Antonio Salas Carceller: ‘Hoy impera en nuestra sociedad el odio y el resentimiento’
Antonio Salas con la preceptiva toga en una foto oficial del Tribunal Supremo. Carlos Berbell/Confilegal.

Antonio Salas Carceller: ‘Hoy impera en nuestra sociedad el odio y el resentimiento’

Es magistrado de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo y un conocido tuitero
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15/7/2018 00:30
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Actualizado: 15/7/2018 17:20
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Antonio Salas Carceller, magistrado de la Sala primera del Tribunal Supremo, es un tuitero activo y valiente, a la par que cauto. Reconoce que “sopesa antes de tuitear” y que se calla “muchas cosas porque se pueden malinterpretar”.

“Reacciones demasiado airadas han creado malestar”, recuerda.

Algunos de sus tuits han sacado de quicio al feminismo radical y a políticos del PSOE y de Podemos.

Ocurrió, por ejemplo, con los que publicó a principios de enero de 2017, tras la muerte ese año de la primera víctima de violencia de género.

Salas manifestó que esta lacra se debe entre otras causas a “la maldad innata de ser humano”, independientemente de que sea hombre o mujer.

Cuestionó que existan castigos desiguales para un hombre y una mujer tras llevar a cabo la misma conducta violenta, y recordó que en las parejas homosexuales “también hay violencia y maltrato, sin que pueda atribuirse a machismo».

Por decir verdades como puños fue tildado por el feminismo radical de “cavernícola”.

Dijeron que “perpetúa el mensaje machista y patriarcal que pretende evitar la responsabilidad del hombre”, que eran declaraciones “deleznables y aluden a la testosterona para justificar los asesinatos”, etc.

Incluso la socialista Soraya Vega, entonces responsable de Igualdad en la Comisión Gestora del PSOE, instó a que el Consejo General del Poder Judicial  (CGPJ) se pronunciara y actuase de oficio, “porque un juez nunca debe cuestionar las leyes, sino velar por su cumplimiento y aplicarlas».

Así replicó el magistrado:

Salas Carceller (1952, Murcia) ingresó en 2005 en la Sala primera del Tribunal Supremo, que se encarga de asuntos civiles y mercantiles, y la forman 10 jueces, de toda España. Tomó posesión el 16 de junio de 2005.

Sus destinos como juez fueron Valverde, en la isla canaria de El Hierro; el municipio granadino de Motril y Cieza, en su tierra, Murcia.

Como magistrado, Vitoria, Palma de Mallorca y Murcia, donde estuvo desde 1984 a 2005, llegando a ser presidente de la Audiencia Provincial.

Salas aprobó la oposición en 1977, con 24 años, y su primer destino como juez fue ya con 25.

Al ascender a magistrado tuvo que desplazarse al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vitoria, donde estuvo durante 1981 y 1982.

Esa fue la etapa “más dura y peligrosa” que ha vivido. “Era la época intensa de ETA, y eso significaba que había que tomar muchas precauciones, y no teníamos escolta”, relata.

Cuando accedió a su plaza en el Tribunal Supremo se le asignó un coche y un policía, como al resto de magistrados entonces, porque ETA los tenía en el punto de mira.

La banda asesina acabó con la vida de dos magistrados del Alto Tribunal: de un tiro en la cabeza mató a Rafael Martínez Emperador en 1997, y con un coche bomba a José Francisco Querol en el 2000.

En el verano del 2010 se les suprimió el policía y después el coche.

Sólo los presidentes de Sala y miembros de la Sala de Gobierno lo tienen, pero no asignado a su persona como antes.

Aunque en la capital pase más desapercibido, Antonio Salas tiene presente que si alguien le busca, le localiza y le encuentra, esté donde esté.

El magistrado conversa con Confilegal sobre Twitter, política, justicia, periodismo y cultura. La libertad de expresión, la violencia de género, el proceso de renovación del CGPJ, la exhumación de Franco, el ‘procés’ y la cadena perpetua revisable son algunas de las cuestiones que aborda.

