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Opinión | CDL: ‘The Jimi Hendrix Experience’ ante los tribunales de su Graciosa Majestad (y III)

Opinión | CDL: ‘The Jimi Hendrix Experience’ ante los tribunales de su Graciosa Majestad (y III)
Josep Gálvez, abogado español y "barrister", concluye con este capítulo la historia de ‘The Jimi Hendrix Experience’. Foto: JG.
20/2/2024 06:31
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Actualizado: 20/2/2024 11:03
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Como sucede en España, en Inglaterra y Gales algunos ‘Barristers’ tienen una particular predilección por la teatralidad en sus intervenciones, tal vez por alguna vocación frustrada como actores que tratan de sublimar a través de su papel ante los tribunales.

Dicen que este fue el caso del gran Montagu Williams, un ‘Barrister’ excepcional, quien gustaba de determinados efectos escénicos en sus audiencias, por los que sus casos preferidos eran aquellos que tenían jurado o con gran público, a los que siempre reservaba una sorpresa con la que poner fin a su intervención.

Según cuenta la anécdota, en aquella ocasión actuaba como ‘leading Barrister’ Montagu Williams junto con otro gran ‘Barrister’ como segundo, Horace Avory, y ambos defendían a un imputado por un delito que ahora no viene al caso pero que conllevaba un jurado popular, la especialidad de la casa.

El caso no era demasiado halagüeño, ya que la acusación se apoyaba en algunas pruebas muy comprometedoras y toda la esperanza residía en uno de los principales testigos, quien estaba en posesión de información muy favorable para los intereses de la defensa.

El problema es que para obtener esa declaración, el ‘Barrister’ tenía que ser alguien con cierta habilidad en el interrogatorio. Dicha tarea recayó naturalmente en Montagu William para tratar de sacar a la luz esta información, y sobre todo, para que fuera convincente para todos los miembros del jurado.

En fin, la cosa es que durante el juicio,  tocó el turno del testigo de marras y para sorpresa de su ‘Junior Barrister’, el gran Montagu Williams no dejaba de hacer preguntas que no parecían conducir a ningún lado.

Que si este detalle, que si lo otro, pero la pregunta crucial al testigo no aparecía por ningún lado, lo que desesperaba a su junior, Horace Avory.

Total que, tras un buen rato en el que Horace Avory le dio media docena de codazos a su jefe para recordarle su importante omisión, William se giró hacia su colega y le susurró:

– Cállate ya, voy a terminar con esto. (‘Be quiet now, I’m going to finish up with that’)

Bueno, pues la sesión siguió con más preguntas sin demasiada importancia, y entonces, sin ninguna emoción, Williams deslizó al testigo la más importante, la pregunta del millón de dólares-

Tan hábilmente colocada, la respuesta totalmente favorable al acusado.

Al escuchar las palabras del testigo clave, Williams mostró un sobresaltó al instante, como si le hubiera dado una descarga eléctrica y estuviera demasiado afectado para seguir hablando.

Miró entonces enmudecido al testigo poniendo cara de absoluto asombro y luego al jurado.

Y en ese estado de muda sorpresa, se hundió dramáticamente en su asiento, dando a entender claramente con toda esa actuación que una palabra más sería superflua ante tan contudente declaracion.

El efecto en la sala fue el esperado: se produjo un silencio que pareció eterno.

Y el resultado de toda esta función fue que el jurado olvidó inmediatamente todo lo que había oído hasta entonces durante el juicio y absolvió al acusado.

Lo que en un momento antes había parecido un caso perdido terminó en un triunfo para Montagu Williams, uno de los mejores ‘Barristers’ de todos los tiempos y seguramente el merecedor de un ‘Oscar’ a la mejor interpretación en sala.

Nosotros tenemos que volver a la reclamación de los herederos del batería Mitch Mitchell y el bajista Noel Redding, integrantes de la legendaria banda de los 60’s, ‘The Jimi Hendrix Experience’.

A VUELTAS CON LA RECLAMACIÓN DE LOS HEREDEROS DE MITCH MICHELL Y NOEL REDDING CONTRA LA DISCOGRÁFICA SONY

Como ya vimos, Mitchell y Redding nunca vieron una parte justa del dinero generado por su trabajo pionero como parte del grupo, y de hecho ambos murieron en condiciones no demasiado boyantes, a pesar de ser auténticos mitos de la historia del Rock juntamente con el gran Jimi Hendrix.

Y es que, aunque esos dos firmaron un acuerdo transaccional con la discográfica Sony a cambio de unas cantidades irrisoriamente bajas, la realidad es que ‘The Jimi Hendrix Experience’ ha seguido siendo una auténtica máquina de hacer dinero durante décadas y a un nivel que pocos grupos de música han conseguido.

