrero y fue pospuesto por la pandemia, hay una prueba física, otra de conocimientos, otra de ortografía y un tercer bloque en el que se integran una entrevista personal, un reconocimiento médico y un examen psicotécnico.
La CEP explica que entre los testimonios recabados «existe un consenso amplio sobre las anomalías en la prueba de ortografía, que comienzan por el propio enfoque de la misma, basado en detectar en un listado de 100 palabras cuáles de ellas no están incluidas en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española».
A juicio de los opositores y también de la CEP, el Área de Procesos Selectivos de la División de Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional ha elaborado una prueba que, «lejos de medir de manera técnica y objetiva las capacidades de los aspirantes en cuanto a sus conocimientos de ortografía, se ha limitado a fomentar la habilidad memorística, desnaturalizando el fin de este examen y alejándolo por completo de sus objetivos».
La CEP señala que puede darse la circunstancia de que un opositor sepa si una palabra consta o no en el diccionario de la RAE, pero no sepa cómo se escribe.
«El fin último de la prueba no puede ser la habilidad memorística, sino el conocimiento de las normas ortográficas y gramáticas», subraya el secretario general de la CEP.
Los opositores también denuncian «una anomalía detectada en Granada, una de las sedes elegidas para examinar a los candidatos».
Según explica Vigil, en esa sede, los aspirantes a policía hicieron la prueba de ortografía unas dos horas más tarde que en el resto de España, «pudiendo de esta forma no solo comprometer la seguridad del proceso, sino fomentar desigualdades entre sus participantes dependiendo de la ciudad en la que se examinaran».
Otra queja relacionada con este «polémico proceso» tiene que ver con el hecho de que «se hubiesen difundido las respuestas de la prueba cuando alguna de las sedes en las que se realizaba todavía tenía a opositores haciéndola».
La CEP recuerda en su petición al Defensor del Pueblo que el artículo 103 de la Constitución Española obliga a la Administración pública a servir con objetividad los intereses generales y a actuar de acuerdo con los principios de eficacia y coordinación, entre otros, y con sometimiento pleno a la ley y al Derecho, tal y como se establece, además, en la Ley 40/2015, de régimen jurídico del sector público.
La Confederación Española de Policía denuncia que lo ocurrido con esta oposición es «una muestra de quiebra del principio de igualdad entre candidatos que se someten a las pruebas de este proceso selectivo, al haber dispuesto algunos de ventajas objetivas en función de la sede en donde realizaban la prueba de ortografía, de tal forma que pudieron tener acceso a lo que se preguntaba y a las respuestas correctas”.
En cuanto al contenido de la prueba, insiste en que «no se ajustó al objetivo declarado, y por tanto pretendido, de conocimiento de ortografía, sino a «una mera clasificación de palabras en cuanto a su presencia o no en el diccionario de la RAE, no pareciendo esta prueba un ejemplo, precisamente, de adecuación entre fines y medios”.
«Pedimos al Defensor del Pueblo que tome cartas en el asunto y acabe de una vez por todas con las constantes polémicas surgidas en los procesos selectivos de ingreso en la Policía Nacional», señala a este diario Víctor Vigil.
Recuerda, por ejemplo, que el año pasado la polémica fue por la nota de corte también precisamente de la prueba de ortografía.
«El examen tampoco fue el acertado, puesto que la metodología aplicada tampoco evaluaba los conocimientos ortográficos, y se estableció una nota de corte mínima de un 5. La dificultad era muy alta y mucha gente se quedó fuera del proceso selectivo por una prueba tan simple como la ortográfica», explica Vigil.
Señala que este año no se ha preestablecido nota de corte, por lo que saldrá de la media de los exámenes.
Quien no supere la prueba ortográfica, no continúa el proceso selectivo, por lo que tendrá que presentarse a otra convocatoria.
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