Antonio Salas Carceller es de Murcia y decidió ser juez en segundo de carrera. Carlos Berbell/Confilegal.

-El PP ha expresado su “preocupación por las intervenciones habituales como tertulianos políticos de jueces y magistrados en activo en relación con procedimientos en fase de instrucción o juicio oral, o de la revisión mediática de aquellos en los que han participado como instructores o juzgadores¿Qué le iría a los que opinan que los jueces y magistrados han de controlar sus opiniones y no deben tener un alto perfil público?

Que depende de la utilización que se haga de las redes sociales. Son muy valiosas para tener información y conexión con juristas, notarios, registradores y abogados, y con medios de contenido jurídico. Esa es, para mí, la mayor utilidad, pero también se puede opinar y orientar sobre determinados temas jurídicos que lógicamente no son dominados por quienes son ajenos al derecho.

En las redes hay gente que no te deja manifestar tu opinión, ni si quiera fundadamente. Admito que puedan decir “oiga pues no estoy de acuerdo” o “no diga esto así, porque puede llegar a confundir”.

Pero lo que no puede ser es que no te dejen hablar.

Yo si doy mi opinión lo hago desde el respeto y jamás doy consejos sin que me los pidan. Cada persona que opine lo que quiera, siempre que actúe de forma educada.

Las redes son un medio importante de relación, conocimiento, información e incluso de humor.

Hay gente con mucha gracia, muy ingeniosa.

En su perfil de Twitter expresa que en esa red social “está lo mejor y lo peor del ser humano. Todos hablamos de lo que no sabemos, pero unos más que otros”. ¿Hay que disociar el juez del ciudadano?

Yo creo que sí hay que disociarlo.

Siempre que se trate de una crítica constructiva y no ofensiva cabe discrepar de decisiones políticas, sobre todo cuando están relacionadas con nuestra profesión

¿Sus compañeros de profesión le han aconsejado que se aparte de Twitter?

Me han llegado a decir que lleve cuidado, “no te metas con eso…». Procuro no entrar en cuestiones difíciles.

¿Un magistrado puede criticar la decisión de los políticos?

Siempre que se trate de una crítica constructiva y no ofensiva cabe discrepar de decisiones políticas, sobre todo cuando están relacionadas con nuestra profesión.

De la mía ha dicho que es necesario “un código de buenas prácticas periodísticas para no incidir morbosamente en temas escabrosos”, pero que “a veces la gente gusta de esas cosas”. ¿Algún caso en el que hubiera sido acertado aplicar el citado código?

Los últimos casos de asesinatos o de delitos sexuales son un ejemplo de información excesiva que incide sobre cuestiones que deben quedar ajenas al conocimiento público, sobre todo antes de la celebración del juicio.

Es increíble que se pretenda hacer público, por ejemplo, el resultado de una autopsia o las declaraciones sumariales.

¿Recuerda haber ido al levantamiento de un cadáver y encontrar gente asomándose para mirar con esa curiosidad morbosa?

Sí, y me ha llamado la atención, porque normalmente a los que estamos obligados a hacerlo nos supone una experiencia muy desagradable.

Ha comentado que “casi todos los ciudadanos somos entrenadores de fútbol y jueces a la hora de opinar, y que de las sentencias opina todo el mundo y muchos periodistas que no saben de nada…».

Sí.

Explíquese.

Se confunden muchas veces conceptos jurídicos, sobre todo procesales. Los medios debían de estar asesorados por conocedores de la materia, para no confundir, como ocurre frecuentemente, querella con denuncia o con demanda, auto con sentencia, o hablar de que el juez “dictamina” cuando lo que hace es decidir y no dar una opinión.

¿Y qué opina de las declaraciones de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, de que “a los jueces se les controla con el palo y la zanahoria”? 

Hay ocasiones en que expresiones muy gráficas y de uso corriente juegan estas malas pasadas.

