Jorge Campmany, sobre la incapacidad por covid persistente: «cuesta llegar al diagnóstico y acreditar las limitaciones»
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 10% y el 20% de los afectados tiene síntomas prolongados en el tiempo. 

Jorge Campmany, sobre la incapacidad por covid persistente: «cuesta llegar al diagnóstico y acreditar las limitaciones»

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21/12/2023 06:30
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Actualizado: 21/12/2023 11:49
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Desde que estalló la pandemia, muchas personas que contrajeron coronavirus no han acabado de recuperarse. El covid persistente es el conjunto de síntomas que se pueden experimentar a medio o largo plazo tras haber sufrido la enfermedad.

Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 10% y el 20% de los afectados tiene síntomas prolongados en el tiempo. 

Jorge Campmany, socio-director del despacho Campmany Abogados (especializado en incapacidades), comentó ayer en un webinar organizado por el bufete que el covid persistente se encuentra, sobre todo, en mujeres de más de 40 años.

Pero el problema es que «cuesta llegar al diagnóstico y acreditar las limitaciones porque no afecta a todo el mundo igual, del mismo modo que también es diferente una bipolaridad según la persona que la padezca». Es algo en lo que no hay biomarcadores, como ocurrió en su día con la fibromialgia.

«Cuesta demostrar al juez que esto es crónico y que no hay nada mas que hacer».

Dos síntomas clave de covid persistente

«Hay más de 200 síntomas, pero la escala terapéutica es compleja y a la hora de hablar de secuelas nos puede suponer una dificultad importante», señaló el letrado.

En este caso, «no hay pruebas diagnósticas que te digan que tienes covid persistente, se llega a ese diagnóstico por exclusión tras haberse realizado todas las pruebas necesarias. Y cuando ya se descarta todo, se llega a esa conclusión de que lo que le ocurre a esa persona es que tiene tal enfermedad. Es un cajón de sastre».

Campmany explicó que las dos características que están dando lugar a incapacidad permanente en los tribunales son la fatiga y lo cognitivo, es decir, todo lo que afecta a la memoria, concentración o atención. En ese último síntoma «es muy útil la prueba neurocognitiva, que sirve para acreditar ese déficit de atención».

El letrado recordó que para que te concedan la incapacidad permanente, han de cumplirse ciertos requisitos, como estar cotizando, de baja médica o en desempleo contributivo. Y para poder cobrarla, se debe haber cotizado un periodo mínimo que varía en función de los años.

Por ejemplo, si una persona tiene 52 años, debe haber cotizado 8 años y una quinta parte debe corresponder con los últimos 10.

Tipos de incapacidad

La incapacidad parcial, según describió el letrado, es el único grado de los cuatro en los que no hay una prestación económica periódica, sino una indemnización. Este tipo de incapacidad es muy poco habitual y se cobra 24 meses de la base de cotización.

En estos casos, que pueden darse por accidente laboral o enfermedad común, se continúa desempeñando la labor en el puesto de trabajo pero, como al tener una enfermedad hacen un esfuerzo mayor que el resto de sus compañeros, se les indemniza. Por ejemplo, si un operario de fábrica sufre una amputación de un dedo, podrá seguir con su actividad pero le costará más. Esta no aplica para el covid persistente.

La total significa que el empleado no puede realizar su trabajo habitual pero sí otros. Puede ser el caso de un comercial al que le amputen la pierna, no podrá estar caminando todo el día para vender pero sí realizar un trabajo de oficina. Si tiene menos de 55 años cobrará el 55% de su base reguladora de cotización y si tiene más de esa edad y no se percibe otro ingreso, el 75%.

En cuanto a la absoluta, continúa Campmany, se concede cuando una persona no puede desempeñar ningún tipo de labor y, en este caso, se otorga el 100% de la base reguladora y está exento de tributar por IRPF. Ejemplo de ello sería cuando el Juzgado de lo Social Nº2 de Bilbao reconoció la incapacidad permanente absoluta a un celador diagnosticado de covid persistente. 

Y, a veces, si cuando se tiene esta última incapacidad se necesita ayuda de una tercera persona, se puede conceder la Gran Invalidez al entender que el afectado tiene más gastos. Este grado puede otorgarse, por ejemplo, en caso de ictus o esclerosis múltiple.

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