El juez del caso Juana Rivas planta cara pública a los ataques mediáticos y políticos contra su persona
El magistrado Manuel Piñar ha descartado el silencio y ha optado por explicar sus razones a través de una carta.

El juez del caso Juana Rivas planta cara pública a los ataques mediáticos y políticos contra su persona

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20/12/2021 20:43
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Actualizado: 20/12/2021 20:45
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El magistrado del Juzgado de lo Penal 1 de Granada, Manuel Piñar, quien condenó a Juana Rivas, en primera instancia, y después, tras el indulto parcial a la mujer, se negó a dejarla en libertad y a suspender los 10 meses de condena que le restan de cumplir, está hecho de otra pasta que muchos de sus otros compañeros.

Ante los ataques mediáticos y políticos lanzados contra su persona desde diferentes medios de comunicación y desde Podemos, planteando su inhabilitación, Piñar ha optado por plantar cara.

No solo se crece ante el castigo sino que, además, dice sentirse «halagado» por este «escarnio público» al que le están sometiendo.

«Hoy por hoy soy una persona tremendamente satisfecha y me siento infinitamente halagado de que determinadas personas me estén sometiendo a escarnio público aún a costa de manipular publicaciones y hacer fotomontajes con mis datos», afirma en una carta dirigida al periódico Ideal,

«Me preocuparía seriamente y estaría muy afectado anímicamente sí, en estas circunstancias, hubiera sido objeto de sus alabanzas o sus prebendas o medallas, que nunca aceptaría, porque las condecoraciones y hasta los nombramientos para altos cargos, valen lo que vale el que los concede», añade, asegurando que «su actuación ha sido correcta».

Piñar sigue manteniendo uno de los argumentos del auto en el que se opuso a poner en libertad de Rivas por considerarla un peligro por un posible episodio de abusos sexuales contra uno de los menores mientras estaba con su madre.

El magistrado condenó, en su momento a Rivas, a 5 años de prisión en 2018 como autora de dos delitos de sustracción de menores por desaparecer con sus hijos menores para no entregarlos al padre, el italiano Francesco Arcuri. Una pena que después redujo el Supremo a dos años y medio de cárcel.

Rivas ingresó en prisión en junio pasado, donde permaneció hasta que el 16 de noviembre, cuando el Gobierno le otorgó un indulto parcial.

El magistrado Piñar, sin embargo, decretó el 9 de diciembre que no había lugar a suspender la pena de prisión de la mujer y que debía acudir a dormir al Centro de Inserción Social Matilde Cantos porque consideraba que representa, aún hoy, un peligro para sus hijos. Una decisión que el abogado de Rivas, Carlos Aránguez, recurrió en apelación ante la Audiencia Provincial de Granada.

No obstante Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio de Interior, acordó el pasado viernes 17 de diciembre que a partir de mañana, 22, Rivas pase a la modalidad de cumplimiento del artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario: permanecerá en su domicilio con un brazalete de control telemático.

«Esta decisión facilita que Juana pueda disfrutar con sus hijos estas Navidades», explica en un comunicado Aránguez.

ELABORÓ EL INFORME PORQUE SE LO PIDIÓ EL MINISTERIO DE JUSTICIA

El magistrado Manuel Piñar explica, en su misiva, por qué considera que Rivas sigue siendo un peligro para sus hijos. Y relata que elaboró un informe, por petición del Ministerio de Justicia, cuando se comenzó a preparar el expediente de indulto a Rivas sin que el Supremo hubiera dado una respuesta al recurso de casación.

«El Juzgado, por tanto, no inicia ningún expediente, porque no puede. Es el Ministerio el que lo remite, no se sabe si por error u otro motivo y al remitirlo, el Juzgado debe tramitarlo e informarlo en los aspectos que le corresponden», dice la carta.

«Cuando se eleva informe a petición del Ministerio de Justicia», prosigue, «se cita literalmente la expresión recogida a un menor por el médico que le hacía una revisión. Según acoge el informe el menor dijo: ‘Alguien me ha hecho daño en el…’ y omito aquí esta última palabra, añadiendo la localización expresa del pasaje en la causa. Es la única referencia directa a lo manifestado por el menor, ya que no consta que fuera explorado, y por ello se consideró especialmente importante».

«Para mí esa manifestación del niño, tiene credibilidad. Quienes rebatan esto, no me rebate a mi, ni atacando mi credibilidad, pues en realidad a quién quieren callar es al menor y están rebatiendo y restando credibilidad a un niño que en abril de 2017 dijo alguien me ha hecho daño en el… y la del forense que dijo no es descartable que eso sea resultado de…», refiere el magistrado.

LAS PALABRAS SIGNIFICAN LO QUE SIGNIFICAN

Y añade: «Las palabras significan lo que significan. No vayamos ahora a que con ese nuevo sistema de comunicación que su entorno predica de todas, todes, niñes… y demás sandeces, también queramos cambiar el sentido de todo el lenguaje y su significado. La expresión alguien me ha hecho daño en el… ¿es una valoración personal o tiene un significado?».

Piñar explica que envió al «Ministerio de Justicia la información de que disponía, repito, en la tramitación de un expediente que no debieron enviar, pero lo enviaron y no dijeron que hubiera otro segundo, tirando literalmente de las expresiones que el médico tomó del menor, precisamente para que se valoraran e interpretaran a la hora de conceder cualquier medida de gracia, sin tergiversar el sentido de nada, y así poner en primer plano los elementos de juicio en su expresión literal».

«Alguien me ha hecho daño en el… significa lo que significa. Era un hecho que obraba en la causa desde principio, y se mantuvo silenciado por respeto a la intimidad del menor. Solo se usó en el momento en que se vio que la integridad de este podía estar en peligro por la vuelta al lugar donde pudiera estar el presunto autor. No ha sido por tanto este Juzgado el que lo ha dado a conocer públicamente», insiste.

«En esas circunstancias y por la función valorativa, que no es criterio personal ni decisión personal, ni voluntad personal, sino una función legal atribuida por el Código Penal, porque usa la expresión el Juez valorará; de modo que si, para alguien, las valoraciones son personales, ningún Juez podrá valorar pruebas ni nada, porque siempre valorar supone una labor personal», refiere.

SI EL NIÑO VUELVE AL ENTORNO DE LA MADRE PUEDE VOLVER A ENTRAR EN CONTACTO CON EL SUPUESTO ABUSADOR

«Y es por esa función valorativa como se llega a la conclusión de que si el menor vuelve al entorno de la madre, puede, con mucha probabilidad, entrar en contacto con el presunto abusador, porque como es sabido por los que han investigado y Juzgado estos casos, lo digo por una experiencia de 36 años, los abusos a niños tan pequeños tienen lugar por personas allegadas al círculo familiar, y, ojo, no digo familiares, pueden ser familiares, amigos, vecinos o gente que tenga esa facilidad de acceso al menor», subraya.

El último auto del magistrado provocó que el representante legal de Rivas, Aránguez, denunciara ante la Fiscalía de Menores, ante el Defensor del Menor de Andalucía y ante el Servicio de Protección del Menor la divulgación de lo que considera «informaciones falsas» que afectan directamente a uno de los menores.

Aránguez, además, anunció que estudiaría nuevas acciones legales contra el magistrado.

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