Está claro que el Presidente del CGPJ está a la cabeza en el respeto a los jueces y a su función y así lo demuestra a diario.

Hay gente que no cree en la Justicia, ¿cómo lo acoge?

En la Justicia creen los que ganan los pleitos; no los que los pierden, que culpan a su abogado, a su procurador o al juez, sin reparar en que quizás no tenían razón. Por tanto, más o menos, la mitad de la población sí cree en la justicia.

Depende de cómo le va a cada uno. Pero esto sucede también en Sanidad y en otros ámbitos públicos.

Algunos ciudadanos critican que la Justicia es siempre favorable al Gobierno. ¿Qué les diría?

Que no es verdad, en absoluto. Basta con observar cómo gobernando el PP se han producido multitud de actuaciones judiciales contrarias a ese partido.

¿Qué piensa de la moción de censura que hizo caer a Mariano Rajoy? ¿Qué le parece que el argumento de la sentencia sobre la credibilidad del expresidente fuera el que dio lugar a la moción?

Creo que la moción de censura, en este caso, no ha tenido el carácter constructivo que le asigna la Constitución, sino que se ha limitado a criticar al anterior presidente del Gobierno.

Eso nos ha impedido conocer el posible programa de gobierno del nuevo presidente y probablemente los partidos que le han apoyado no habrían coincidido en cuestiones fundamentales de dicho programa.

El entrevistado en una foto reciente.

¿Acaso cuando “delinque” un partido son delincuentes todos sus miembros?

En absoluto. Es un error jurídico hablar de penas en relación con las personas jurídicas, aunque lógicamente tengo absoluto respeto por el ordenamiento vigente.

Quienes delinquen son las personas físicas, no los entes societarios que no tienen voluntad propia distinta de la de sus asociados.

La finalidad de las penas únicamente me resulta concebible en relación con las personas físicas y no en relación con dichos entes, a los que desde luego se pueden aplicar determinadas medidas -no penas- y responsabilidades económicas.

Pero decir que el Partido Popular, o cualquier otro, se sienta en el “banquillo” es impropio.

Por cierto, ¿qué opina del acercamiento de los presos separatistas? La oposición lo achaca al pacto con los independentistas que encumbró a Sánchez a La Moncloa…

Me pareceuna medida razonable si no es necesario realizar actuaciones en Madrid que exijan su presencia. El único riesgo es que las cárceles donde estén se conviertan en centros de peregrinación de los adeptos a las ideas separatistas.

Quienes delinquen son las personas físicas, no los entes societarios que no tienen voluntad propia distinta de la de sus asociados

¿Qué piensa del proceso separatista? Las personas tienen derechos, como obligaciones, pese a estar en política…

Es un tema muy complicado. Para mí, aparte de un problema político es también un problema de Derecho Internacional Público.

Cuando un territorio pretende segregarse de otro para constituir un nuevo Estado es necesario que exista una razón jurídica basada en los principios de la autodeterminación de los pueblos que, desde luego, considero que no se da en el caso de Cataluña.

Sobre todo, pretender separarse de España simplemente con la mitad más uno de los votos de los que concurren a las urnas es disparatado. Eso no ocurre ni en las comunidades de propietarios.

¿Cómo ve la formación de los jueces en violencia de género? Es de las primeras leyes que llevó el PSOE al Congreso tras llegar al Gobierno.

Los delitos de violencia de género tienen su especialidad, como cualquier otro, pero los jueces están perfectamente formados para actuar sobre ellos.

Me preocupa cómo se entienda esa formación, porque si a un juez lo tienen que formar en ello, mejor será hacer juez a quien está capacitado para dar dicha formación.

¿Cómo acoge que se haya ampliado tanto el concepto de “ideas” que se pretenda amparar en la libertad de expresión por ejemplo a “matad a un puto guardia civil”, dicho por el rapero Valtonyc?

