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Opinión | CDL: ‘The Jimi Hendrix Experience’ ante los tribunales de su Graciosa Majestad (II)

Opinión | CDL: ‘The Jimi Hendrix Experience’ ante los tribunales de su Graciosa Majestad (II)
Josep Gálvez, abogado español y "barrister", continúa en esta segunda entrega con el caso "The Jimi Hendrix Experience", que enfrentó a los herederos de los músicos Redding y Mitchell contra Sony en la que el juez Johnson juega un papel importante.
13/2/2024 08:40
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Actualizado: 13/2/2024 11:26
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Sucedió el pasado martes durante una audiencia ante la muy londinense ‘Court of Appeal’. Es una simple anécdota pero da buena cuenta del riguroso cumplimiento de las formalidades en la jurisdicción de Inglaterra y Gales.

Además, por suerte, contamos con la grabación de la sesión y pueden verla en la cuenta oficial de tan importante tribunal en Youtube.

COURT OF APPEAL
COURT OF APPEAL

Como ya sabrán, los ‘barristers’ se sitúan en la sala dependiendo de su categoría. De tal manera, los ‘King’s Counsels’, o ‘KC’ -la máxima distinción de la abogacía británica- son los únicos que pueden sentarse en las mesas delanteras ante el tribunal.

Es su lugar reservado en la sala, porque aquí las clases siguen importando y mucho.

Y detrás de los ‘KC’ pues se colocan los ‘junior counsels’, es decir, los demás ‘barristers’ que no son ‘KC’.

Pero no se lleven a error, porque es absolutamente normal que un ‘barrister’ tenga la condición de ‘junior’ durante toda su vida profesional.

De hecho, grandísimos ‘barristers’ no han dejado nunca de ser juniors durante toda su carrera, incluso aunque contarán con muchísimos años de experiencia.

Además, que lo llamen a uno ‘junior’ con según que edad no deja de ser un piropo, oigan.

Por último, al fondo y antes de las bancadas del público se sitúan los ‘instructing solicitors’, que son los que cargan con el cliente, en ocasiones incluso literalmente.

ALARMA DE INCENDIO EN LA ‘COURT OF APPEAL’

Pues bien, como verán, cuando llevaban unos cinco minutos de vista, de repente la megafonía de la sala interrumpió la tranquilidad de la sesión, como si de la visita de un cuñado se tratara.

Con tono marcial, la voz alertaba sobre la existencia de un incendio en el edificio, conminando a todos los presentes a que abandonaran la sala. 

Verán que la cara de los presentes muestra la sorpresa por el sorpresivo anuncio, hasta que el Juez presidiendo el tribunal de apelación, Lord Justice Newey se dirige a los presentes:

– No tenemos elección; tal vez podamos volver en un momento (‘We have no choice; perhaps we can reconvene in a moment’).

Acto seguido y, a pesar de la evidente urgencia, de conformidad con el protocolo de los tribunales desde tiempos inmemoriales, todos se ponen en pie y realizan el famoso ‘nodding’.

Es el gesto de respeto a la Justicia de Su Majestad, representada simbólicamente por el escudo que está colgado en la pared.

Pero que haya un incendio no quiere decir que esto se convierta en la anarquía precisamente.

Y es que las normas de respeto judicial también exigen que todos deberán esperar a que los jueces salgan primero de la sala de vistas (‘A judge should no be left alone in open court’).

En efecto, los miembros de la ‘Court of Appeal’ son los primeros en abandonar la audiencia. Sólo cuando los ‘Lords Justices’ hayan salido lo hará el resto de los presentes, en riguroso orden y sin exaltación ninguna.

No me dirán que no es un excelente ejemplo de compostura, la conocida flema británica.

CON LA MÚSICA (Y LA DEMANDA) A OTRA PARTE

A nosotros nos toca volver al caso de los herederos de Mitch Michell y Noel Redding, el batería y bajista de ‘The Jimi Hendrix Experience’ durante aquellos años locos del siglo pasado.

Recordemos que ambos músicos se unieron al proyecto de Hendrix en 1966, arrojando los tres grandes álbumes de estudio de los que saldrían auténticos mitos del rock psicodélico, como ‘Purple Haze’, ‘Foxey Lady’ o ‘Hey Joe’, entre otras maravillas.

La cuestión es que, aunque Hendrix escribió la gran mayoría de las canciones, el trío musical tenía un acuerdo sobre los derechos antes de la inesperada muerte de Hendrix en 1970 en el ya desaparecido St Mary Abbots Hospital de Londres.

Además, recordemos que a mediados de los años setenta, Redding y Mitchell habían firmado un acuerdo transaccional en Nueva York por el que se comprometían a no reclamar nada más por sus derechos de autor, a cambio de ciertas cantidades.

¿Pero qué dura para siempre?

Para fundamentar su nueva demanda en 2022, los herederos de Redding y Mitchell, iniciaron un nuevo proceso en Inglaterra y Gales, aportando pruebas de que los rockeros murieron “en relativa pobreza”,  reclamando que se les debía parte de los derechos de autor ya que desde aquellos tiempos en que firmaron el acuerdo la industria musical ha cambiado bastante.

