La Fiscalía mantiene la petición de 25 años de cárcel para la acusada de matar a su marido y dárselo de comer a sus perros
La acusada es Svetlana B., de nacionalidad rusa y 46 años. Foto: EP

La Fiscalía mantiene la petición de 25 años de cárcel para la acusada de matar a su marido y dárselo de comer a sus perros

El Ministerio Público apunta a un posible móvil económico, ya que la mujer era la heredera del testamento
|
19/6/2019 12:21
|
Actualizado: 19/6/2019 14:17
|

La Fiscalía ha mantenido este miércoles su petición de 25 años de prisión para la mujer acusada de mutilar a su marido, un alemán de 70 años, y dárselo de comer a sus perros en Cala Millor (Mallorca) en 2016.

Acusa a Svetlana B., de nacionalidad rusa y 46 años, de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento en el que concurre como agravante la circunstancia de parentesco.

En sus conclusiones definitivas, el fiscal Gonzalo Sans ha considerado que hay suficientes pruebas incriminatorias para demostrar que la mujer es la responsable de la muerte del hombre, y no los perros, como sostiene la defensa.

El fiscal apunta a un posible móvil económico, ya que la mujer era la heredera del testamento, junto con los perros.

Por su parte, el letrado defensor, Bartolomé Salas, ha pedido la absolución, insistiendo que es inocente.

Este caso lo juzga un tribunal del jurado de la Audiencia de Baleares, presidido por el magistrado Jaime Tártalo. El juicio arrancó el pasado 10 de junio.

Según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, los hechos se remontan al 1 de abril de 2016 en Sant Llorenç des Cardassar (Cala Millor), cuando la acusada y la víctima llevaban tres meses casados.

Cuando la acusada se fue a vivir con el hombre en 2015, llevó consigo a su perro, Lord. Más tarde adoptaron una hembra de stafford americano, a la que llamaron Linda.

El Ministerio Público sostiene que Svetlana B. sedó al hombre y le cortó trozos de carne y piel de ambos brazos para después dárselos de comer a sus perros, azuzándoles para que le mordieran en las extremidades.

La acusada, por su parte, ha negado el crimen y ha asegurado que su marido murió atacado por uno de sus perros, un pitbull americano.

Svetlana B. ha rechazado que drogara a su marido o que le atacara con un cuchillo.

También ha negado que ofreciera dinero a un hombre para que asesinara a su marido, como contó un testigo.

Según la acusada, se trata de un hombre que le ofreció droga y ella le denunció.

Por otra parte, reconoció que sabía que su marido había hecho testamento y que los herederos eran ella y los animales.

‘LA VÍCTIMA ERA CONSCIENTE DE LO QUE ESTABA SUFRIENDO’

El fiscal ha rechazado la versión de la acusada y ha mantenido que «intervino de manera activa» en la muerte del hombre.

En su exposición de conclusiones definitivas al jurado, el fiscal Sans ha señalado que la mujer causó un sufrimiento «inhumano e innecesario» a su víctima al cometer el delito, en base a los indicios en el cuerpo, que permiten diferenciar entre heridas anteriores y posteriores a la muerte.

Además, ha afirmado que la víctima, con la dosis de diazepam administrada, «no estaba inconsciente» mientras recibía heridas prolongadamente. «Era consciente de lo que estaba sufriendo», ha destacado.

Entiende que la acusada «aprovechó» el momento en el que el hombre estaba dormido tras tomar diazepam para cometer el crimen, y que la víctima no pudo defenderse.

El representante del Ministerio Público ha defendido el rigor de las pruebas practicadas por los forenses del Instituto de Medicina Legal y la Guardia Civil, al tiempo que ha puesto en duda la imparcialidad del perito propuesto por la defensa, que contradijo las versiones policiales.

Para el fiscal, el perito de la defensa «lo que hizo fue coger lo que quería para defender su tesis y lo demás lo desechó». Ha indicado que éste incurrió en «contradicciones», que vertió «opiniones sin ningún apoyo científico» y que su declaración fue «totalmente parcial y sesgada».

Por ello, considera que sus informes «no tienen ningún valor».

El fiscal también ha insistido en que las pruebas indican que además de las mordeduras de perro, intervino «un objeto afilado y cortante», «posiblemente un cuchillo», y que los forenses «descartaron que pudiera confundirse con un diente astillado».

Además, ha recordado que el perro al que la mujer atribuye el ataque fue encontrado encerrado en el baño, sin ladrar, cuando ya había llegado toda la comisión judicial a la vivienda; y que no tuvieron que sedarlo para poder medirle la dentadura. «¿Es eso un perro agresivo?», se ha preguntado.

El fiscal no considera relevante que no se encontraran huellas dactilares en los cuchillos, ya que por el lugar donde fueron encontrados quedaba claro «que esos cuchillos se habían movido», y tampoco tienen huellas de la víctima.

Respecto al posible móvil económico que considera que hay detrás del crimen, ha señalado que la acusada era la heredera del testamento, junto con los perros y, además, ha resaltado,  el interés mostrado por la acusada en relación a este asunto después de su detención.

«Es curioso que una persona encerrada por algo que dice que no ha cometido se preocupe tanto por la herencia», ha dicho.

El fiscal se ha preguntado por qué la mujer no llamó al 112, ha subrayado que está en pleno uso de sus facultades psíquicas, y ha pedido al jurado que no se deje «engañar por el teatro que está montando y las mentiras que ha dicho».

LA DEFENSA PIDE LA ABSOLUCIÓN

La defensa ha denunciado la «torpeza preocupante» y «desidia» en la instrucción y ha lamentado que «da igual lo que se demuestre» porque «se la ha condenado desde el principio».

Ha resaltado la baja concentración de diazepam en la sangre de la víctima y considera demostrado que el hombre no estaba sedado, por lo que sería «imposible que no se despertara» al ser atacado por la acusada.

«A ver si va a ser la asesina más chapuza de la historia», ha ironizado Bartolomé Salas.

También ha cuestionado la versión de los testigos que afirmaron que la acusada les había ofrecido dinero a cambio de asesinar a su marido.

Uno de ellos reconoció en el juicio que había quedado con la mujer para venderle cocaína «y no le pasa nada», ha criticado el abogado. «¿Por qué esta impunidad?», se ha preguntado. Él atribuye estos testimonios a una «venganza» por una denuncia presentada por la mujer contra uno de ellos.

Sobre los indicios en el cuerpo y en la casa,  la defensa ha resaltado que no se encontraron marcas de la acción de un cuchillo en los huesos, por lo que se ha preguntado cómo podría la mujer descuartizar a la víctima «sin dejar rastro en los huesos».

Además, ha apuntado que, de ser los hechos como sostiene la Fiscalía, «tendría que haber ADN de sudor» de la mujer en los cuchillos, y ha añadido que la mujer tenía una lesión en el hombro que le impediría perpetrar el ataque.

Noticias relacionadas:

El hombre que supuestamente fue mutilado por su mujer y dado de comer a sus perros tenía heridas por filo cortante y serrado

Un testigo afirma que la acusada de asesinar a su marido y dárselo a comer a los perros le ofreció 50.000 euros por matarle

Noticias Relacionadas:
Lo último en Tribunales