La gestación de esta Directiva se ha realizado a través de los trílogos, un sistema que tiene un 90 % de éxito, bajo el impulso de la Presidencia española.
Alcanzaba 57 decibelios en horario diurno y vespertino, cuando el máximo permitido son 35, y 56 decibelios por la noche, cuando lo permitido es hasta 30.