No se ha entendido por muchas personas, incluso periodistas, que la libertad de expresión es un logro democrático y un derecho fundamental para poder expresar libremente ideas y opiniones sin sufrir represalia alguna por ello, pero no una excusa para insultar y atentar a derechos fundamentales de los demás que son tan protegibles como el propio derecho a la libertad de expresión.

El insulto y la descalificación gratuita nunca puede encontrar amparo en la libertad de expresión, como tampoco los atentados a la intimidad personal y familiar que, lejos de tener interés periodístico, lo que pretenden en realidad es un beneficio económico aprovechando el insano interés por estos temas de cierto público.

Salas durante una conferencia en el Colegio de Abogados de Barcelona.

El magistrado en excedencia Francisco Serrano afirma que «quieren imponer el Gulag a todos los que no comulguen con la ideología de género». ¿Está usted de acuerdo?

Este sí que es un ámbito donde, lejos de existir tabúes, debe primar la libertad de expresión a la hora de tratar, siempre con respeto, el drama que vivimos diariamente en que muchas mujeres son asesinadas a manos del varón que es o ha sido su pareja.

Es muy significativo que a mí se me llegara a insultar por el hecho de decir que el hombre, en estos casos, demuestra maldad y abusa de su mayor fuerza física, más allá del “machismo” que existe, no cabe duda, pero que no está siempre presente en estos casos.

Querer arreglar esto simplemente con dinero para dar cursos y conferencias, es absolutamente insuficiente. Hacen falta medidas mucho más valientes y drásticas.

Usted es el único juez del Tribunal Supremo que ‘ataca’ abiertamente la Ley de Violencia de Género. ¿Sus razones para ello?

Yo no ataco esta ley, sino en el particular por el que se castiga la misma conducta de distinta manera según el autor sea hombre o mujer, porque me parece que atenta al principio de igualdad.

Sabe lo que significa ser ‘linchado’ por mantener opiniones disidentes…

Me sorprendió que gente que supuestamente tiene formación y educación se lanzara contra mí por el hecho de simplemente opinar.

Reaccioné y hay quien me ha tenido que indemnizar porque se allanó a las demandas que interpuse; tema sobre el que, por supuesto, prefiero no decir más.

El “machismo” es una cosa y el asesinato u homicidio otra. Hay machistas que matan y otros que matan sin ser machistas

¿Le parecería un error que desapareciera del Código Penal la pena de prisión permanente revisable?

Sí, por supuesto. El Estado no puede dejar en libertad a quien, sea el que sea el tiempo de cumplimiento en relación con determinados delitos, tiene un pronóstico de reincidencia.

¿Debería reformarse el Código Penal?

Sí. En general, para describir tipos penales más claros y con un consenso político que impida las continuas reformas a las que venimos asistiendo.

¿Le gusta más el Derecho Penal clásico?

Sí. Me gusta, en general y en sentido técnico, recalco lo de “técnico”, el derecho que yo estudié, que superaba en mucho a las normas ahora vigentes las cuales, en gran parte, son confusas y farragosas, comenzando por los tipos penales.

¿Podría explicar cuáles?

Me refiero en general a los tipos penales. Buena prueba de ello es la polémica que se ha creado con los delitos sexuales.

¿Se habla demasiado de feminicidios? ¿Para que un crimen sea “machista” es necesario tener un conflicto previo?

Evidentemente, el “machismo” es una cosa y el asesinato u homicidio otra. Hay machistas que matan y otros que matan sin ser machistas.

El hombre es más violento que la mujer. Basta comprobar que, sin referencia a la violencia de pareja, el número de condenados por delitos contra la vida es mucho mayor en el caso de los hombres que en el de las mujeres.

Por cierto, no se corta en decir que qué “buena planta y estilo tiene” una chica, como afirma de Garbiñe Muguruza. ¿No le da miedo que se ofenda algún grupo?

Si se ofende alguien por ello, será su problema y no el mío. Hoy día la estética es un valor -como existen otros- y no hay ningún inconveniente en destacarlo. Para mí Garbiñe es una gran deportista y no hay ningún inconveniente en destacar además su físico.