Y es que cuando firmaron ese acuerdo transaccional, Redding y Mitchell no se imaginaban que habría innumerables reediciones, la aparición del CD o el actual sistema de reproducciones via Spotify y otros sistemas de ‘streaming’, que estaban aún por llegar.

Jimi Hendrix
Noel Redding, Jimi Hendrix y Mitch Mitchell, juntos formaron lo que se dio en llamar «The Jimi Hendrix Experience», que terminó en los tribunales. Josep Gálvez, abogado español y «barrister», explica el caso en esta primera entrega. Imagen: Josep Gálvez. En la primera parte de esta columna, pinchando sobre este enlace, se puede acceder a ella.

PRIMER ASALTO: DECLINATORIA DE JURISDICCIÓN

Como era de esperar, la defensa de Sony se presentó ante los tribunales ingleses oponiendo primero una declinatoria de jurisdicción, también conocida como ‘challenge of jurisdiction’.

Para ello tiraron del ya clásico ‘forum non conveniens’.

Es decir, el famoso recurso del ‘common law’ según el cual resultaría más conveniente que el asunto fuera resuelto por los tribunales de otra jurisdicción. Que en este caso sería Nueva York, dado que el acuerdo transaccional fue firmado ahí y el documento afectaría a cualquier otro país.

Así que, abierta la pieza correspondiente, las partes fueron convocadas a unas audiencias y  finalmente el 21 de junio de 2022, el Deputy Master Rhys, juez responsable de resolver sobre la declinatoria presentada por Sony, desestimó de plano la declinatoria de Sony.

Se trata de la decisión [2022] EWHC 1752 (Ch) y en la que concluye que los derechos que se están reclamando tienen su razón de ser en el Reino Unido y no en otro lugar.

En efecto, en base al principio de la carga probatoria, Sony tenía que probar que Nueva York resultaría la jurisdicción más adecuada para resolver la reclamación, tanto desde el punto de vista de las partes involucradas como para el interés de la justicia.

Una carga que el Deputy Master Rhys considera que no ha sido colmada por la discográfica.

¿CUÁL ES EL FORO MÁS CONVENIENTE?

Así es. Según la sentencia, el Deputy Master Rhys señala que “me resulta obvio que Inglaterra es el foro más natural y apropiado, es decir, el foro con el que la reclamación tiene la conexión más real y sustancial.” (‘It seems to me obvious that England is the most natural and appropriate forum i.e. the forum with which the claim has the most real and substantial connection’).

Y es que, como señala su resolución, todas las partes en el procedimiento son entidades del Reino Unido, incluida la demandada; el derecho de Inglaterra y Gales es el aplicable tanto a la demanda como a los hechos relatados, y que además se produjeron en el Reino Unido.

Por tanto, el hecho de que el acuerdo se firmara circunstancialmente en Nueva York no tiene una entidad suficiente como para desplazar a la jurisdicción del Reino Unido como mejor posicionada para solventar el asunto.

En otras palabras: el caso presenta más conexiones con el foro inglés que con el norteamericano.

Como es lógico, siendo un caso tan importante como este, Sony recurrió la decisión de Rhys frente a la misma ‘High Court’, lo que llevó a solicitar el preceptivo permiso y la celebración de una vista ante Mr Justice Edwin Johnson el 23 de marzo del año pasado.

LA APELACIÓN FRENTE A LA DESESTIMACIÓN DE LA DECLINATORIA

A pesar de haber obtenido el permiso para recurrir, el resultado no fue diferente ya que la sentencia del Deputy Master Rhys fue confirmada por la sentencia Sony Mustic Entertainment UK Ltd v Noel Redding Estate Ltd y Mitch Michell Estate Ltd [2023] EWHC 941 (Ch).

En efecto, en una decisión de casi cincuenta páginas, Mr Justice Johnson resuelve con la cautela que conlleva revisar la decisión adoptada por el Deputy Master, y que es una auténtica definición de lo que supone la segunda instancia que:

“El tribunal de apelación debería ser reacio a interferir a menos que el Deputy Master cometiera un error significativo o material  (como tener en cuenta pruebas irrelevantes o erróneo u omitir material relevante) o llegara a una decisión que fuera claramente errónea”.

(‘The appeal court should be slow to interfere unless the Deputy Master made a significant or material error of principle (such as taking into account irrelevant or mistaken material or omitting relevant material) or reached a decision that was plainly wrong.’)

Y advierte que se requiere algo más que un simple desacuerdo con la decisión de otro juez, que es necesario demostrar que “algo había ido mal en el ejercicio de evaluación” y que ese algo tiene un peso como para justificar que el juez de la apelación intervenga para enmendar la plana.

Así que Mr Justice Johnson, si bien autoriza el recurso de Sony, acto seguido lo desestima  ya que, en definitiva, la discográfica no ha demostrado que Nueva York fuera un foro más apropiado para este caso que los tribunales de Inglaterra y Gales.

No obstante, la cosa sigue adelante porque Sony contraatacará para sacarse a los demandantes de una vez por todas mediante una petición de ‘strike out’.

Pero eso ya lo veremos la semana que viene.

Hasta entonces, mis queridos anglófilos.

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