Jorge Campmany, sobre la huelga de LAJ: “En mi despacho se han suspendido cientos de juicios de incapacidades, ha sido horroroso”
Este tipo de asuntos son muy delicados porque implican la salud de las personas, por lo que Jorge Campmany ha explicado cuáles son las enfermedades por las que la gente suele solicitar la incapacidad.

Jorge Campmany, sobre la huelga de LAJ: “En mi despacho se han suspendido cientos de juicios de incapacidades, ha sido horroroso”

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04/4/2023 06:48
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Actualizado: 04/4/2023 11:38
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Ya ha pasado una semana desde que los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ) pusieran fin a una huelga de dos meses en la que solicitaban unas mejoras salariales. Pero su “parón” ha provocado la suspensión de 329.500 juicios y vistas y ha dejado 392.000 demandas pendientes de reparto, según cifras del Comité de Huelga.

Pero esta huelga ha causado un grave daño a todas aquellas personas que estaban esperando a que se resolviese su juicio sobre incapacidad porque retrasar su caso unos años más puede tener unas consecuencias fatales.

Jorge Campmany, socio-director del despacho Campmany Abogados (especializado en incapacidades) ha calificado de “horrorosa” la situación que han vivido desde su bufete porque al final “han acabado pagando los de siempre, los trabajadores y los propios letrados”. En su despacho se han cancelado cientos de juicios.

Y esto también ha afectado a su trabajo porque ahora les están notificando todo. Y aunque entiende que hiciesen la huelga, no comprende por qué ahora tienen que hacer todo el trabajo de golpe porque no ha sido una cosa a nivel local, sino nacional. 

El letrado ha apuntado que no hay suficiente conciencia del problema que esto va a generar y, aunque no lo ha querido poner al nivel del cierre de los juzgados por la pandemia, ha considerado que es un hecho similar. “Y ahora a ver qué pasa con la convocatoria de huelga de funcionarios, es el nunca acabar”, ha explicado a Confilegal.

Las enfermedades más comunes por las que se solicitan incapacidades

Como se ha comentado, este tipo de asuntos son muy delicados porque implican la salud de las personas, por lo que Jorge Campmany ha explicado cuáles son las enfermedades por las que la gente suele solicitar la incapacidad.

En primer lugar, las más comunes son aquellas relacionadas con dolencias musculares o esqueléticas, como pueden ser la lumbalgia o las cervicales. En un segundo grupo, se engloban aquellas relacionadas con las patologías psiquiátricas, como, por ejemplo, trastornos depresivos, ansiedad, bipolaridad, esquizofrenia o trastornos obsesivos compulsivos.

Y, el resto de las dolencias por las que la gente solicita la incapacidad es el cáncer, cardiopatías o enfermedades autoinmunes.

Cuatro tipos de incapacidades

Tanto la Seguridad Social como los juzgados -en caso de que recurran la resolución de la primera- pueden conceder cuatro tipo de incapacidades, y la prestación económica varía en función de una u otra.

La incapacidad parcial, según ha descrito el letrado, es el único grado de los cuatro en los que no hay una prestación económica periódica, sino una indemnización. Este tipo de incapacidad es muy poco habitual y se cobra 24 meses de la base de cotización.

En estos casos, que pueden darse por accidente laboral o enfermedad común, se continúa desempeñando la labor en el puesto de trabajo pero, como al tener una enfermedad hacen un esfuerzo mayor que el resto de sus compañeros, se les indemniza. Por ejemplo, si un operario de fábrica sufre una amputación de un dedo, podrá seguir con su actividad pero le costará más.

La total significa que el empleado no puede realizar su trabajo habitual pero sí otros. Puede ser el caso de un comercial al que le amputen la pierna, no podrá estar caminando todo el día para vender pero sí realizar un trabajo de oficina. Si tiene menos de 55 años cobrará el 55% de su base reguladora de cotización y si tiene más de esa edad y no se percibe otro ingreso, el 75%.

En cuanto a la absoluta, continúa Jorge Campmany, se concede cuando una persona no puede desempeñar ningún tipo de labor y, en este caso, se otorga el 100% de la base reguladora y está exento de tributar por IRPF. Ejemplo de ello sería cuando el Juzgado de lo Social Nº2 de Bilbao reconoció la incapacidad permanente absoluta a un celador diagnosticado de covid persistente. 

Y, a veces, si cuando se tiene esta última incapacidad se necesita ayuda de una tercera persona, se puede conceder la Gran Invalidez al entender que el afectado tiene más gastos. Este grado puede otorgarse, por ejemplo, en caso de ictus o esclerosis múltiple.

El INSS suele rechazar las solicitudes

Cuando una persona tiene una dolencia y quiere solicitar la incapacidad, el abogado ha explicado que debe ir a la Dirección Provincial de la Seguridad Social para que le hagan un examen médico. Y ha querido hacer hincapié en que no es necesario estar de baja para solicitarla.

Y para determinar si se debe conceder algún tipo de grado, hay que estudiar caso por caso, tal y como dice el Tribunal Supremo porque una misma enfermedad puede afectar de forma diferente a cada persona. Por ejemplo, si una persona con bipolaridad está medicada y responde adecuadamente, puede trabajar, pero también puede ocurrir todo lo contrario.

Otro de los factores que se tienen en cuenta son las secuelas. «Es importante que, además de padecer una enfermedad o lesión, se hayan agotado todos los tratamientos médicos posibles», ha explicado el letrado.

¿Y por qué suele rechazar la Seguridad Social las solicitudes? En opinión de Campmany, «no hay dinero para todo el mundo, a veces se conceden, pero es muy aleatorio». Aproximadamente hay 950.000 pensionistas y el presupuesto es escaso. Entonces «es un filtro», por lo que está la fase administrativa, que es con el INSS y la judicial.

Y es que, en España, al año hay unos 40.000 procesos judiciales de los cuales 20.000 se conceden.

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