Cambiando de tercio, ¿qué opina de que el Gobierno pretenda exhumar el cadáver de Franco y de Primo de Rivera?

Es una decisión política, pero entiendo que, si esto es una prioridad, debió hacerse mucho antes. No se le ocurrió a Felipe González ni a Rodríguez Zapatero. En todo caso, lo que se espera de un Gobierno es que afronte los problemas reales de España, que es lo difícil.

Ante esas intenciones del Ejecutivo, ¿qué pueden hacer los familiares y la Fundación?

Supongo que intentarán plantear una lucha jurídica. Están en su derecho.

¿Y qué piensa de que el Rey sea nombrado como persona non grata, como ha ocurrido en Gerona?

Es una decisión jurídicamente absurda y demuestra la patrimonialización del Ayuntamiento por sus actuales miembros. En las competencias de un Consistorio no entra el hacer este tipo de declaraciones de ninguna persona y mucho menos del Jefe del Estado. Para mí es un acto radicalmente nulo y debía ponerse como ejemplo de nulidad absoluta en las universidades a los alumnos de Derecho.

¿Es libertad de expresión el cartel de un Cristo despiezado en la cruz? En agosto del año pasado lo colgaron varias casetas de Bilbao durante su Semana Grande.

En absoluto esto puede quedar amparado por la libertad de expresión, porque es ofensivo para una generalidad de personas a las que se odia simplemente por motivos religiosos. Además, es un hecho cobarde que no se permiten hacer con otras religiones.

Pero hoy impera en nuestra sociedad el odio y el resentimiento. La libertad es para todos y no sólo para los que piensan de determinada manera. La libertad de un católico comprende el derecho a que no se ofendan sus creencias.

¿Está de acuerdo con el escritor Thomas Mann, premio Nobel en 1929, en que “la tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad”?

Por supuesto que sí.

El próximo 4 de agosto comienza el proceso de renovación del CGPJ, ya que su mandato de cinco años concluye el próximo 4 de diciembre. ¿Conoce a algún candidato?

No.

¿Y a la fiscal general del Estado, María José Segarra?

No la conozco. La vi por primera vez cuando tomó posesión. Le deseo lo mejor en esta difícil función.

¿Qué opina de este nombramiento?

Habrá que esperar a que comience a tomar decisiones.

¿Qué le parece el sistema de elección de los miembros del Consejo por las Cámaras Legislativas?

Siempre he estado en contra de este sistema impuesto en 1985. A mi juicio, no es el que quería la Constitución al ser redactada.

Recientemente ha retuiteado lo siguiente: “Si estos son los métodos para «arreglar» RTVE lo que nos espera en la siguiente entrega, nombramientos del Consejo General del Poder Judicial, será para echarse a temblar…”.

Repito que no me gusta el sistema, por eso me limité a retuitear una reflexión que considero oportuna. Trasladar la confrontación política a la elección de 12 jueces o magistrados en activo para pasar a formar parte del Consejo me pareceque es muy negativo. ¿De qué conocen los dirigentes de los partidos políticos a los jueces o magistrados que van a promocionar? ¿Qué tiene que hacer un juez o magistrado si tiene aspiraciones de formar parte del Consejo?

¿Cómo valora que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, se reuniera el 14 de junio con los jueces decanos liberados, y a las asociaciones de jueces y fiscales las convocara para el 23 de julio?

Un error. Esta reunión con las asociaciones debió ser una prioridad.

¿ A qué achaca esta decisión?

Yo creo que aún no hay un programa definido en Justicia y, por ello, se ha retrasado el encuentro.

El Consejo General de la Abogacía Española presentará, en los próximos días, ante el CGPJ un protocolo sobre suspensión de vistas para la conciliación de los letrados. ¿Qué le parece?

Si está bien hecho, me parecerá bien. Pero depende de los términos en que se establezca.