Así que los herederos de los melenudos británicos reclaman ahora parte de ese pastel enorme interponiendo una demanda ante los tribunales de Inglaterra y Gales.

Desestimada la declinatoria de jurisdicción para llevarse el asunto a Nueva York, Sony plantó entonces cara mediante la famosa ‘Application for Summary Judgment and Strike Out’.

Un figura procesal que sin duda debería considerarse en otras jurisdicciones como España para evitar demandas del tipo “a ver si suena la flauta” aprovechando que litigar es barato no, lo siguiente.

Pero entonces ¿En qué consiste esta ‘Application’ tan particular’?

LA ‘APPLICATION FOR SUMMARY JUDGMENT AND STRIKE OUT’, UN EXCELENTE REMEDIO CONTRA LAS DEMANDAS SIN VIABILIDAD

Pues lo habrán visto cientos de veces en las películas y series anglosajonas en las que el abogado del demandado solicita al tribunal que finiquite la reclamación directamente y no haga perder el tiempo y el dinero al personal.

Es decir, que le pide al juez que se mire el asunto y confirme que no tiene visos de prosperar mediante sentencia, ahorrándose un proceso que hasta una sentencia firme puede desarrollarse durante años y más años para acabar desestimándose.

Para ello, el abogado solicita al tribunal – de ahí lo de ‘Application’ o petición- que tras una vistilla se dicte una sentencia sumaria y de desestimación del caso (el ‘Summary Judgement’ y el ‘Stike Out’).

Imagínense qué bien iría en España si al juez se le permitiera liquidar un asunto cuando ya es más que evidente con la demanda que no tiene ninguna viabilidad de ganarse.

 ¡Lo que se ahorraría en papel y sobre todo en aguantar interminables horas de aburrimiento soberano para acabar en finalmente en una desestimación, como ya sabían todos desde el principio!

Evidentemente, para evitar el uso frívolo y malintencionado de esta herramienta, como cada paso en el sistema procesal inglés, la desestimación de la ‘ ‘Application for Summary Judgment and Strike Out’ conlleva la imposición de costas, que no son baratas precisamente.

Pero entonces ¿qué pasó con la reclamación de los herederos de Mitchell y Redding?

Pues esencialmente, SONY solicitaba que la demanda descarrilara alegando que los acuerdos transaccionales que firmaron en los años 70 del siglo pasado impedían a Redding y Mitchell, y por tanto a sus herederos de sus derechos, reclamar.

Por contra, los demandantes opusieron entre otros motivos, que los derechos de ejecución que reclaman son derechos nuevos.

En concreto fueron creados por la Ley de Derechos de Autor, Diseños y Patentes de 1988 (la Copyright, Designs and Patents Act 1988’) y por tanto, no estarían incluidos en los acuerdos transaccionales.

¿Quién se llevaría el gato al agua?

LA DECISIÓN DE MR JUSTICE GREEN A LA ‘APPLICATION FOR SUMMARY JUDGMENT AND STRIKE OUT’

Pues la ‘Application for Summary Judgement and Strike Out’ fue resuelta por The Hon Mr Justice Michael Green en la sentencia Noel Redding Estate Limited & Anor v Sony Music Entertainment UK Limited,[2024] EWHC 128 (Ch).

Y como ya señalaba en la primera entrega de las cartas sobre este asunto, con un estilo que a mi particularmente me recuerda al gran Lord Denning, Mr Justice Green daba inicio a la sentencia con estas palabras:

– Posiblemente el mejor guitarrista de rock de la historia, James Marshall «Jimi» Hendrix, murió tristemente el 18 de septiembre de 1970, con sólo 27 años. (‘Arguably the greatest rock guitarist ever, James Marshall ‘Jimi’ Hendrix (“Jimi”), sadly died on 18 September 1970, aged just 27’).

Como se imaginarán con semejante comienzo, Mr Justice Green resolvió a favor de los demandantes, y consideró que el asunto tiene que ir a juicio, desestimando la ‘Application’ para liquidar el asunto de un plumazo.

Y es que Mr Justice Green entendió que los herederos tienen un caso más que discutible de que el consentimiento que dieron Mitchell y Redding a principios de los años 70 no incluye la explotación actualmente de sus derechos de propiedad de artistas intérpretes o ejecutantes y que esta cuestión bien puede implicar un enjuiciamiento de los hechos.

Por tanto, el Juez Green concluye en su sentencia que “Los demandantes tienen posibilidades reales de ganar el juicio”, (‘The claimants have a real prospect of succeeding on their case’), lo que me imagino, habrá llevado a que alguien en Sony haya sacado ya la calculadora.

En fin, hasta aquí este asunto del que seguramente oiremos hablar en los próximos meses.

Por mi parte, la semana próxima volveré con más, aunque probablemente no mejor.

Hasta entonces mis queridos anglófilos.

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