El Consejo Fiscal critica que se compense a los jueces por el tiempo que tardan en tramitar un asunto y no por la dedicación que emplean en resolver cada uno de ellos, tal como se contempla en el Proyecto de Reglamento de Retribuciones Variables, elaborado por el Consejo General del Poder Judicial. ¿Qué piensa usted?

A mí el tema de las retribuciones variables nunca me ha gustado. Prima el dictado de muchas resoluciones por número y no por calidad.

El juez debe tener una retribución adecuada a su función, su preparación y su responsabilidad, así como debe existir un cálculo del trabajo que puede asumir. Sólo habrá que revisar la actuación de quien quede por debajo de la cifra de trabajo asumible.

Ha denunciado que para ejercer el derecho a la tutela judicial haya que pagar un impuesto que resulta inexplicable, y ha dicho que para usted es más grave que las tasas. ¿Por qué?

Porque si a alguien lo demandan, salvo muy escasos supuestos, no puede defenderse por sí, sino que tiene que designar abogado y procurador. Dichos profesionales le cobrarán unos honorarios y unos derechos.

Es inexplicable que a las cantidades correspondientes haya que sumar un 21% de IVA. Para mí es contrario a la Constitución.

Eso no sucede lógicamente con los servicios médicos porque la salud es un derecho de todos, pero también lo es la tutela judicial.

¿Cuándo decidió dedicarse a la Justicia?

Cuando estaba estudiando 2º de Derecho.

¿Han seguido sus pasos en su familia?

No. Mis hijos siempre dijeron que trabajaba demasiado.

¿Cuál es el caso más rocambolesco que ha conocido?

El de un individuo que participó voluntariamente en un absurdo concurso que consistía en mantener la mano dentro de un cubo de hielo el máximo tiempo posible. Cuando ganó, pero sufrió lesiones en la mano, demandó al dueño del local.

Por cierto, cuando la música de un bar o pub o el ruido que genera no le deja dormir, ¿qué hay que hacer?

Denunciar ante el Ayuntamiento y ante la Fiscalía.

A mí el tema de las retribuciones variables nunca me ha gustado. Prima el dictado de muchas resoluciones por número y no por calidad

A veces se despide de Twitter con una canción. ¿Qué tipo de música escucha?

Soy un gran aficionado a la música. En primer lugar, a la música clásica, pero también a las canciones melódicas.

¿Cuáles son sus artistas favoritos?

Me gustan los Beatles, Serrat, Sabina, Diana Krall y muchos otros.

¿Toca algún instrumento?

La guitarra, pero sólo de oído.

¿Está leyendo ahora algún libro?

Sí, ‘Criminal-Mente’ de mi buena amiga Paz Velasco, también tuitera, que me lo regaló.

¿Podría darle un consejo a los jóvenes que empiezan a estudiar Derecho?

Que busquen los principios, más que las normas vigentes, ya que éstas varían constantemente. Sobre todo, aunque en ello influye mucho el profesorado, que estudien con buenos textos, porque hay de todo.

¿Y qué aconsejaría a los que acaban de sacarse la plaza de juez?

Que siempre apliquen la lógica y el buen sentido a la hora de resolver, sin perderse en demasiados tecnicismos. La solución justa siempre puede apoyarse en el Derecho.

¿Qué música pondría tras esta entrevista?

Quizás ‘Cómo han pasado los años’, de Julio Iglesias, porque esta entrevista no me la habría hecho si yo tuviera cuarenta años menos.

Entrega del título de juez a Antonio Salas Carceller por el entonces ministro de Justicia Landelino Lavilla, actual Consejero Permanente del Consejo de Estado. Octubre de 1977.

¿Echa de menos Murcia?

Voy casi todos los fines de semana. Me gusta mucho Murcia y, desde luego, cuando me jubile pienso irme a vivir allí. Me quedan seis años y medio para eso.

Me aporta todos mis recuerdos, ver pasar los años y seguir viendo las cosas que ya estaban antes me recuerdan a mis primeras sensaciones de cuando era un niño.

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